5 antiprotagonistas de TV que a veces (o siempre) nos gustaría ser
¿Quieres ser Nadia de Russian Doll? Nosotras también. Aquí otras tías que sueltan lo que piensan y no piden perdón por ser quienes son
Nadia (Russian Doll) ha generado a más de una soñar con tener ese pelo rojo, ese look negro y esa boca brillante, pero no es la única mujer en TV que “es demasiado” y que no pide perdón por ser quién es (aunque a veces hiera a quienes quiere)… Son personajes que no son “simpáticas o cercanas” y que a veces son horribles, pero son honestas y por eso las queremos.
.
La crítica ha amado unánimemente Russian Doll, la nueva serie de Netflix sobre una neoyorquina malhablada que muere una y otra vez alla Atrapado en el tiempo.
Además de la interesante propuesta filosófica de la serie y de su visión nostálgica de un Nueva York sucio y duro que su protagonista, Nadia, extraña y parece habitar aún en el presente, la serie creada y protagonizada por Natasha Lyonne (junto con Amy Poehler y Leslye Headland) se ha ganado el afecto del público gracias a Nadia y su “bocaza”.
Como le suelta de manera maleducada y claramente machista el ex novio espía de Mila Kunis a su amiga Kate McKinnon en la película El espía que me plantó, Nadia “es como demasiado”. Es de esos personajes femeninos que hasta hace poco eran escritos como pesados o insoportables, y no como mujeres que existen y viven según sus propias reglas… que de ninguna manera implican “ser simpáticas o cercanas”, eso que tanto se exige de las mujeres.
Y Nadia no está sola. El personaje hablador, lleno de opiniones, comentarios sarcásticos y afirmaciones que no necesariamente la gente quiere escuchar no es la única mujer que hay ahora en TV que “es demasiado”. ¡Hay muchas más! Mujeres que no cumplen con el estándar de “amistosa, cercana o femenina” que se espera o se pide y que van por la vida siguiendo sus propias reglas, mujeres que incluso teniendo muchos defectos en algunos casos a veces, muchas veces, nos gustaría ser.
Nadia (Russian Doll)
Natasha Lyonne se ha hecho una carrera como una actriz y creadora mordaz y directa, y su Nadia es muy autobiográfica. La cumpleañera (su muerte y renacimiento suceden en su cumpleaños 36) tiene predilección por el alcohol, las drogas y los cigarrillos, dice todo lo que piensa y lo que piensa es a la vez inteligente y, a veces, hiriente, a veces vulnerable, a veces sarcástico, a veces demasiado negro. Nadia es una mezcla de honestidad recubierta de un discurso distante y nihilista. Responde siempre con la palabra perfecta (aunque sea también la que más lastime al otro) y con desapego (no por nada es diseñadora de juegos de ordenador, rodeada de hombres condescendientes a los que trata con desprecio lleno de indiferencia). No pide perdón por ser, y eso la hace alguien que queremos ser (y tiene un pelo y un look que, bueno, queremos ya).
Jessica Jones (Jessica Jones)
Jessica (Krysten Ritter) es una hostil, sarcástica y alcohólica detective privada que además tiene poderes. Su vida ha sido durísima (padres muertos, una madre adoptiva explotadora, una relación horriblemente abusiva… ninguna de estas cosas se las envidia nadie) y ella se ha construido una caparazón de chaquetas de cuero y respuestas groseras, pero lo cierto es que alguien preocupada por hacer lo correcto –aunque tenga tendencia a lastimar a quienes quiere- y preocupada por su centro moral. Y bueno, a todos nos gustaría tener superpoderes.
Midge (The Marvelous Mrs. Maisel)
Cuando esta serie comienza Midge (Rachel Brosnahann) es todo menos el ideal feminista de las espectadoras de hoy: se levanta antes de que su esposo para maquillarse a escondidas para que no la vea “desarreglada” al despertar, su mayor preocupación es una cena familiar y lograr que el rabino asista, prepara asado para buscarle puesto a su marido (que no mueve un dedo en el proceso) en un club de stand up… pero Midge, incluso siendo la réplica de la perfecta ama de casa de los años 50, es también alguien que no se calla lo que piensa y lo que quiere. Y cuando su esposo la abandona y en una borrachera se sube al escenario de stand up y hace exactamente eso se da cuenta que, además, lo hace con humor. Midge habla a la velocidad de la luz (característica muy común en los personajes de Amy Sherman-Palladino), se mete en todos los fregados, ayuda a quien lo necesita, puede decir palabrotas sin ruborizarse, tiene resiliencia y un armario envidiable. Puede que nadie quiera vivir en su tiempo, pero para ese tiempo Midge es una mujer que claramente sabe quién es y que está despertando a todas sus posibilidades más allá de las limitaciones sociales impuestas en una era que marca el comienzo del feminismo moderno.
Gretchen (You’re The Worst)
Gretchen (Aya Cash) no es, a primera vista, un “ejemplo a seguir”: bebe demasiado (demasiado), es grosera, hostil y se roba un regalo de una boda a la que está invitada. Pero Gretchen, además de ser como todos sus personajes de reparto “lo peor” es también alguien que, a veces, nos gustaría ser: directa, ruda, que obtiene lo que quiere… bueno, realmente Gretchen es bastante “lo peor” como su novio y amigos, pero por alguna razón esta incompetente publicista que sufre de depresión y que en el fondo sufre de una enorme inseguridad, es alguien que nos cae bien. Puede que no queramos ser ella, pero a veces tener su actitud completamente abierta a la experimentación y su falta de prejuicios es algo que querríamos tener.
Chloe (Don’t Trust the B—- in Apartment 23)
Otro personaje interpretado por Ritter, en este caso una estafadora nata que vive de engañar a los demás, y que comienza a compartir piso con una inocente chica del interior que acaba de mudarse a Nueva York. Chloe es egoísta y amoral, pero es también una buena amiga que en el fondo siente verdadero cariño por su compañera de piso y por su mejor amigo James Van Der Veek (el actor haciendo de una versión de sí mismo). Otra habladora, Chloe es directa y tiene un altamente negro humor, pero también es ocurrente y, lo dicho, empática aunque lo niegue.