Serrat vuelve a sus orígenes con 'Mediterráneo da capo'
En medio de una gran expectación, en una sala abarrotada de periodistas, Joan Manuel Serrat ha presentado en Madrid su nueva gira ‘Mediterráneo da capo’, es decir, una vuelta a los orígenes de uno de los cantautores más queridos y admirados de todos los tiempos que comienza en abril y finalizará en junio de 2019
En medio de una gran expectación, en una sala abarrotada de periodistas, Joan Manuel Serrat presentó en Madrid su nueva gira ‘Mediterráneo da capo’, es decir, una vuelta a los orígenes de uno de los cantautores más queridos y admirados de todos los tiempos, que comienza en abril y finalizará en junio de 2019. A sus 74 años, Serrat transmitió la ilusión del principiante, y una simpatía y naturalidad que desbordan, y de las que hizo gala ante los fotógrafos, que le pedían que mirase hacia un lado y luego hacia el otro, y que sonriera, y que no se moviera….; naturalidad y simpatía que derrochó después, en el turno de preguntas, con los periodistas, a los que contestó en serio cuando la pregunta así lo requería, pero con los que también se rió y bromeó, mostrando esa cercanía que identifica al Serrat de toda la vida.
Con pantalones y jersey oscuros, su pelo cano cuidadosamente alborotado, Serrat comenzó a hablar, sentado en una banqueta como si fuera a dar un concierto, micrófono en mano. «Estoy muy contento de estar aquí y de que estén ustedes aquí. Muchas gracias», dice sin dejar de sonreír, feliz. «Quería anunciarles que, a partir de abril voy a iniciar una gira de conciertos en la que el eje de cada espectáculo es el disco ‘Mediterráneo’, por su 47 aniversario. Una fecha muy redonda», añade, provocando la risa de los asistentes. Y explica también que decidió añadir da capo al nombre de la gira porque es un término musical internacional de origen italiano que significa «desde el principio».
Durante su intervención habló de la ilusión que le hace salir de nuevo a la carretera, en este caso «a los mares». «Con una ilusión renovada y un equipo magnífico», subrayó. Insiste: «Tengo 74 años y es normal que esté ilusionado, porque el plazo se va acortando y lo que parecía infinito se ha demostrado que es finito».
Nacido en Barcelona, hijo de catalán y aragonesa, Joan Manuel Serrat se encuentra con salud y muchas ganas de regresar a los escenarios en solitario, después de sus satisfactorias experiencias con Joaquín Sabina, y con Ana Belén y Víctor Manuel.
Ahora Serrat navega sólo de nuevo y lo hace con 10 canciones de toda la vida en torno a las cuales «irán apareciendo otras; algunas desconocidas y otras sorprendentes» de las que se negó a hablar o dar una pista porque si no, no sería sorpresa. Una gira en permanente cambio, no habrá un concierto igual a otro, ni una puesta en escena igual en esta gira por España y Latinoamérica. «No lo tengo definido ni para el primer concierto», que será en Roquetas de Mar, el 22 de abril. «Es algo que me divierte mucho».
Llegado el momento de las preguntas, muchas manos alzadas piden intervenir. El sonido de la sala tenía demasiado eco cuando el primer periodista que preguntó hizo uso del micrófono. Joan Manuel Serrat no le escuchaba bien, así que sin protocolos y sin guardar las apariencias, que no van con él, abandonó el taburete y se dirigió hacia su interlocutor que le preguntó por su gira en Latinoamérica. «Está dividida en dos o tres bloques porque es una gira francamente larga y no quiero estar fuera de casa mucho tiempo sin ver a mis nietos, que viven en Barcelona y Madrid», explicó para, acto seguido, añadir sonriendo: «Me gusta que mi mujer me reconozca cuando vuelvo«.
El autor de ‘Mediterráneo’ y de canciones como ‘Penélope’, ‘Piel de Manzana’, ‘Hoy puede ser una gran día’, o álbumes como ‘Cada loco con su tema’, por citar sólo algunos títulos de su extensa discografía, se siente bien de salud. Atrás quedaron esos años malos cuando le diagnosticaron un cáncer ya superado. «Si no creyera que no podía hacer la gira no la haría, sería ridículo» y «no me hubiera pegado la panzada de trabajar que me he dado».
