¿Sabes cuál es la fruta más contaminada en EEUU?

El último informe sobre residuos de pesticidas hecho por el Grupo de Trabajo Ambiental de Estados Unidos sostiene que el 70% de las frutas y verduras cultivadas de forma convencional en ese país contiene hasta 230 pesticidas diferentes.

El análisis, basado en muestras de productos analizadas por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, encontró que las fresas y las espinacas contienen la mayor cantidad de residuos de pesticidas. Una muestra de fresas, por ejemplo, dio positivo en 20 plaguicidas diferentes, y las espinacas contenían casi el doble del residuo de plaguicida en peso que cualquier otra verdura, según el estudio.

Los dos tipos de productos que encabezaron el ranking de 12 frutas y verduras con la mayor concentración de pesticidas, llamada lista «Dirty Dozen», son las fresas y las espinacas. A estas les siguen -en orden de contaminación- las nectarinas, las manzanas, las uvas, los melocotones, las cerezas, las peras, los tomates, los apios, las patatas y los pimientos dulces. Más del 98% de las fresas, espinacas, melocotones, cerezas y manzanas contenían al menos un pesticida.

Según la misma organización los productos menos propensos a contener residuos de plaguicidas son el aguacate, el maíz dulce, la piña, la cole, la cebolla, los guisantes dulces congelados, la papaya, los espárragos, los mangos, las berenjenas, los melones, el kiwi, la coliflor y el brócoli.

Destaca que los aguacates y el maíz dulce fueron los más limpios. Menos del 1% de las muestras contenían pesticidas detectables. ¿Cómo de peligrosa es la exposición a los productos químicos? Dado que las leyes federales en 1996 ordenaron que la Agencia de Protección Ambiental (EPA) estudiaran y regularan el uso de pesticidas por su potencial para dañar la salud humana, muchos químicos tóxicos se han eliminado del cultivo. Pero los estudios continúan encontrando los efectos potenciales de la exposición a los pesticidas aún en uso, informa Time. Un estudio reciente, por ejemplo, indicó un posible vínculo entre la exposición a los pesticidas en los productos agrícolas y la baja fertilidad.