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La historia con final feliz de Emilio, el señor de 82 años que escribió un libro que nadie compró

Esta es una historia triste con un final feliz. Su protagonista, Emilio Ortega, tiene 82 años, es de Almería y cree firmemente que nunca es tarde para comenzar a hacer lo que uno quiere.

La historia con final feliz de Emilio, el señor de 82 años que escribió un libro que nadie compró

Los que lo conocen definen a Emilio Ortega como un hombre bueno. Y, esta vez, las redes han conseguido que le pasen cosas buenas a gente buena. Porque esta es una historia triste con un final feliz. Su protagonista, Emilio Ortega, tiene 82 años, es de Almería y cree firmemente que nunca es tarde para comenzar a hacer lo que uno sueña.

Para empezar diremos que Emilio es escritor, a pesar de que nunca pudo recibir más que la enseñanza primaria básica. A pesar también de que hasta hace cinco días no había vendido ni un solo ejemplar de su libro, Emilio es escritor.

En 2017, Emilio Ortega publica en la editorial de autoedición El círculo rojo un libro sobre su vida: El mundo visto a los ochenta. La obra trata sobre su infancia que fue, como él define, «infeliz, difícil, miserable, transcurrida durante la posguerra española». Emilio se vio obligado a dejar de estudiar siendo un niño para ponerse a trabajar. Posteriormente se exilió a Francia, donde tuvo que aprender la lengua sin ayuda escolar. A raíz de todas sus experiencia, Emilio expone «el resultado de sus observaciones, sus largas reflexiones y sus conclusiones sobre Dios, la vida, las principales religiones, la historia, la política mundial y la sociedad actual».

El libro tiene 170 páginas y está catalogado como una colección de relatos. Sobre el autor, la editorial señala que es «octogenario» y que «ha querido demostrar escribiendo este libro que nunca es tarde para realizar un sueño y dicho sueño se puede llevar a cabo a cualquier edad».

Lo que sabemos es que Emilio no vendió ningún ejemplar de su libro. Nadie se interesó en su colección de relatos. Y así pasaban los meses. Y así seguramente habría seguido todo, y ninguno de nosotros habría conocido nunca a Emilio y su libro si la suerte no hubiera intervenido en esta historia.

El pasado 25 de abril empezó la Feria del Libro de Almería, a donde acudió Emilio para presentar su libro. Y ahí entre stands de escritores famosos y libros comerciales se lo encontró Jota Merrick, tuitero y locutor de un programa de radio de la Universidad Católica de Murcia. Su encuentro impactó tanto a Merrick que lo compartió en Twitter:

 

 

En un hilo, que fue compartido más de 1.000 veces, este joven recopila las primeras impresiones del libro, dedicado a la madre de Emilio —que llegó a pedir limosna para poder sobrevivir—, y de la vida del autor, que califica de «película». «Es un hombre que por circunstancias de la vida no ha tenido estudios, pero su manera de pensar es muy superior a la de mucha gente con carrera«, cuenta en un tuit. Además, el joven publica el link donde se puede adquirir el libro. Y ahí entra nuestro tercer protagonista.

El usuario de Twitter @LSunshinee decidió adquirir un ejemplar del libro de Emilio tras ver la publicación de Jota. Antes de comprarlo tuvo que enviar un email a la editorial. Para sorpresa del tuitero la respuesta a su correo no fue el típico mensaje automático, sino un texto del propio autor. En este email, Emilio le daba las gracias por el interés, le recordaba las tiendas físicas donde podía comprar el libro y le dejaba, además, su número de teléfono personal por si quería quedar con él y se lo entregaba en persona «en el lugar que quiera y cuando quiera».

 

 

Como es normal al joven se le rompió un poquito el corazón y decidió escribirle un WhatsApp —sí, Emilio tiene WhatsApp también a sus 82 años—. Quedaron en llamarse pronto.

 

 

En sus conversaciones, Emilio le contó a Cuco que tuvo que escribir el libro tres veces porque se le había borrado del ordenador, le pidió perdón por si había alguna falta ortográfica y le explicó que le hubiera gustado traducirlo al francés a ver si «allí tenía más tirón», pero que no había sido posible.

 

 

El hilo de Cuco se ha compartido en cinco días más de 14.000 veces. ¿El resultado? Que el libro se ha agotado en las librerías.

 

 

La publicación en redes sociales no deja de crecer y con ella la historia de Emilio, un señor de 82 años que consiguió tener razón: nunca es tarde para cumplir lo que uno sueña.

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