Libertad sobre ruedas

Esto va sobre supervivencia. Más allá del romanticismo de una vida en contacto con la naturaleza, autosuficiente, independiente, libre como preconizaba Henry David Thoreau en Walden. Esto trata de quitarse una carga económica tan sangrante como la vivienda. Trata de pobreza. De seguir teniendo que realizar trabajos temporales con sesenta o setenta años para poder vivir. Una vida sobre ruedas no significa una vida de aventuras, de asueto. Implica que el modelo económico ha fallado, y que Estados Unidos de América, no es ninguna salvación, ni panacea, ni modelo, ni el ejemplo que quieren vendernos.

La película Nomadland de Chloé Zhao sigue ciertas premisas de la obra de la periodista Jessica Bruder. Cuenta con una espléndida Frances McDormand, quien también produce la película, e incluye en el reparto a muchos nómadas. Zhao recoge a través de una lograda fotografía, los contrastes de la naturaleza y expone una ficción suavizada, sin adentrarse en las situaciones sociales, en las redes que llevan a esa situación, que provocan esas situaciones vitales de los protagonistas, forzados a esos últimos recursos de supervivencia antes de acabar viviendo en una «finca de ruedas».

En su ensayo Bruder recoge varios estudios del Departamento laboral de Estados Unidos de 2016. Uno de ellos indica que 9 millones de estadounidenses de sesenta y cinco años o más seguían trabajando, un 60% más que hace una década. Otro estudio señala que apenas el 17% de la población en edad de jubilación prevé dejar de trabajar por completo.

Supervivientes sobre ruedas

El panorama que presenta Bruder es desolador. Y real. Tremendamente real. Son las consecuencias prolongadas de la anterior crisis de 2008, sumadas a la gentrificación y a la desaparición de la clase media, junto a la quiebra del modelo económico y de la seguridad social estadounidense. En País nómada, editado en 2018 en Estados Unidos y en 2020 en español por Capitán Swing conocemos de cerca a muchos protagonistas de esta familia de «vagabundos sobre ruedas» como les han llamado algunos medios. Yo quizás prefiero llamarles supervivientes sobre ruedas. Bruder sigue el filo de sus historias de vida, conoce de cerca a muchos de estos protagonistas, se integra de cerca en esos grupos y hace un seguimiento de cerca, conectando especialmente con algunos como Linda, LaVonne o Swankie.

En País nómada, encuentras desolación y pobreza, pero también mucho empuje, una gran lucha por vivir, por sobrellevar la soledad al tiempo que florece un gran espíritu de comunidad. Bruder crea lazos, cuenta muchas historias personales que poco a poco van tejiendo una red, una configuración real y personal de estos supervivientes sobre ruedas. Su narración humaniza, expone las condiciones laborales en  diversos sectores, desde la campaña de Navidad en almacenes de Amazon hasta los empleos temporales en campings, en restaurantes, el recurso de la compra-venta en mercadillos, los empleos esporádicos de cuidador, vendedor o dependiente, en recolecciones agrícolas de temporada u otros.

Las nuevas tecnologías han permitido que ciertos blogs (CheapRVliving.com de Bob Wells o The Adventures of Tioga and George), plataformas como Reddit, grupos de Facebook específicos, sirvan para crear una comunidad y disponer de una primera toma de contacto para elaborar una lista de consejos para saber cómo sobrevivir viviendo en una furgoneta o una caravana. Formando una «familia sobre ruedas» que se reúne anualmente en convenciones como la de Bob Wells (Rubber Tramp Rendezvous) en Quartzsite, Arizona.

Emoción y realidad

Primero vi la película, Nomadland, de la directora Chloé Zhao. Me fascinó la fotografía y la interpretación de Frances McDormand. Conocía a Zhao por The Rider, y sabía que contaba con una mirada personal y con elementos infalibles. Sin embargo, al leer el ensayo de Bruder pienso que la película apenas roza la superficie del fenómeno expuesto en País nomada. Que no va a la raíz del problema, quedándose en el universo de las emociones sin tocar lo social, lo dramático de lo que cuenta, que es real y es tremendo. 

El modelo de seguridad social estadounidense es diferente al nuestro. Existen otras diferencias territoriales, de oportunidades y de oferta laboral. Todo lo que narra País nómada puede parecernos ajeno, lejano. Pero, ¿realmente lo es?