Zahara: “La sociedad no nos ha enseñado a encajar cuando no le gustas a todo el mundo”
Conversamos con la cantante pop Zahara y nos cuenta que: “la sociedad no nos ha enseñado a encajar cuando no le gustas a todo el mundo”.
Zahara (Úbeda, 1983) ha presentado Astronauta, un disco que llega tres años después de Santa. Era un trabajo esperado y seguro que sus seguidores ya llevan tiempo con algunas canciones, como Guerra y paz, con Santi Balmes, en bucle. En esta ocasión sus letras son más directas pero sin abandonar el sentimiento poético que imprime a cada una de sus notas. “Sigo dejando mis pistas escondidas, mis pequeños guiños que solo la persona aludida podría descifrar, pero al final todo es mucho más claro, menos laberíntico”, asegura la cantante. Además, la gira de presentación de su nuevo trabajo ya está en marcha y se prolongará hasta el próximo mes de febrero. En Madrid podremos verla en La Riviera el 17 y el 18 de enero. Hasta entonces nos contentamos con escuchar su disco y le damos voz a la propia cantante para que nos acerque más este Astronauta que nos lleve a territorios desconocidos.
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Astronauta es el nombre de tu último disco, muy esperado por cierto tras Santa. Han pasado tres años desde entonces. ¿De dónde viene el nombre del disco? ¿Te sientes, de algún modo, astronauta?
Me sentí. Durante los meses de postparto (que no son 40 días, sino en mi caso casi tres meses) pasé mucho tiempo sola, muchas noches en vela amamantando a mi hijo en el silencio de mi casa. Fueron unos meses tiernos y bonitos, pero también experimenté una soledad compleja que me llevó a evocar a los astronautas. Pensaba en mí como una que deja la vida en la tierra y que se dispone a buscarla más allá de aquello que conoce, sin saber cómo será o si realmente habrá vida.
La bestia cena en casa fue la primera píldora que nos diste de manera inesperada. Un puñetazo en la sien a esas políticas neoliberales que quieren incluir la gestación subrogada en su plan, un tema de rabiosa actualidad. ¿En qué momento y por qué abordaste este tema? ¿Resultó difícil darle vida y lanzarla al aire?
Desde hacía tiempo tenía ganas de escribir una canción que reflejara el mundo en el que vivimos, no solo desde la parte emocional a la que estoy acostumbrada. Al final, no dejo de ser un ser político y social y el momento en el que me ha tocado vivir está presente en mis canciones, pero tenía la necesidad de hacerlo más evidente. Cuando se reabrió este tema y se volvió a poner sobre la mesa, aquellas intuiciones que tenía se vieron confirmadas. Empecé a investigar sobre lo que suponía para la mujer que tiene que vender a su hijo para subsistir desprenderse de él y no pude soportarlo. Las palabras vinieron solas, pero no fue hasta mucho después que conseguí terminar la canción. De hecho fue gracias a Martí Perarnau, que es el coautor de la canción. Crearla fue sencillo. Solo tuve que sacar lo que tenía dentro, pero una vez decidí que tenía que ser el adelanto del disco tuve un momento de crisis, de duda. Sentí que igual me estaba abriendo demasiado, que podría no gustarle a todo el mundo y claro, me dio miedo. Fue algo que tuve que trabajar. Al final lo importante es que la canción esté ahí y que la gente hable del tema.
En la música joven actual creo que falta un poco de crítica a la situación que vivimos. ¿Hasta qué punto la música (al igual que las artes, el teatro o el cine…) tienen su importancia y peso en los debates actuales?
Creo que la música como parte de la cultura tiene que reflejar aquello que vivimos. Es cierto que muchas veces nos quedamos en nosotros mismos. La pregunta a cómo es el ser humano se centra en cómo soy yo y no indagamos más. Me incluyo, por supuesto. Veo complicado para un músico o actor o actriz implicarse políticamente, pero debido a la repercusión, no siempre positiva, que esto suele tener. Cada vez que alguien dice lo que piensa el resto de la población se manifiesta anónimamente en twitter y las consecuencias personales que eso puede tener para algunas personas son devastadoras. Entiendo que cueste posicionarse. A mí me sigue pasando.
En ese sentido, los jóvenes de hoy en día, ¿nos hemos vuelto conformistas?
Más que conformistas nos hemos vuelto presos de nuestro propio ego, de nuestra necesidad de agradar, de mostrar lo mejor de nosotros mismos. Vivimos expuestos a lo que los demás puedan opinar (y decirnos directamente gracias a una @) y no llevamos demasiado bien las críticas negativas. La sociedad nos prepara para enseñar en instagram nuestras vacaciones y lo felices que somos, pero no a encajar cuando no le gustas a todo el mundo.
En este nuevo disco tus letras son más directas. ¿Cómo dirías que ha evolucionado tu manera de escribir?
