Pasear en patera y otras 4 alternativas para conocer Ámsterdam sin cabrear a los holandeses
El turismo en Ámsterdam, donde residen unas 850.000 personas, asciende a 19 millones de visitantes por año, una cifra que se pronostica que siga aumentando hasta los 42 millones en 2030 y que los habitantes de la urbe no están dispuestos a soportar
Ámsterdam vive un boom turístico desde hace unos años que está colapsando la ciudad y acabando con la paciencia de sus habitantes. El turismo en la ciudad, donde residen unas 850.000 personas, asciende a 19 millones de visitantes por año, una cifra que se pronostica que siga aumentando hasta los 42 millones en 2030 y que los habitantes de la urbe no están dispuestos a soportar. Más allá de pasear por el Barrio Rojo o acudir al magnífico y masificado Rijksmuseum, el movimiento Untourist propone experiencias alternativas para conocer mejor Ámsterdam y sus habitantes que van desde un paseo por sus canales en pateras que un día sirvieron para cruzar el Mediterráneo entre África y Europa, hasta un picnic para alimentar a los holandeses y conocerlos más a fondo.
En Ámsterdam, los movimientos turismófobos son cada vez más crecientes, y el Ayuntamiento ya ha puesto medidas drásticas para acabar con la aglomeración turística, como dejar de anunciar a la ciudad como destino turístico y optar por otras villas, subir los impuestos o poner fin a los tours por el Barrio Rojo –una prohibición que entrará en vigor el 1 de enero de 2020–.
Mientras el municipio pone orden imponiendo multas o subiendo impuestos, el movimiento Untourist –formado por una comunidad de más de 200 emprendedores sociales, ONG, guías y hoteles– ofrece un antídoto para aliviar la presión turística pidiendo a los turistas involucrarse más en Ámsterdam bajo el lema «Sé más que un visitante, sé un agente del cambio».
Su guía de bolsillo, colorida y llena de ironías a lo largo de sus 100 páginas, está repleta de ideas alternativas, destinadas a reconciliar a lugareños y visitantes, y que, codo con codo, visiten los rincones desconocidos de la ciudad, y al mismo tiempo, hagan un turismo más ecológico y respetuoso con la capital holandesa, desbordada de turistas.
Desde The Objective hemos seleccionado 5 experiencias alternativas para conocer Ámsterdam más a fondo y acercarte a sus habitantes.
Pasear en patera por los canales
El 25 de julio de 2013, Alhadj Djumaa, un barco de 12 metros por cuatro metros partió de Egipto en dirección a Lampedusa con 282 migrantes a bordo. Todos lograron cruzar el océano de manera segura. En 2014, Hadir, una pequeña embarcación egipcia pesquera sin asta, y con pintura azul raspada, partió de la costa de Túnez con 76 personas en ella. Dieciocho millas al sureste de Sicilia, el 29 de agosto de 2014, fue encontrada por la guardia costera italiana y fue llevada a tierra.
Hadir y Alhadj Djumaa fueron usados para traficar personas en el Mediterráneo, pero ahora navegan por aguas más tranquilas en los canales de Ámsterdam, llevando a residentes y turistas en paseos por la historia de la ciudad, vista por los ojos de refugiados y migrantes.
Los tours de Rederij Lampedusa –algunos gratuitos– ofrecen una cena a bordo en la cual los pasajeros son invitados a reunirse y hablar con refugiados y migrantes que les cuentan sus duras experiencias. Además, a bordo del Alhadj Djumaa pueden disfrutar de un amplio programa cultural, que va desde músicos hasta creadores de teatro o cuentacuentos.
El proyecto, que es en parte financiado por el Gobierno, fue ideado por Teun Castelein, un artista holandés que en 2012 estuvo perturbado por la forma en la que los medios cubrían la situación de los refugiados y migrantes que se ahogaban en el peligroso viaje del Norte de África a Europa.
El proyecto emplea a 10 personas. Todos son migrantes o refugiados, algunos de segunda generación, dando una pincelada de la larga historia de la ciudad de recibir refugiados a través del tiempo. Hoy, Ámsterdam es el hogar de personas de 180 nacionalidades. Cerca de 45% de su población pertenece a una minoría étnica.
