Las mejores herramientas para crear historias interactivas

La interactividad parece haberle ganado la mano a otras innovaciones tecnológicas que se han disputado el trono del audiovisual en los últimos años, como el fallido 3D. Netflix abrió la puerta al consumo de esta clase de ficción con Bandersnatch, el episodio-película de Black Mirror que nos invitaba a tomar decisiones para influir en el transcurso de la historia (o torturar al protagonista, si nos sentíamos un poco sádicos); un experimento que repitió posteriormente con You vs Wild. No han sido los únicos ejemplos, ni tan siquiera los primeros, y está claro que no va a ser flor de un día. En un mundo en el que cada vez nos involucramos más con las historias que consumimos, con esos personajes que sentimos cercanos, como si fueran familiares o amigos, convertirnos en responsables de su destino supone una tentación a la que es difícil resistirse. Es muy probable que Netflix haya iniciado un camino que muchas otras productoras quieran emprender. 

La narrativa interactiva, es innegable, tiene un componente lúdico fundamental. Al hablar de Bandersnatch, no fueron pocos los medios que utilizaron el referente de los librojuegos para explicar su esencia, estableciendo un vínculo sin duda muy acertado y reconocible. Somos muchos los que crecimos con aquellos libros, aventurillas que nos invitaban a escoger un camino u otro y a descubrir el resultado de nuestras decisiones saltando entre páginas, tal como nos propusiera Cortázar en su Rayuela. Sin embargo, aunque su momento de esplendor haya quedado atrás en el tiempo, los librojuegos aún poseen un nicho de seguidores nada desdeñable; no hay más que darse una vuelta por la web Librojuegos.org, por ejemplo, para constatarlo. Y por sorprendente que parezca, también las aventuras conversacionales, aquellos añejos juegos de PC que nos involucraban en la historia mediante comandos, preguntas y respuestas, están viviendo una segunda juventud. El árbol de la ficción interactiva no se marchita: es inmenso, y cuenta con ramificaciones capaces de adaptarse a todos los formatos que nos podamos imaginar. ¡Incluso existen juegos por voz a través de Alexa!

Entrar en el mundo interactivo como jugadores y cocreadores de un relato es muy sencillo: basta con leer, no se requiere de ninguna destreza más allá de la atención, y en ocasiones la lógica. Pero si lo que realmente nos interesa es mover los hilos, cruzar al otro lado del espejo, ¿por qué no diseñar nuestras propias historias interactivas? Internet nos ofrece numerosas herramientas gratuitas, muy sencillas de utilizar. Nos vamos a centrar en aquellas que no exigen ningún conocimiento previo de programación, aunque si disponemos de él puede ayudarnos, por supuesto, a conseguir resultados más pulidos. 

A la hora de hablar de la creación de “historias no lineales”, el primer nombre que debemos mencionar hoy en día es el de Twine. Una herramienta de código abierto que nos permite exportar nuestras creaciones en formato HTML, es decir, como si fuera una página web, de modo que podemos compartirlas con quien queramos fácilmente. Su principal baza es lo intuitivo de su interfaz: trabajaremos con cajas de texto que podremos ir ramificando mediante hipervínculos para crear los distintos caminos de la historia. Nada que no sepamos hacer si manejamos a diario un procesador de textos, por ejemplo. Si, además, tenemos conocimientos de CSS o JavaScript, podremos añadirles mayor complejidad, tanto a nivel de mecánica como de aspecto final. No os asustéis por la imagen que veis bajo estas líneas: os aseguramos que es mucho más fácil de lo que parece. 

Aunque la página web de Twine dispone de muchos tutoriales, uno de los más completos que podemos encontrar en español, para comenzar paso a paso, es este de David T. Marchand. 

La página web textadventures.co.uk, además de ser una excelente biblioteca de ficción interactiva en la que buscar inspiración (en inglés, eso sí), también dispone de dos herramientas gratuitas que podemos utilizar online: Quest y Squiffy. La primera posee una interfaz similar a un procesador de textos y nos permite incluir efectos de sonido e imágenes, mientras que la segunda es menos visual y está pensada para trabajar sobre HTML. Es decir, que le sacaremos mucho más partido si tenemos conocimientos de este lenguaje. 

Aunque en estos momentos se encuentra en stand-by, preparando su nueva versión, otra herramienta a la que podemos echar un ojo si no queremos complicarnos la vida es la española Autorol. Y muy centrada en los librojuegos, con un enfoque didáctico pensado para los más jóvenes de la casa, tenemos otro proyecto patrio, Bookgame. Una página excelente si no tenemos claro cómo comenzar nuestra historia, además, puesto que dispone de muchos ejemplos de librojuegos creados por los propios usuarios. 

Cómo explorar el árbol sin morir en el intento

Ya hemos decidido qué herramienta queremos utilizar, y quizás también a cuál de esas historias guardadas en el cajón queremos dar vida. Pero antes de sentarnos a escribir, no está de más que aprendamos un poco sobre el diseño de la ficción interactiva. Al menos las bases, los consejos y elementos fundamentales que nos enseñen cómo generar interés en el lector-jugador y entrelazar los distintos caminos sin caer en contradicciones o puntos muertos. No nos engañemos: algunos juegos de este tipo pueden ser extremadamente complejos, y a lo largo de las décadas se ha desarrollado mucha teoría al respecto, tanta que puede llegar a desanimarnos. Así que lo mejor es tomárnoslo con calma, empezar con un boceto sencillo en un cuaderno… y si le pillamos el gusto, seguir escalando el árbol de la ficción interactiva sin miedo, pero con cautela. 

En español, el blog de Con pluma y pixel, editorial dedicada a los librojuegos, ha publicado una serie de tutoriales muy útiles para entender cómo funciona la estructura interna de un libro de este tipo. Por supuesto, también encontraremos muchos recursos útiles en la propia página Librojuegos.org, que mencionábamos antes. Si queremos profundizar en aspectos de programación y aprender cómo exportar nuestra ficción interactiva a distintos formatos, tenemos el curso gratuito de Textalab. Se centra en otra herramienta gratuita, Ficdown, que nos permitirá convertir nuestra historia a formato EPUB, para reproducirla en lectores de ebooks. 

La página web de Emily Short, una de las autoras de ficción interactiva más relevantes de los últimos años, es una parada obligatoria para aprender sobre escritura, diseño, e incluso para estar al día de lo que se cuece dentro del mundillo: competiciones, nuevas obras, eventos o proyectos que buscan nuevas perspectivas en un género que está en constante evolución, siempre buscando cómo expandir sus fronteras. Y si queremos todavía más documentación en nuestro idioma, no podemos dejar de visitar IFPUBS, la biblioteca de ficción interactiva que reúne tanto librojuegos como estudios teóricos, la mayoría en descarga gratuita. 

Sabemos que no es fácil llegar a diseñar un árbol de caminos como el de Bandersnatch, que es espectacular a simple vista, pero no cabe duda que la idea de crear diferentes caminos para una historia, explorando las posibilidades y los universos alternativos que surgen a partir de ellos, resulta fascinante. ¿Os atrevéis con un proyecto veraniego diferente?