Creo que el haber escrito Trabajo piso pareja ha influido mucho, me ha hecho quitarme mucha capa de metáfora. Al final sigo hablando de lo mismo, pero me parecía fundamental ser más clara. Hay poesía o, al menos, la busco, pero también más transparencia. Y creo que ese es el cambio fundamental. Sigo dejando mis pistas escondidas, mis pequeños guiños que solo la persona aludida podría descifrar, pero al final todo es mucho más claro, menos laberíntico.
Multiverso es, quizá, la canción que más recuerda a tus primeros discos. ¿Querías hacer un pequeño homenaje a tus inicios?
No es que quisiera, es que salió así. También es una canción que estaba compuesta para Santa, pero que sentía que no encajaba en ese repertorio y quería darle su lugar donde fuera valorada. Concibo los discos como un todo y aunque no sea un monográfico sí que hay cierta coherencia y cada canción aporta una imagen a una historia global que quiero contar. En este disco Multiverso era fundamental. Esa cadencia, la coda final… es algo que está en mí desde hace mucho y que mantengo, por eso quizá evoca más a La Pareja Tóxica que a Santa.
Quizá la canción más diferente es la de Adjunto foto del Café Verbena. ¿Cuántas Zaharas hay en tu interior?
Creo que, como todos los seres humanos, estoy llena de matices. No soy capaz de mostrar una sola cara. Me parece que no tiene sentido. Nadie es siempre igual a lo largo del día, la semana o el año. Para mí es bonito incluir una canción así en el disco porque rompe con lo que vienes escuchando y eso creo que en cierta manera se agradece y segundo porque cuenta una historia muy yo, muy tierna que encaja con todo lo que quería contar en este disco.
Los últimos tiempos han sido muy productivos. Has publicado un libro, has sido madre… ¿qué impacto ha tenido todo esto en tu nuevo disco?
Creo que lo sabré más adelante. Ahora mismo no siento un cambio brutal, no en mi manera de ser como artista o compositora. Noto que estoy más cansada, que intento aprovechar mejor el tiempo, que no toco más de dos días seguidos… Pero al final todo lo que está pasando se procesará después. Estoy totalmente segura de que dentro de unos años miraré esta época y diré, por favor, cómo fui capaz de hacer tantas cosas, pero ahora mismo hacerlas me parece algo natural.
En el autobús camino al trabajo he escuchado cómo una mujer mayor decía lo siguiente: “el feminismo me molesta, he trabajado toda la vida rodeada de hombres y nunca me ha pasado nada”. ¿Qué le dirías a esa generación que, por lo que parece, no ha entendido de qué trata el feminismo actual?
No puedo culparla. La sociedad ha cambiado tan rápido que asimilarlo a los que todavía la estamos creando ya nos cuesta, no quiero ni imaginar a esa señora. Pero si pudiera me sentaría con ella y le diría que precisamente el feminismo es el que ha permitido que pudiera trabajar. Me toca más la moral los que pertenecen a mi generación y llaman feminazis a las feministas o se aprovechan de alguna contradicción para apalear y atacar la causa.
Tirando un poco más de ese hilo, ¿qué te parece el asunto de la tasa rosa?
Bueno, hasta donde estoy informada creo que se bajará el iva al 4% en productos de higiene femenina… Lo cual es algo que llega muy tarde, pero que por lo menos llega. Sobre otros productos que no son compresas y tampones sino asociados a típicamente a mujeres o a hombres (y que siendo lo mismo cuestan diferente) sería genial que empezáramos a instaurar cada vez el término unisex y las cosas fueran cosas y se usaran por quienes quisieran usarlas, no por el género de la persona.
En tiempos de extrema globalización, las redes sociales tienen un impacto enorme. ¿Cómo vives tú las redes? ¿Cuál es el uso que les das?
La verdad es que son una herramienta perfecta para una profesión como la mía. Yo crecí ahí, en myspace y fotolog. Me servían para que, sin disco ni discográfica, la gente viniera a verme en cualquier ciudad de España. Yo me di a conocer gracias a las redes y les debo mucho. A día de hoy me permiten comunicarme con mis seguidores y mostrar aquello de mí que me apetece. Pero el uso es profesional, me refiero, no las uso para contactar con viejos amigos del instituto.
¿Te importa la crítica, te sirve para algo?
Creo que sí. Claro que ayuda. No puede condicionar lo que hagas, pero sí se puedes aprender de ella. Cuando saqué La fabulosa historia recibí muchas críticas porque mi voz no era lo que habían escuchado, porque la producción era blanda… y tenían razón. Yo estaba de acuerdo, pero no pude hacer nada por evitarlo en su momento. Pero me gustó ver cómo el público no es tonto y querían más de mí de lo que estaba dando. Exigían, fueron honestos y eso fue valioso. Además, cuando sacas algo que crees que es muy bueno y te dicen que está bien, te ayuda a ponerte las pilas. Lo que no sirve de nada son los ataques gratuitos en redes sociales. Solo hacen daño y no aprendes nada.