¿Dónde están los médicos? Analizamos la situación sanitaria en la Comunidad de Madrid
¿Sabemos realmente cuántos médicos trabajan actualmente en la Comunidad de Madrid?¿Cuánto personal sanitario contrata la capital frente a otras autonomías? Y, sobre todo, ¿cuáles son las condiciones laborales en las que trabajan estos profesionales?
«España tiene un problema evidente de falta de médicos y enfermeros. No nos podemos engañar, no hay médicos en España. Tenemos que hacer incentivos a corto plazo para que vengan médicos al país a trabajar»
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid
Este lunes, la presidenta regional se reunió con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En la rueda de prensa que siguió al encuentro, Ayuso miraba de reojo al presidente del Ejecutivo, y aseguraba que la Comunidad de Madrid no había dejado de trabajar ni un solo día desde el inicio de la pandemia, pero que ahora eran necesarias «actuaciones». Aunque decía entender la «situación en la Atención Primaria», situaba el verdadero obstáculo en la ausencia de médicos en toda España. El problema, entonces, dejaba de parecer algo remediable para convertirse en una cuestión insultantemente sencilla. La presidenta se escudaba bajo la impotencia de que, simplemente, no los hay.
Siguiendo la línea de Ayuso, el viceconsejero de salud pública, Antonio Zapatero, ponía el foco especialmente en la Comunidad de Madrid, y aseguraba haber solicitado al Ministerio de Sanidad la contratación de médicos extracomunitarios, para que puedan trabajar en la región y así paliar la falta de personal sanitario.
Sin embargo, tratemos de contextualizar unas declaraciones que destilan cierto alarmismo: ¿sabemos realmente cuántos médicos trabajan actualmente en la Comunidad de Madrid? ¿Cuánto personal sanitario contrata la capital frente a otras autonomías? Y, sobre todo, ¿cuáles son las condiciones laborales en las que trabajan estos profesionales?
¿Cuál es la situación de Madrid en estos momentos?
Según los últimos datos disponibles en el Servicio de Salud de Madrid, con fecha del 31 de agosto de 2020, estos son los médicos contratados:
- Atención hospitalaria: 11.756
- Atención primaria: 5.417
- Summa 112: 550
Ahora bien, de esos 11.756 médicos que trabajan en hospitales, un 50% (5.870 sanitarios) está contratado de manera temporal. En Atención Primaria, 3.918 del total (en torno a un 72%) son médicos con contrato fijo. Y es que Madrid, junto con Galicia y Andalucía, es la comunidad autónoma con mayor índice de contratos temporales entre sus sanitarios, según la Agrupación Sanitaria Española (ASAES).
Con respecto a las retribuciones, el salario mensual de un médico de familia en la Comunidad de Madrid es de 3.013,89 euros, según los datos de 2020 ofrecidos por el CSIF (Centro Sindical Independiente y de Funcionarios).
Sin embargo, los datos actualizados hace apenas un mes en la web del Servicio Madrileño de Salud no detallan cuántos de esos efectivos han sido contratados únicamente para paliar las necesidades de la pandemia. Si tenemos en cuenta que se han realizado 9.347 contrataciones de refuerzo de momento, prolongadas hasta el 31 de diciembre (según informa El País), y damos por sentado que dichas contrataciones temporales están incluidas en los últimos datos del 31 de agosto, el total de personal facultativo existente en Madrid sería muy bajo. Además, este verano se habrían realizado otras 5.398 incorporaciones de refuerzo, principalmente de enfermería, técnicos de enfermería y celadores, de las cuales ya está activada la renovación de todas las enfermeras (más de 1.000) también hasta el 31 de diciembre. En total, por lo tanto, hasta finales de año habría 10.400 contratos de refuerzo.
¿Cuál es la situación de los sanitarios en otras comunidades autónomas?
Según los datos ofrecidos por el Sistema Nacional de Salud en julio de este año, en España hay actualmente 149.000 profesionales médicos: 36.000 en los Equipos de Atención Primaria, 85.000 en hospitales y 3.000 profesionales en servicios de urgencias y emergencias. Además, unos 26.000 especialistas están siendo formados.
Sin embargo, los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad para conocer los efectivos sanitarios en cada autonomía son de 2018. Según estas cifras, las comunidades autónomas con mayor número de profesionales sanitarios por cada 1000 habitantes eran:
- Aragón: 4.995
- Navarra: 2.360
La situación en ambas autonomías resulta verdaderamente ilustrativa no sólo porque, proporcionalmente, son las que más efectivos tenían, sino también por las condiciones laborales que ofrecían a sus profesionales. En Aragón, un médico de Atención Primaria (AP) cobraba en 2018 unos 4.521,16 euros mensuales, la misma cantidad que un médico de urgencia hospitalaria. En Navarra, tanto los médicos de AP como los de atención hospitalaria recibían el mismo sueldo: 3.795,85 euros al mes, según los datos de 2018.
