Relato y catarsis en primera persona del abuso sexual en una audición de cine
El Festival de Cine Alemán se inaugura con el documental The Case You, protagonizado y dirigido por seis víctimas de un caso real de agresiones
En 2015, más de 300 jóvenes actrices participaron en una audición para una película en Alemania. El proyecto corría a cargo de un director polémico que quería explorar en pantalla un caso de incesto. Las convocadas a aquel casting fueron coaccionadas para desnudarse. Sin previo aviso y frente a la cámara, varios miembros del equipo las manosearon y golpearon. Algunas de ellas eran menores de edad. Años más tarde, aquel material fue usado para integrar un documental para el que no se les solicitó consentimiento.
Un grupo reducido de las afectadas decidió denunciar el caso en los tribunales. Seis de ellas han participado en un documental donde exploran su dolor, su frustración y su vergüenza. Cinco son las actrices que relatan la vivencia traumática frente al objetivo. La sexta es la directora Alison Kuhn, que firma una ópera prima, The Case You, que es al tiempo catarsis y terapia, empoderamiento y llamada de atención. La película inaugura hoy, 9 de junio, el Festival de Cine Alemán de Madrid.
«La mejor forma de abordar una historia universal es partir de lo personal y lo local. No somos expertas en abusos de poder, sólo podemos contar nuestra propia experiencia para que la gente extraiga conclusiones. Mostramos cómo hubo límites que se sobrepasaron durante todo el rodaje y planteamos la existencia de problemas laborales estructurales», expone la realizadora novel, quien rodó el filme en su primer año de estudios de dirección.
Kuhn arrancó la preproducción dos semanas después de empezar las clases en la escuela de cine más antigua de Alemania, la Universidad de Babelsberg Konrad Wolf. El rodaje tuvo lugar en el segundo semestre con un presupuesto ínfimo, pero una pulsión que ha proyectado el debut a la programación de festivales internacionales, como el Festival Internacional de Cine Documental de Ámsterdam y el Millenium de Bruselas.
«Lo sentimos como algo urgente. Al fin había personas dispuestas a hablar de asuntos latentes en la industria del cine y no quería dejar pasar la oportunidad. Tenía la sensación de que era ahora o nunca, porque aunque han pasado años de aquella audición, los recuerdos y las emociones siguen presentes», explica la directora, quien de hecho, considera que el movimiento #MeToo ha ayudado a que la película haya sido seleccionada en festivales que de no haberse dado una conversación en libertad en los últimos años sobre los abusos en la industria hubieran tenido reparos en programarla.
Dar voz y aliento a las víctimas
Durante el desarrollo del proyecto tuvo claras dos cosas interconectadas, que no iba a aparecer frente a la cámara y que no iba a dar voz al director, pues querían evitar a toda costa la trampa de crear una plataforma para las personas que cometieron las agresiones. La presencia de Kuhn iba a ser la misma que la del resto de su equipo, porque consideraba imprescindible dar un paso al lado y volcarse en las protagonistas: «No quería estar muy involucrada para estar disponible como la persona en la que podrían confiar si algo las molestaba o si necesitaban desahogarse».
El objetivo final era poner el foco en las damnificadas, en aquellas actrices incipientes que sufrieron las agresiones y siguen lidiando con sus consecuencias años después.
Sus cinco protagonistas mantienen la mirada firme en el objetivo. Sus imágenes en grupo y por separado se intercalan. Las preguntas se acumulan: ¿Dónde se halla la barrera infranqueable entre la voluntad del individuo y el rol del actor?¿Por qué la reacción de la víctima es culpabilizarse de inmediato a sí misma?¿Se puede glorificar un asalto sexual como una obra de arte?
«Nos sentimos un poco como un grupo de terapia. Todas las actrices me transmitieron que se habían sentido aliviadas y se habían quitado un gran peso emocional de encima», revela la directora, que sin embargo, no ha tenido tiempo de pararse a revisar su propio proceso de purga.
Tanto el rodaje como la promoción de The Case You le han mantenido la cabeza ocupada, pero siempre ha hecho las veces de repositorio de la aflicción y el empoderamiento de otras. De hecho, a raíz del estreno de la película, muchas mujeres se han puesto en contacto con ella para relatarle experiencias similares, no sólo en la industria del cine y del teatro, sino en otros ámbitos. «Es liberador, pero también me muestra que hay mucho que cambiar y que son demasiados los casos», lamenta.
Exorcizar el espacio
En las entrevistas a cámara, las cinco actrices detallan lo vivido durante y después de los hechos. Una cuenta que llegó a plantearse cambiar de nombre por la angustia que le creaba que en un futuro ideal en el que consiguiera medrar en su profesión, alguien rastrease su nombre en internet. Otra le dice a la cámara, remedo de la que entonces le filmó, que la próxima vez no se dejará manipular y le arreará un puñetazo al director en la cara. Una tercera lamenta que en su oficio, a todo aquel que denuncia abusos se le presupone Al menos dos de ellas reconocen haber sufrido nuevas agresiones.
Si esta exposición disuade a posibles directores de contratarlas, Kuhn considera que será algo bueno, porque actuará de filtro. «No es el tipo de profesionales con los que queramos trabajar. Quizás va a ser una buena oportunidad para que las actrices den con los proyectos futuros adecuados», augura.
El escenario del rodaje es un aula de teatro vacío, que puede recordar al espacio donde tuvo lugar la fatídica audición. «Fue muy liberador tomar esta habitación en la que resuena mucho dolor ligado a la intimidad y convertirla en un lugar seguro. La convertimos en una burbuja. Por supuesto estaba preocupada de que los espectadores estuvieran dispuestos a ver 80 minutos rodados en una única habitación, pero funciona bien, porque gracias a nuestro director de fotografía encontramos diferentes acercamientos y distintas perspectivas. De haber tenido más dinero, no hubiera hecho otra película».
El proyecto ha dado pie a paneles de discusión sobre los abusos de poder en el cine y planes para integrar coordinadores de intimidad en los estudios de interpretación. Kuhn aplaude que The Case You se esté proyectando en escuelas de interpretación para poner en alerta a las potenciales víctimas, pero conmina a las universidades de cine a exhibirlas «para que los futuros directores se hagan cargo y sean consciente de su poder».