Vicente García: "Celebro al reggeatón como punto de partida pero tenemos que reforzar y nutrir esa propuesta"
El cantante, compositor y productor dominicano Vicente García presenta en España su último trabajo, ‘Candela’, conversamos con él.
El cantante, compositor y productor dominicano Vicente García visita España para presentar su nuevo trabajo, Candela, con seis presentaciones entre el 25 de septiembre y el 04 de octubre, en Madrid, Barcelona, Valencia, Granada, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.
El merengue, esa fusión de ritmos, culturas, de sonidos, de recuerdos. Para algunos es solo «música de boda», el soundtrack tropical de una noche memorable, para otros, como el cantautor, productor y tres veces ganador del Latin Grammy, Vicente García es eso, sí, por qué no, pero también es objeto de estudio, terreno de experimentación y el protagonista absoluto de su nuevo álbum: Candela, su tercer trabajo discográfico que es a la vez «la entrega final de una trilogía» que empezó con su álbum Melodrama (2011) y siguió con A la Mar (2016).
Candela es el resultado de años de investigación, en los que Vicente, movido por el deseo de situar a la música caribeña en general, y la dominicana en particular, en el marco de eso que llaman «música universal», se dedicó a explorar sonidos, anécdotas, cantos, músicos e historias, y a mezclar con la soltura de un contorsionista y la puntería de francotirador, una serie de influencias que van desde Juan Luis Guerra (con quien colabora en el tema Loma de cayenas) y Wilfrido Vargas, omnipresentes siempre al hablar de merengue, los cantos de hacha originales de los años 60 y 70, el merengue de palo, el curazoleño, el pambiche, hasta Paul Simon, Graceland y los coros zulú, el afrobeat, el sonido del prophet, de las guitarras con chorus, y el autotune. Todo cabe, todo aporta, todo tiene sentido. Ahí está la magia de Vicente García.
Candela, de acuerdo a mi experiencia vital, tiene un sonido muy retro, me recuerda a los ritmos del merengue y la bachata de los 80s y los 90s. Juan Luis Guerra, Wilfrido Vargas… ¿Te has inspirado en ellos? ¿Quieres reivindicar su herencia sonora ante nuevas audiencias/generaciones que no necesariamente los conocieron?
Evidentemente hay mucha influencia precisamente de esos dos artistas, sobre todo porque trataron de reinventar el merengue de diferentes formas. Juan Luis por su lado con la música africana, con el soukous, también con los coros zulú en discos como Fogaraté y Areito, trabajó mucho el merengue desde una perspectiva de World Music más que de música tropical de boda y de cumpleaños, trató mucho de diferenciar esas dos aproximaciones. Wilfrido también trabajó con elementos de la música haitiana, transformándolos a merengue, y esos han sido dos referentes importantes, sin embargo, también busqué mucho en lo que pasó mucho antes del merengue orquesta, cuando no solo se acompañaba el merengue con tumbao de piano sino que también se usaba la guitarra como elemento de acompañamiento, el tiple y el tres cubano, el acordeón. Estuve un buen tiempo investigando uno o dos años, buscando en esos merengues mi manera de colarme en el ritmo, y para eso fui al canal estatal, la Radio Televisión Dominicana, y empecé a buscar entre discos de 78rpm de los años 40 y 50, y encontré muchísimas alternativas en exponentes como Joseito Mateo y Dioris Valladares, también merengues que se hicieron en Curaçao en papiamiento y esos materiales me hicieron ver el merengue desde otras perspectivas y me abrieron los ojos para poder experimentar con el merengue desde otro lugar.
J. Balvin y Rosalía fueron un súper éxito en el Primavera Sound y alguien en la prensa sentenció que representaban la muerte del indie y el triunfo de la música latina. ¿Crees que la música latina puede en efecto desplazar al indie como música «default» y/o fácil de escuchar y disfrutar por un público masivo y global?
Como alguien que consume música constantemente, yo personalmente prefiero ser libre a la hora de oír música, me gusta apostar a la variedad, más que esperar que un género o un ritmo domine a otro. También como músico y artista celebro que coexistan los géneros y celebro la diversidad de los ritmos latinoamericanos y también de la música urbana, del rock, del indie, del R’nB, del soul, creo que ahí está lo chévere.
¿Crees que en la era del reggaetón hay más oportunidades para la música latina? ¿Por qué? Consideremos que el reggaetón lleva ya muchos años triunfando y que eso no necesariamente ha significado que otros ritmos o proyectos con impronta latina hayan logrado surgir con igual impulso.
Yo creo que se ha abierto una puerta importante con el reggaetón para que la gente de otros lugares sienta curiosidad por nuestra cultura y por nuestra música, sin embargo, siento que el reggaetón no muestra del todo la diversidad rítmica y musical que existe en Latinoamérica, siento que se queda en un solo estilo y en una sola perspectiva y no busca en la riqueza del son, de la cumbia, del tango, del merengue, de la plena, de la bomba… Siento que se pierde mucho en decir que esa es la música latina, que perdemos mucha información, mucho legado que hay ahí de nuestra cultura, y en ese sentido celebro que sirva de punto de partida, para llamar la atención, pero siento que tenemos que reforzar y nutrir esa propuesta con lo que sí realmente nos identifica de ese riquísimo legado musical que nos dejaron.