«Yo no he hecho mensajes para aleccionar a la gente, sino para estar con la gente»
Como cantautor, le preguntaron por los menajes sociales que quiere transmitir en sus letras, con sus canciones. En esto, Serrat fue contundente: «Yo no he hecho mensajes para aleccionar a la gente, sino para estar con la gente».
Otro periodista le preguntó por su familia y le brillaban los ojos cuando hablaba de sus nietos, pero también de sus hijos y, sobre todo, de su mujer, Candela. A la pregunta de si tiene alguna canción en la gira que piense dedicarles, contestó: «Mi amor, mi relación con mi familia no precisa dedicarles canciones».
Serrat habló también de lo importante que es transmitir su alegría, sus emociones, «una riqueza, un sentimiento que pasa de generación en generación», en respuesta a la pregunta de un periodista sobre cómo se siente al saber que sus canciones siguen gustando a los jóvenes. «Uno se siente feliz porque su música se escuche»; entre risas y sacando ese lado canalla en el mejor de los sentidos, admitió que le encanta que «una chica, que además está muy bien, me diga que ha escuchado todas mis canciones porque sus padres las ponían a todas horas, sin que le haya afectado, porque eso puede tener un efecto negativo».
El artista respondió cuando le preguntaron qué ha aprendido a lo largo de su vida: «Muchas cosas que aprendí fue a través de mis mayores, porque los niños se educan con lo que ven; si los padres transmiten generosidad, afecto, respeto por los mayores, los niños los asumen para siempre».
«El Mediterráneo es gloria y es miseria, no es sólo gloria pero tampoco sólo miseria»
Hablar de ‘Mediterráneo’, la canción sobre la que pivota la gira, implica recordar el drama que viven cada día tantas personas que mueren ahogadas intentando llegar a una Europa que les cierra las puertas. «En una época de fronteras, yo me siento un hombre integrado en el Mediterráneo, porque he crecido en esta cultura» y «la referencia a lo que está pasando estará en la gira como un drama a compartir; he escrito canciones sobre ello». Y es que, para Serrat, «el Mediterráneo es gloria y es miseria, no es sólo gloria pero tampoco sólo miseria».
Cataluña, la feria del disparat
En un encuentro con tantos periodistas y en plena crisis catalana no podían faltar las preguntas sobre el procés, sobre los independentistas que llegaron a tildar a Serrat de «facha» porque no les ríe las gracias, porque se declara «catalán, español y europeo».
«Sigue la fiesta», comentó Serrat, el mismo que en sus inicios cantaba en catalán allá por los años 60, el mismo al que la autoridad gubernativa en pleno franquismo suspendió varios de sus conciertos. «Cada día hay una noticia nueva. Pasamos de no tener presidente de Cataluña a tener dos; ahora deben seguir mareando la perdiz y al final se van a marear ellos porque no acaban de encontrar la salida», añadió abandonando la sonrisa.
«Estamos en la feria del disparat», subrayó en otro momento, mientras recorría toda la sala acercándose a cada uno de los periodistas que pedían intervenir para hacer preguntas. «El independentismo ha existido antes, existe ahora y existirá después», y en el caso que nos ocupa, Carles Puigdemont es «intransigente» y por eso la situación está en un «callejón sin salida».
Serrat se lamenta por las críticas contra él pero tiene claro que «lo que uno no debe dejar de hacer como personaje público es dar su punto de vista» sobre las cosas, y «a veces quienes opinan diferente no lo aceptan».
¿Qué opina de Tabarnia?, le preguntaron. «Es una performance muy al estilo del honorable president Albert Boadella, un acto satírico que está mucho en lo que es entender el teatro de la vida», añadió con admiración hacia Boadella, otro autor catalán denostado por el independentismo actual.
Serrat contestó a todo, se movió de un lado a otro, se mostró cercano, no parecía tener prisa por marcharse; está feliz con este nuevo proyecto con el que espera transportar al público 47 años atrás, sin perder de vista el presente.