La exposición de Pink Floyd en Madrid, un viaje a través del rock psicodélico
La muestra no solo tiene relevancia por la música, sino por el gran trabajo de arte conceptual que persiguió al grupo durante toda su carrera
Hasta el 27 de octubre estamos a tiempo de visitar The Pink Floyd Exhibition en el espacio 5.1 de Ifema. La exposición sobre la legendaria banda británica está en Madrid tras su paso por el Victoria and Albert Museum de Londres. Ideada como “un viaje audiovisual a través de los 50 años de historia de la banda”, nos transporta en un recorrido cronológico desde sus inicios hasta la actualidad.
Con el ánimo de involucrar al visitante desde el primer momento, toda la exposición está acompañada por unos cascos individuales proporcionados por Sennheiser y que cambian automáticamente según te acercas a los objetos. Por lo tanto, la muestra nos sumerge en el universo de la banda, en el que tanto la vista como el oído tienen una importancia capital.
Además de la inmensa colección de objetos, instrumentos y materiales utilizados por la banda, la exposición cuenta también con testimonios de los propios miembros y colaboradores en vídeo que explican los diversos momentos de su evolución creativa. Esta es, quizás, una de las partes más interesantes de la exposición por novedosa. Nos ofrecen la oportunidad de conocer de primera mano cómo se compusieron temas míticos como Time, a quién se le ocurrió la idea de utilizar cerdos y otros inflables en los conciertos o cuántas tomas hicieron falta para la mítica portada de Wish you were here.
El recorrido empieza en un universo completamente psicodélico, típico de la música británica de los 60 que se plasma en un cosmos de colores, espirales y figuras deformes para ilustrar los primeros discos de la banda. Vemos cómo nacen como uno de los principales abanderados del rock psicodélico y también cómo, poco a poco, tanto ellos como su música evolucionan hacia significados más profundos. Y es que la muestra no sólo tiene valor por la música de Pink Floyd, sino también por el impresionante trabajo de arte conceptual que siguió al grupo durante toda su carrera. Algunos de los objetos de esta exposición podrían estar, muy fácilmente, en un museo de arte moderno de una gran ciudad, como el del MoMA en Nueva York.
El mundo fue cambiando a medida que también la música cambió su visión del mismo. Los miembros de Pink Floyd lo supieron expresar en sus trabajos, pero a su vez esos trabajos fueron reinterpretados por mentes maravillosas como las de Mark Fisher, que construía unos escenarios gigantescos basados en la visión de los integrantes del grupo (también arquitectos), el surrealista moderno Storm Thorgerson o el iluminista psicodélico Peter Wynne-Wilson.
Se trata de una visita obligada para todos los amantes del grupo y de la música en general. Una visita que se desarrolla en un ambiente casi como de concierto y en el que sorprende la presencia de personas de todas las edades. Por toda la exposición nos encontramos con gente con camisetas representativas del grupo y con padres que acuden acompañados de sus hijos, unidos por el amor a la música. Padres que rememoran hitos como el concierto en Venecia en 1989, el que decían que era el concierto del siglo, o la impresionante puesta en escena de The Wall, e hijos que se maravillan al descubrirlos.
Este viaje, de unas dos horas aproximadas de duración, acaba en una zona de performance donde los espectadores se adentran en la actuación de la banda en el Live 8 de Londres en 2005, la que sería la última actuación de los cuatro miembros de la banda antes de la muerte de Richard Wright en 2008. Se adentran, literalmente, ya que para esta experiencia final se utilizan tres enormes pantallas led, focos de varios tipos y un sonido 3D que nos acerca a las primeras filas de ese escenario.
En cuanto al precio, la entrada general los martes, miércoles, jueves y viernes (no festivos) cuesta 17,40€, y la de un niño entre 4 y 12 años vale 7,40€. Los sábados, domingos y festivos cuesta 21,40€ para un adulto y 11,40 para los niños. Asimismo, los más pequeños, de entre 0 y 3 años, cuentan con acceso gratuito. Por otra parte, la parada de metro más cercana es Feria de Madrid (línea 8 de metro) y hay que caminar unos diez minutos hasta llegar a la nave 5.1 (no se aprecia a simple vista el lugar).
The Pink Floyd Exhibition no es tan solo un viaje a través de la música de una de las bandas más grandes e influyentes de la historia, sino un viaje por la historia más reciente de nuestro mundo, cómo ha cambiado, cómo hemos cambiado nosotros con él y de qué forma nos ha transformado. Es un recorrido a través de la forma de ver las cosas de una generación entera a la que Pink Floyd dio voz e imagen.