Decía Christina Rosenvinge en una entrevista que «las letras de canciones no están lo suficientemente valoradas como forma de cultura». En Candela y en todo tu trabajo previo las letras son importantes y se nota. ¿Qué piensas al respecto de su afirmación, considerando que muchas de las canciones más exitosas a nivel global ahora mismo destacan por la simpleza de sus líricas?
Creo que hay un momento para todo. Hay momentos en los que trato de desarrollar mis letras y de buscar no solo en la inspiración, sino también en la documentación y en la cultura en un sentido amplio, no solo la musical, pero también tengo momentos en donde quiero escuchar algo sencillo, botar el golpe y no pensar.
Siento que ambas direcciones son válidas, sin embargo, lo que se ha dado conocer de la música latina ha sido solo ese lado, el simple, y en paralelo hay una corriente importante de músicos latinoamericanos tratando de mostrar ese otro lado y se empieza a abrir un camino para nosotros, para ese tipo de artistas que quieren entregar un poquito más y ser un poquito más trasparentes con la realidad de la cultura latinoamericana.
Hace poco conversé con Adrián Dárgelos de Babasónicos y él insistía en que es una labor más o menos inútil querer ser un Justin Bieber, una Beyoncé o incluso una Shakira, ser un artista que le guste a todo el mundo y le recomendaba a los nuevos talentos que se olvidaran de «ese sueño pop» y que optaran por ser «incómodos». ¿Piensas que es naif querer ser una super estrella en este mercado musical?
Comparto bastante ese comentario, hay que proponer e incomodar y llevar a lugares diferentes al público porque además el publico lo capta y lo entiende. Yo lo he hecho, sobre todo desde mi segundo disco, A la mar, donde decidí ser incómodo y ser transparente con mi arte y con mi creatividad y no buscar que la canción sea la número uno de la radio, justo ahí encontré otro camino y otro lugar dentro de la industria de la música, un lugar donde yo me siento cómodo, donde no pretendo ser una súper estrella, donde siento que hago música por vocación y por amor. Y claro, yo vivo de la música, pero desde ese lugar también puedo vivir de la música. Siento que es un gran momento para artistas como yo que quieren vivir de la música y dejar algún tipo de legado sin pensar tanto en la fama o en las listas o en la farándula. Existe ya un buen espacio para que ese tipo de artistas emerjan. Igual cada quien tiene su vocación, habrá algunos que tienen la vocación de ser una gran estrella y lo serán…
Volviendo a Candela y a ti. Si Candela es el cierre de un ciclo… ¿qué viene a continuación en la carrera de Vicente García como artista y como productor?
Siempre he abogado por la libertad creativa y de estilos y de ritmos, y dentro de esa libertad me he sentido muy cómodo con hacer música tropical, pero también he descartado temporalmente otras oportunidades de hacer otra música que también me gusta y que quiero retomar como el soul, el R’nB, el reggae, que sigue siendo tropical pero no desde el punto de vista del folclor. Últimamente he hecho mucha música a partir de lo que leo y de lo que investigo, pero al final sigue siendo música bailable, música para divertirse, también quiero hacer música desde mi casa con drum machines, con sintetizadores, tener el chance de sacar música con menos distancia entre un disco y otro, quiero proponer otra estética. Trabajé y sigo trabajando en un proyecto con Eduardo Cabra que se llama Trending Tropics que también me hizo explotar otra parte que me encanta y que no había podido explotar que es la parte de la electrónica, de las programaciones, de los sintetizadores y por ahí también quiero trabajar, quiero empezar a trabajar en inglés, con artistas de otros lugares, quiero expandirme también en otros lugares y en otras maneras.
Y de visita a España, ¿qué esperas? ¿qué te quieres llevar de aquí? ¿harás además alguna colaboración o experimento con algún artista local? ¿Con quién te gustaría grabar algo?
Tengo muchísimas ganas de tocar este disco nuevo Candela, y estoy súper contento con la gira porque siento que este disco tiene algo distinto a A la mar que hace que la personas aunque no se sepan las canciones pueda disfrutar del concierto por la musicalidad, por los ritmos, porque es música mucho más bailable que el disco anterior y siento que el publico español y europeo va a responder muy bien a eso y tengo muchísima ilusión.
Hay muchísimos artistas que me gustan y me encantaría hacer algo con ellos, por ejemplo Macaco, que ya lo conozco y que ya he trabajado algunas cosas con él, me encantaría grabar algo. A Rosalía también que la sigo desde hace muchísimo tiempo, y bueno, tuve ya el honor de trabajar con Vetusta Morla en el disco de Trending Tropics, y sí como ellos, muchísimos.
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Para todos los que ya se hayan animado a echar un pie, Vicente García visitará Barcelona, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Valencia y Granada. Abajo los detalles. ¡Nos vemos en la pista!