Dante: 700 años de misticismo y exilio
Una nueva biografía del poeta florentino nos descubre su accidentada vida, sus luces, sus sombras y sus viajes a través de varias ciudades Estado del medievo.
En otoño pasado comenzaron las celebraciones de los setecientos años de la muerte de Dante Alighieri, aquella que tuvo lugar en Rávena en septiembre de 1321 mientras il Sommo Poeta se encontraba en el exilio. Este destierro, que cambió su estatus ciudadano, marcó tanto su vida como su obra cumbre: La Divina Comedia.
No es de extrañar que, a propósito de la conmemoración de la muerte del poeta, las novedades de la rentrée traigan a las librerías españolas una nueva biografía del máximo autor florentino. Dante escrita por el historiador medieval Alessandro Barbero, publicada por editorial Acantilado y traducida por Marilena De Chiara, reivindica la vida política y familiar del poeta, así como los ensoñamientos en La Comedia y la experiencia de vida durante el exilio del poeta.
Es a través de Barbero empezamos a conocer algunos datos curiosos de Dante que lo despojan de la casposa y aburrida seriedad que se le da a muchos autores clásicos o del medioevo, quizás, debido a que el historiador también es una estrella en la televisión italiana ayudando así a tener más herramientas para lograr una conexión con el lector.
En esta biografía conocemos que el verdadero nombre del poeta es Durante (Dante) porque a los florentinos les encantaban los diminutivos, explicando así otros nombres como Uliveri (Veri), Ranieri (Neri) o Bonaccorso (Corso). También sabemos que uno de los primeros biógrafos del poeta, Giovanni Bocaccio, sintió una fascinación por entender la vida amorosa de Dante –no nos sorprende- y es a partir del escritor del Decameron que nos enteramos que no fue una Beatrice sino una Gemma su verdadera esposa o, que al Poeta Supremo, el latín le parecía “una lengua inventada” , «una magnífica invención para remediar» la confusión que había provocado la torre de Babel.
La política, el exilio y la marca mística en la obra de Dante
«La vida política de Dante lo abocará a la catástrofe del exilio» afirma Barbero pero, a diferencia de que muchos expertos reconocen que Dante fue víctima en su exilio de jueces sesgados, esta biografía esclarece mejor el caso reconociendo que el poeta podría haber sido condenado por abuso de su cargo. Dante no era un corrupto afirma Barbero, pero «no es imposible» que se aprovechara de su poder para favorecer a sus aliados políticos.
Los recuerdos de Dante en el priorato se vean reflejados como «una selva oscura» en pasajes de La Comedia, una verdad biográfica como explica Barbero, quien con sorna también afirma: «La prevaricación era la pesadilla de la vida política italiana (naturalmente solo en la Edad Media) y Dante la estigmatiza rabiosamente en el Infierno, donde condena a los corruptos a un pozo lleno de pez hirviendo».
Más allá de la política, esta biografía intenta desvelar el enigma de Dante: su insondable grandeza o su imperfecta humanidad. El enigma para Barbero se escapa en sus obras. Desde textos como Convivio a De la monarquía, la obra maestra del poeta es difícil de encajar. La Comedia presenta en el canto I del Infierno algo que pudo haber sido un sueño o una visión, pero junto a la estructura del sueño, el poema presenta el viaje, que es metáfora de la vida, y al mismo tiempo, la aventura caballeresca como el sentido de la existencia. Para Barbero la Comedia, en el sentido medieval de la obra, tiene un comienzo triste y lúgubre, con final deslumbrante que a muchos les parecía profético.
Esta biografía de Dante también desvela a su narrador, un biógrafo al que le encanta contar. Alessandro Barbero no se deja nada en el tintero, pero a su vez, narra con una fuerza sintética que logra entretener al lector sobre los aspectos particulares del poeta florentino. También podemos leer detalles góticos y elegantes como la sangre y el sudor de la batalla de Campaldino, esa que abre la biografía, donde se reflejan las frustraciones juveniles de Dante como aspirante a una vida aristocrática a la que le habría destinado su familia.
Si la vida de Dante lo llevó al exilio, fue el exilio lo que le dio el coraje para la introspección, reflexión que se ve plasmada en su obra. De la misma forma, Barbero tiene el coraje para narrar la vida de una gran figura, más allá de la visión del admirador, el biógrafo nos reconcilia con la visión más humana y mística del exiliado poeta florentino.