5 GenZ que rompieron el molde y se hicieron empresarios de éxito

España es un país con pocos emprendedores. Los últimos datos aportados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) indican que solo el 2,6% de las adultos españoles entre 18 y 64 años crea una empresa propia, una cifra que está por debajo de la media comunitaria –4%– y que solo empeora Bulgaria en los países que integran la OCDE. Muy por encima se encuentran Chile (16,1%), México (11,1%) y Estados Unidos (9,7%).

En su estudio, se especifica que un 47,4% de los españoles encuestados que justificaron su inacción alegaron el miedo al fracaso, levemente por debajo de quienes aportaron este pretexto en el resto de países europeos (47,8%).

Para romper con este temor, sirven de ejemplo algunos casos, entre ellos uno español, que impresionan. Ben Towers, Tiffany Zhong, Àlex Sicart, Flynn McGarry son una fuente de inspiración para demostrar que la juventud no tiene por qué ser una barrera, más bien una oportunidad: ninguno de ellos supera los 21 años y todos tuvieron la valentía de hacer dinero a partir de sus pasiones.

Ben Towers

Cuenta el británico Ben Towers en la biografía de su página web, que tenía 11 años cuando un amigo de su familia le desafió a crearle una página web. El pequeño no tenía ninguna experiencia previa ni conocimientos de programación, así que arrancó con un tutorial de YouTube tras otro hasta que consiguió terminarla. Le recompensaron con 50 libras.

Con 13 años formó una protocompañía, Towers Design Website Design, con la que hacía diseños web desde su casa. La firma no tardó en crecer, comenzó a contratar, y en 2016, con 17 años, Towers ya tenía 19 empleados a tiempo completo y más de 1.300 clientes. Recientemente ha firmado un acuerdo de fusión con Zest y, según The Sun, tienen una previsión de facturación de 3,5 millones de libras (casi 4 millones de euros) para finales de 2018.

Tiffany Zhong

No hay muchos jóvenes que consigan que un periódico como The Wall Street Journal les dedique un reportaje por su olfato empresarial. Con 18 años, Tiffany Zhong se convirtió en la inversora más joven de Silicon Valley trabajando para la firma Binary Capital.

La voluntad de la compañía era que sirviera de nexo entre una generación y la anterior, aprovechar su juventud para acercarse a los Z. Ahora, con 21 años y ya graduada por la Universidad de Berkeley, su nombre es uno de los más solicitados por las compañías para realizar estas aproximaciones, aunque desde hace un año lo hace con su propia empresa: Zebra Intelligence.

Àlex Sicart

La obsesión de este catalán de 18 años es la economía colaborativa. Àlex Sicart no estudia en ninguna universidad, no le interesa. Con 8 años empezó a jugar con los códigos, con 13 creó su primera aplicación –Students Manager– a través de la cual compartía los deberes con sus amigos.

Desde hace un tiempo saca adelante un proyecto llamado Sharge, creado para compartir energía para los coches eléctricos, y consiguió una beca y estrecha colaboración con Audi cuando todavía no había terminado el Bachillerato. El sistema que diseñó se vale de la tecnología blockchain y utiliza una criptomoneda llamada shargecoin.

Flynn McGarry

McGarry se sentía incómodo cuando le llamaban el “chef adolescente”; aquello le parecía quedarse en la anécdota. Sus padres cuentan que con dos años ya hablaba de cocinar, y para demostrarlo se valen de un vídeo. Pocos años después, con apenas 15, ya trabajaba en el equipo de Daniel Humm, el chef más prestigioso del mundo, y con 20 años lleva su propio restaurante en una de las calles más exclusivas de Manhattan, en Nueva York.

En su caso, la juventud juega una mala pasada en términos de negocio: como no tiene la edad permitida para consumir y vender alcohol en Estados Unidos, tiene que ingeniárselas para poner vinos en sus cartas. Por el momento, lo hace a través de su hermana Paris, que es un año mayor.

Lisa y Lena Mantler

Lisa y Lena son mundialmente conocidas a sus 15 años. Estas gemelas alemanas tienen 26 millones de seguidores en Musical.ly y 11 millones en Instagram, han trabajado con artistas como Ed Sheeran o Zendaya, tienen líneas de ropa. Una fama que lograron gracias a sus divertidas coreografías en las redes sociales.

Solo en Musica.ly está documentado que el 10% de los likes que se comparten van a sus vídeos. Su cuenta es la tercera con más seguidores en Alemania. Sus diseños –con un estilo más deportivo– son un éxito y no es extraño que se les compare con el fenómeno de las hermanas Olsen.