Por qué España debería gastar más (o no) en defensa
El año 2018 fue el de mayor gasto militar mundial desde la Guerra Fría. Así lo establece el informe anual sobre presupuestos de defensa ‘Janes Defence Budgets’. No obstante, en el caso concreto de España, el gasto en defensa ha caído un 20% en los últimos cuatro años y es uno de los países que se encuentran a la cola de la OTAN, en lo que aportación de su PIB para gastos de defensa se refiere.
El año 2018 fue el de mayor gasto militar mundial desde la Guerra Fría. Así lo establece el informe anual sobre presupuestos de defensa ‘Janes Defence Budgets’. No obstante, en el caso concreto de España, el gasto en defensa ha caído un 20% en los últimos cuatro años y es uno de los países que se encuentran a la cola de la OTAN, en lo que aportación de su PIB para gastos de defensa se refiere.
El gasto militar mundial en 2016 fue de 1,69 billones de dólares, y los 10 países con mayor gasto militar acumularon casi las tres cuartas partes (73%) de este total. Según datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés), estas 10 naciones son: Estados Unidos, China, Rusia, Arabia Saudí, India, Francia, Reino Unido, Japón, Alemania y Corea del Sur.
El gasto militar de Estados Unidos en 2016 fue de 611.000 millones de dólares, casi tres veces más que el gasto militar de China, que fue el segundo más alto en 2016 con 215.000 millones de dólares. El gasto militar de Estados Unidos equivale al del conjunto de los siguientes ocho países con mayor gasto militar.
Pese a que la inversión española en defensa se ha visto disminuida a lo largo de los últimos años, el Ministerio de Defensa destinó el año pasado 834,9 millones de euros a las 17 misiones en el exterior en las que participaron tropas españolas, según información a la que ha tenido acceso el diario ABC. Esta partida supone un aumento del 8,2% respecto a 2016 cuando se invirtieron 771,1 millones de euros. Líbano fue la misión exterior que más presupuesto se llevó, 138 millones de euros.
En relación a cómo se distribuye el gasto en Defensa, España dedica el 19,31% a equipamiento militar, el 61,5% a personal, el 0,91% a infraestructuras y el 18,28% a otros.
España, a la cola de la OTAN
La OTAN tiene fijado que todos sus miembros deben invertir el 2% de su PIB en defensa antes de 2024 y, Donald Trump, lo ha pedido de forma explícita a sus aliados. No obstante, Dentro de los países de la organización, España no es ni de lejos uno de los que más aporta.
EEUU se lleva la palma, con un 3,58% de su PIB, seguido por Grecia (2,32%), Reino Unido (2,14%), Estonia (2,14%), Rumanía (2,02%) y Polonia (2,01%), las únicas naciones que cumplen el 2% de la organización. Francia (1,79%), Lituania (1,77%), Letonia (1,70%) y Alemania (1,22%), también se acercan. España, con un 0,92% de su PIB, únicamente supera a Bélgica (0,91%) y Luxemburgo (0,44%).
En 2009 España dedicaba un 1,13% de su PIB al gasto en Defensa; en 2017, apenas un 0,90%. No obstante, el Gobierno se ha comprometido recientemente con la OTAN a aumentar en un 80% su gasto militar para 2024, lo que supone unos 18.000 millones de euros. A pesar de ello, España se quedará lejos del 2%. «El esfuerzo presupuestario programado refleja un claro incremento del gasto dedicado a Defensa, el cual se situaría en torno al 1,53% del PIB», ha asegurado la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.
Antonio Fonfria, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense y uno de los mayores especialistas en economía de defensa en España, considera que antes de aumentar el gasto hay que «definir qué es gasto en Defensa, ya que lo que contabiliza la OTAN no es lo mismo que lo que contabilizamos aquí».
En este sentido también se ha pronunciado Cospedal, que ha aclarado que el gasto en defensa no equivale a presupuesto de Defensa, ya que «en términos OTAN se contabilizan ciertas partidas no dotadas en nuestro presupuesto, como por ejemplo, las pensiones del personal militar y civil del Ministerio de Defensa».
¿Debería España aumentar su gasto en Defensa?
El exdirector General de la Policía y Senador Ignacio Cosidó lo tiene claro. En un momento en que el objetivo de la OTAN es alcanzar el 2% del PIB para todos sus miembros, «España tiene ante sí una oportunidad para asumir su responsabilidad, sus compromisos y poner a prueba la consistencia de la recuperación de su Cultura de Defensa», asegura en el informe ‘Cultura de Defensa, gasto militar y Fuerzas Armadas en España‘ del Instituto de Seguridad y Cultura y que el propio Cosido firma.
Según el coronel de Infantería de Marina Enrique Fojón Lagoa, en un documento de opinión para el Real Instituto Elcano, para llevar a cabo al aumento del gasto en defensa y acercarse al 2% que pide la OTAN, «el Gobierno español tiene que establecer la necesidad estratégica que lo justifique (amenazas, riesgos, prioridades), las capacidades militares a conseguir (conceptos operacionales, transformaciones en el carácter y estructura de la fuerza, instrucción, formación, adiestramiento y alistamiento) y los retornos que puede dar a la riqueza y la economía nacionales (industria, empleo, tecnología, investigación, desarrollo e innovación)».
Otro de los puntos clave a la hora de aumentar el presupuesto de defensa es tener una buena percepción de este área por parte de la ciudadanía, la llamada ‘Cultura de Defensa’. En este sentido, Cosidó asegura que «lograr que la sociedad española entienda la necesidad de un aumento de nuestro presupuesto de Defensa constituye sin duda uno de los retos más difíciles de nuestra política de Defensa, pero existe una base cultural como quizá nunca haya existido en nuestro país para poder abordar este desafío».
Pese a como se puede observar en las estadísticas España no realiza un gran esfuerzo económico en Defensa, en comparación con sus vecinos europeos, uno de cada cuatro españoles considera que este gasto es excesivo y prácticamente esa misma proporción cree que es adecuado. El 40% declara no saber sobre la cuestión, un porcentaje que sube hasta el 50% cuando se pregunta si España gasta más o menos que los países de su entorno.