'La Audición', la nueva película de Ina Weisse que refleja el sacrificio de dedicarse a la música
Nina Hoss, protagonista y premiada con la Concha de Plata a mejor actriz, cuenta que nunca antes había tocado el violín
La Audición ha formado parte de la Sección Oficial de la 67 edición de San Sebastián junto a su protagonista, Nina Hoss, que fue premiada con la Concha de Plata a mejor actriz. Junto a ella, la acompañan Simon Abkarian, Jens Albinus, Sophie Rois, Thomas Thieme y Winnie Böwe. La película ha sido dirigida por Ina Weisse, conocida por su trayectoria en el cine alemán y escrita por Daphne Charizani. El largometraje refleja el sacrificio que supone dedicarse a la música. Se estrenará en España el próximo 15 de noviembre.
La Audición narra la vida de una profesora de violín, Anna Bronsky, en un prestigioso instituto de música. La historia comienza cuando Anna admite en la prestigiosa escuela de música a un chico, Alexander, en el que encuentra un notable talento. A partir de aquí, Anna dedica su tiempo a ensayar con su nuevo alumno, para que este apruebe el examen: la audición. En este tiempo, Anna se va alejando cada vez más de su familia, y su alumno se convierte en el centro de su vida.
La historia gira en torno a la protagonista, Anna Bronsky. Se muestra su día a día de cómo una mujer exigente, con ciertas inseguridades, y con un pasado que le persigue se ve incapacitada para seguir una vida con normalidad, hasta el punto de no tener comunicación con su familia. Esta, se involucra tanto en la futura audición de Alexander que olvida su vida personal, y sin quererlo, crea una cadena de engaños e inseguridades.
La directora ha apuntado que la protagonista: «No es una persona enfadada, solo que duda de sí misma, y le traslada las dudas a su hijo», a lo que ha añadido «nadie es malo o bueno, va más allá de dos bandos«.
Ina Weisse ha contado que «cuando empieza a escribir no piensa en alguien específicamente que interprete un personaje, pero que en esta ocasión, cuando terminó la obra, sabía que Nina Hoss encajaría como Anna Bronsky a la perfección», a lo que ha añadido la actriz alemana que «el trabajo realizado para la grabación le ha supuesto un crecimiento enorme como actriz, y como artista», ya que ella ha sido amante de la música clásica, en concreto, del piano «pero el violín no lo había practicado nunca«.
La explosiva y cuidada personalidad de la protagonista da todo el realismo que necesita la película, desde el principio se encuentra en situaciones cotidianas, que, sin embargo, no nos ayuda a conocerla en profundidad. Esto pasa con el resto de los personajes, la película es tan realista que no llegamos a tener una claridad de cómo es el personaje, ni qué relación mantienen entre ellos.
Esto, es muy característico del cine de Ina Weisse, esa frialdad entre personajes se encuentra presente en todo el largometraje, nos recuerda a su segunda película The Architect. Esa misma frialdad es la que impide que te pongas en su lugar y te compadezcas de lo que le ocurre. La protagonista ha halagado la interpretación de los jóvenes: «Ilja Monti transmite miradas como la de en su primera escena, que no le hacía falta guion, lo decía todo con los ojos«.
Mención especial también hay que hacerle a la música del filme, lo único que da «descanso» a la agonizante vida de Anna, transmitiendo la evolución de la protagonista, que empieza desde la época barroca de Bach, hasta temas más modernos. El sacrificio que supone dedicarse a la música es el mensaje que está presente durante toda la película, esto se relaciona directamente con otras modalidades, como por ejemplo, el deporte en El Cisne Negro, de Darren Aronofsky.
Según la directora del largometraje «la música es la que marca el ritmo al largometraje«. «No quería poner piezas muy conocidas, pero sí muy importantes para mí, de hecho, la pieza con la que se examina el alumno de Anna, es una pieza que yo practico desde hace 13 años«, concluye la directora.