En esas fechas, Madrid (con un total de 23.337 sanitarios) se encontraba por debajo de Aragón, Navarra, Castilla y León, Asturias y País Vasco en cuanto a número de profesionales de la medicina por cada 1000 habitantes. ¿Por qué la capital tenía unos niveles tan bajos de sanitarios frente a otras autonomías? La respuesta es sencilla: prefieren otras comunidades. Entre las principales razones, podemos concluir que la diferencia de salarios era un hecho: en 2018, los médicos de familia madrileños cobraban 2.882,64 euros mensuales, una cantidad muy inferior a las señaladas previamente en Aragón y Navarra. Además, un 20% de estos médicos de Atención Primaria y casi un 40% de los médicos de urgencias y emergencias eran contratados de manera temporal (o bien como interinos o bien como personal eventual).
Con respecto a las autonomías con las cifras más bajas, Ceuta y Melilla se encontraban en el último puesto, con 402 profesionales contratados en total cuando el ministerio de Sanidad elaboró el informe en 2018.
Entonces, ¿qué puede hacer Madrid para recuperar a sus médicos?
Si bien los datos muestran una ligera subida de salario entre 2018 y 2020 para los médicos de cabecera de la Comunidad de Madrid (de 131,25 euros al mes); la realidad es que la estabilidad de sus contratos ha empeorado en estos dos años: ahora, el 50% de los médicos hospitalarios depende de un contrato temporal, y el 30% de los médicos de familia se encuentra en la misma situación (frente al 20% contratado como personal temporal en 2018).
Sin embargo, estas no son las únicas reivindicaciones que se escuchan entre los profesionales de la medicina. Ante la inminente huelga de los sanitarios madrileños convocada para el 28 de septiembre, el sindicato Amyts explica en su web cuáles son sus principales reclamaciones, muchas de ellas vinculadas a la actual pandemia:
- La correcta protección para todos los profesionales de los centros de salud y dispositivos SAR (Servicio de Atención Rural).
- La realización de PCR continuas a todos los profesionales al inicio de su reincorporación al trabajo tras un periodo ausente por el permiso que corresponda.
- Garantizar un mínimo de 10 minutos por paciente y un máximo de 30 pacientes al día para la Medicina Familiar; 21 pacientes al día en Pediatría; tal y como marca la Ley de Presupuestos de la Comunidad de Madrid.
- Teletrabajo como adaptación de trabajadores especialmente sensibles al coronavirus[contexto id=»460724″].
- Cubrir el 100% de las ausencias de personal facultativo y adecuar las plantillas a las dimensiones reales.
- Adecuación a la normativa de prevención de riesgos laborales, de los espacios de descanso, zonas comunes y dormitorios en dispositivos SAR.
- Una financiación adecuada para que la Atención Primaria pueda ser atractiva para recuperar a los médicos de familia, pediatras, odontólogos y farmacéuticos que se han marchado de este nivel y fidelizar a los que están.
- Considerar como trabajo extraordinario cualquier exceso de jornada o carga extra de trabajo.
El vicesecretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (Cesm) españoles, Víctor Pedrera, denuncia que «lo que no hay son médicos en las condiciones que pretenden contratar»; y asegura que el porcentaje de médicos que se forman anualmente vía MIR (Médico Interno Residente) «es muy justo», por debajo de las necesidades reales. Cada año salen en España entre 6.000 y 7.000 plazas MIR, de los cuales cerca del 30% se va a trabajar fuera del país.
Su diagnóstico es muy claro: «En España hay un tapón y un agujero. El tapón son la falta de plazas MIR y el agujero son los médicos que deciden irse a trabajar al extranjero». A su juicio, la solución radicaría en un aumento de las plazas de formación y una mejora de las condiciones laborales para evitar esta «fuga» de profesionales, que se ha disparado en los últimos cinco años.
Isabel Díaz Ayuso ha insistido en que hacen falta «incentivos a corto plazo para que médicos vengan a España a trabajar». Quizá la presidenta no esté del todo equivocada. Quizá sí sea absolutamente necesario replantear las condiciones laborales en las que trabajan los sanitarios, ofrecerles ese incentivo. Pero lo que desde luego no hace falta es buscar desesperadamente profesionales de la medicina licenciados fuera de España. Tan solo el año pasado, unos 2.500 médicos solicitaron el certificado de idoneidad que les permite trabajar en el extranjero. ¿Se ha planteado la presidenta de la Comunidad de Madrid qué ocurriría si a los 2.500 sanitarios que decidieron probar suerte en un sistema de salud diferente se les hubiera ofrecido mayor estabilidad, una menor sobrecarga laboral y mayores oportunidades de desarrollo profesional?
Mientras esperamos una respuesta a esta pregunta y algún tipo de negociaciones por parte del gobierno regional para evitar la huelga del 28 de septiembre, las fuerzas de seguridad del Estado -soldados, policías y guardias civiles- solicitadas por la Comunidad de Madrid llegarán sin mayor dilación a las zonas restringidas a partir del próximo lunes.