Pescar plástico y transformarlo
Ahora puedes ayudar a que los canales de Ámsterdam estén libres de plástico. Durante dos horas puedes recorrer los icónicos canales y contemplar el centro histórico de la ciudad mientras pescas los desechos plásticos que contaminan el agua.
Plastic Whale organiza estos tour en los que navegas a bordo de pequeñas barcas fabricadas con los desechos plásticos recogidos anteriormente, que también utilizan para crear muebles de diseño. «Cuantas más personas se involucren, mayor impacto podremos lograr juntos», aseguran.
Durante el invierno, también ofrecen mantas y té para mantenerte caliente mientras disfrutas de las hermosas vistas y luces de invierno de Ámsterdam. «En nuestro caso, la sobrepesca es un fenómeno positivo».
Una cita con las malas hierbas en una granja
Aunque hoy no es tan difícil encontrar tulipanes, siguen siendo enormemente importantes para el país; la región de cultivo de bulbos de Bollenstreek, situada justo a las afueras de Ámsterdam, atrae a muchos visitantes en primavera.
Sin embargo, los turistas en busca de selfis están dañando los campos, lo que ha provocado que la dirección de turismo emita una «guía de cosas que puedes hacer y que no puedes hacer» para tomarte fotos ahí. Además, algunos agricultores incluso optaron por cercar sus campos para protegerlos.
Para concienciar a los turistas, acercarlos a la agricultura en Holanda y darles una manera diferente de conocer a otra gente, Untourist ofrece una experiencia única: pasar tres horas sacando malas hierbas en un huerto urbano haciendo amigos y disfrutando de intensas conversaciones guiadas por las preguntas de los anfitriones para alentar la discusión.
La excursión incluye un paseo en bicicleta a las afueras de la ciudad y una tarta de manzana y café en la granja Fruittuin van West, donde también se ofrecen cursos de agricultura y permacultura, y que cuenta con una cafetería donde preparan unas estupendas pizzas en su horno de leña.
Participa en el bosque de árboles de Navidad
Cuando llega la navidad, muchos holandeses acuden a por sus árboles de navidad en el bosque, que adornarán sus viviendas en diciembre y que en enero acabarán en contenedores de la calle. Para acabar con esto, pero sin destruir la tradición, surgió Tijdelijk Kerstbomenbos, el bosque temporal de árboles de navidad, un vivero donde puedes acudir a por tu árbol y devolverlo en enero, para que el resto del año sea cuidado como se merece.
Tú puedes acudir a conocer este peculiar bosque donde su dueña, Nancy Wiltink, te contará más sobre las tradiciones holandesas. Una forma de acercarse a la cultura del país de la mano de los locales. Además, puedes compartir datos sobre las tradiciones de tu país, escribirlo en un papel y colgarlo en uno de los árboles para que los demás puedan leerlo.
Una forma de intercambiar culturas en un entorno rodeado de árboles y en le que los más pequeños de la casa también pueden participar y aprender sobre el cultivo y el respeto a la naturaleza.
Picnic para «alimentar a los holandeses»
En Westerpark, la cafetería De Bakkerswinkel ofrece excelentes productos salados y dulces horneados al momento, para comer allí o para llevar. Lo más curioso de su oferta es Feed the Dutch, un picnic que literalmente se traduce como «alimenta a los holandeses». Un carpintero ha creado una caja de madera única que se transforma en una pequeña mesa una vez que hayas encontrado un lugar agradable para montar tu picnic.
Por 14 euros, el pack incluye sándwiches, bollos con crema, mermelada, agua, zumo y brownies, además de un cartel con la frase «sándwiches gratis», para que elijas a los lugareños que consideres oportuno y los invites a tu picnic. Sin duda, una forma diferente de conocer a los amsterdammers, como se conoce a los habitantes de la ciudad. «¡No seas tímido, la mayoría de los holandeses no muerden!», aseguran desde Untourist.