Netta, la extravagancia y el feminismo que han conquistado Eurovisión
Netta Barzilai se situó en las listas de los favoritos para ganar Eurovisión casi desde el principio. Su tema Toy había acumulado más de 20 millones de visitas en YouTube antes de la final y ya había cautivado al público con su original videoclip, su mensaje feminista y su melodía pop con tintes orientales.
Netta Barzilai se situó en las listas de los favoritos para ganar Eurovisión casi desde el principio. Su tema Toy había acumulado más de 20 millones de visitas en YouTube antes de la final y ya había cautivado al público con su original videoclip, su mensaje feminista y su melodía pop con tintes orientales. El voto de los espectadores ha demostrado finalmente que su extravagancia, su originalidad y su mensaje reivindicativo seguían siendo los favoritos.
En pleno apogeo del movimiento feminista, Netta ha logrado, con un ritmo pegadizo y frases como “no soy tu juguete, chico estúpido” o “mujer maravillosa, nunca olvides que eres divina y son ellos los que se arrepentirán”, llevar el feminismo a Eurovisión.
La canción que ha triunfado en este festival, cantada en inglés con algunas palabras en hebreo y una en japonés, baka, que significa estúpido, se refiere a “alguien cobarde, un gallina que trata a una mujer como un juguete”.
Su extravagancia y su manera libre de actuar, junto con sus cacareos y extraños sonidos, han hecho que su canción se convirtiera en un fenómeno viral antes de llegar siquiera a la semifinal de Eurovisión.
Ya en la final, un escenario lleno de color y figuras de gatos asiáticos, con Netta al mando de un sintetizador y vestida con un kimono, ha sido el protagonista de la noche. Con un espectáculo completamente opuesto al del ganador de la edición de 2017, Salvador Sobral, que ofreció una actuación íntima y llena de sentimiento, Netta ha demostrado que lo diferente también puede ganar.
Además de la letra de la canción, Netta ha alcanzado la fama gracias a su habilidad para imitar sonidos y hacer beatbox, algo que ella misma reconoce como parte de su música. Estos sonidos, como por ejemplo el de una gallina, tienen un significado para la artista, que asegura que en muchas ocasiones los utiliza para enfatizar su mensaje y caracterizar a los hombres cobardes que discriminan a las mujeres.
Pero Netta no solo domina la imitación, sino que desde pequeña se formó en la Escuela de Jazz y Música Contemporánea Rimon y domina la guitarra y el piano, además de contar con una faceta de DJ.
Esta artista de 25 años, que hasta hace poco creía no poder triunfar ante un público masivo por no encajar en los cánones de belleza establecidos en el mundo de la música pop, ha sorprendido al público tras ganar el programa televisivo Rising Star, el equivalente a Operación Triunfo, una victoria que le sirvió para representar a su país en Eurovisión y para lograr la victoria.
«Gracias por haber aceptado la diferencia y apoyado la diversidad», ha dicho la cantante, emocionada, tras recibir el trofeo.
La joven, nacida en la pequeña localidad de Hod HaSharon, al norte de Tel Aviv, vivió unos años de su infancia en Nigeria y por sus venas corre sangre marroquí, polaca y rusa. Tras dejar atrás una infancia difícil marcada por el bullying y ganar el programa Rising Stars, Netta logró su sueño y pasó de ser una joven israelí más, que había cumplido el servicio militar obligatorio como miembro de la Banda de la Marina, a convertirse en un rostro conocido y admirado.
La canción Toy ha dado a Israel su cuarta victoria en Eurovisión. La última vez que esto ocurrió fue en 1998 con Diva, de Dana International.