Camela: "Ahora se nos está dando el reconocimiento que se nos tenía que haber dado hace 20 años"
Si tengo que poner un hilo musical a mi infancia, sin duda, en él sonaría Camela. Mi madre coleccionaba todos los casetes de ese grupo con el cual se empezaría a hablar de la tecno-rumba. A todo lo que podía dar su enorme radiograbadora Panasonic cada mañana me despertaba con esos registros vocales aflamencados enmarcados en estructuras de pop con las voces de Dioni, Ángeles y Miguel Ángel cantándole al amor y al desamor.
‘Lágrimas de amor’, ‘Sueña mi corazón’, ‘Estrellas de mil colores’, ‘Te quiero a morir’ y, por supuesto, ‘Me gustan tus ojos’ –con la cual me iniciaría en las cuatro coplas del baile folclórico más popular de España– eran los mantras que día sí y día también recitaba la madre que me parió.
De eso hace ya 26 años, un cuarto de siglo desde que Dioni –que por aquel entonces trabajaba como transportista y vendiendo en los mercadillos– y Ángeles –que trabajaba en una imprenta– reuniesen 200.000 pesetas con ayuda de amigos y familiares para hacer una maqueta. «No lo hicimos para mandarla a una discográfica, sino por hobby», nos cuenta Ángeles mientras nos tomamos un café con hielo en una cafetería cerca del Paseo de la Castellana. Son las 17.00 de la tarde y el calor no puede ser más sofocante.
«Ángeles es mi cuñada, y cuando su hermana y yo empezamos a vivir juntos ella se venía y cantaba conmigo. Nos dio por ir a un estudio y grabar, pero no lo hacíamos para mandarlo a una discográfica», recuerda Dioni, que nos saluda con un choque de codos con el humor y la cercanía que le caracteriza. «Nuestro primer concierto fue en la Línea de la Concepción, en una discoteca que se llamaba Bad Boy, era 1994», cuenta entre risas haciendo hincapié en el nombre del local. «Nos pagaban 250.000 pesetas, unos 1.500 euros, y de ahí teníamos que pagar nosotros todos los gastos. Nos quedaron libres unas 5o.000 pesetas, que son como 300 euros. Yo no había ganado eso en mi vida, lo máximo que había sacado en un mercadillo en un día habían sido 12.000 pesetas».
Y desde entonces, 16 álbumes de estudio, millones de copias vendidas y cientos de conciertos. Su último sencillo ‘Su locura, mi placer’, producido por Dioni y escrito por su hijo Rubén. Un single acompañado de una grabación audiovisual salpicado de referencias cinematográficas que evoca escenas míticas de la historia del séptimo arte, como ‘Casablanca’ y ‘Thelma y Louise’.
Sobre la evolución en su música, la salida del grupo hace siete años de Miguel Ángel Cabrera –compositor de muchos de sus éxitos– y sobre la crítica y el rechazo que durante todo este tiempo han sufrido por parte de críticos, medios y la industria musical hablamos con Dioni y Ángeles, que también acaban de sacar libro, ‘Camela por Camela’, donde revelan los peores momentos de su trayectoria, la traición y los abusos, los menosprecios, los desencuentros y las reconciliaciones.
Acabáis de sacar nuevo single, ‘Su locura, mi placer’, donde cantáis al amor, como en la mayoría de vuestros temas. La idea del amor puro y romántico parece que se ha ido perdiendo con el paso de los años, pero sigue siendo la principal temática de vuestras canciones…
Como comentáis, ahora es Rubén y Ángeles los que componen para Camela desde que Miguel Ángel Cabrera abandonase el grupo hace seis años, ¿qué pasó?
¿Pero por qué tomó esa decisión después de tantos años?
¿Con qué os quedáis en estos 26 años de carrera musical?
Tuvisteis unos inicios muy difíciles, sin el apoyo ni la aceptación de la crítica ni de los medios. Muchas radios vetaron vuestra música. ¿Creéis que se os ha estigmatizado o minusvalorado?
¿Consideráis que han sido clasistas con vosotros?
También habéis sufrido cierto ostracismo por parte de la industria musical en general. ¿Os habéis sentido menospreciados?
Además de la crítica y de los medios, por parte del público también ha habido un rechazo a la hora de reconocer que escuchaban a Camela. ¿Por qué alguna gente se avergüenza de decir que os escucha?
Por primera vez el año pasado pudisteis actuar en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en el Wizink Center de Madrid, habéis tocado en Sonorama… ¿Se puede decir que Camela está ahora en su mejor momento y que por fin se os está reconociendo?
D: Sí, desde hace tres años para acá. Mucha gente que no reconocía nuestro trabajo ha tenido que claudicar y reconocer que estamos aquí por algo. Desde hace tres años para acá se nos esta dando el reconocimiento que se nos tenía que haber dado 20 años antes.
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