¿Prohibido despedir?: "Mi empresa está muy vinculada al PSOE-A, nos despidieron 20 minutos antes del anuncio de Sánchez"
El Gobierno impedía el 28 de marzo los despidos por coronavirus. Sin embargo, la medida llegaba con dos semanas de retraso cuando miles de personas ya habían perdido su empleo
Prohibido despedir. Esa fue la nueva medida que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció el pasado viernes 27 de marzo con la intención de proteger a los trabajadores en unos momentos muy complicados marcados por la pandemia[contexto id=»460724″] y el estado de alarma que vive el país.
Sin embargo, la medida llegó con dos semanas de retraso y sin carácter retroactivo. El confinamiento comenzó el domingo 15 y, desde entonces, 833.979 personas –a fecha del 2 de abril– han perdido su empleo.
Desde UGT y CCOO, aprueban la medida tomada por el Gobierno, aunque reclaman que esta suspensión sea de forma retroactiva hasta el inicio del estado de alarma decretado ante la emergencia sanitaria por la expansión del virus Covid-19. Sin embargo, desde la CEOE advierten que esta decisión «no va en la dirección correcta» ya que «serán perjudiciales para el equilibrio económico». «Además, cuando un gran número de empresas, especialmente pymes y autónomos, están luchando para evitar el cierre en un contexto que ya se anuncia de recesión mundial, rechazamos de forma tajante que el Gobierno trate de arrojar sospechas y desconfianza sobre el empresariado», denuncian en un comunicado.
Mientras tanto, mientras patronales, sindicatos y gobiernos intentan encontrar la fórmula correcta, miles de personas han sido despedidas de forma definitiva, es decir, sin ser parte de un ERTE y sin la seguridad de que cuando pase toda esta situación puedan volver a su lugar de trabajo.
«Nos han despedido de forma rápida y rastrera»
Es el caso de Pablo –nombre ficticio a petición del entrevistado–, un cordobés de 32 años, trabajador en de una empresa de construcción, que el pasado 27 de abril, 20 minutos antes de que Pedro Sánchez anunciara la nueva medida, recibió un correo de la empresa anunciándole su despido. «Lo recibí a las 20:40 del viernes. Mi empresa está muy vinculada al PSOE-A, debieron de recibir alguna información antes del anuncio del presidente y 50 personas nos quedamos en la calle», nos relata el afectado, que llevaba tres años en esta empresa con un contrato por obra y servicio.
El motivo del despido por parte de la empresa fue el siguiente: «Debido a la situación emergencia sanitaria la obra para la que usted trabaja ha sido paralizada». Sin embargo, Pablo nos asegura que «es mentira». «La obra sigue y siguen teniendo personal trabajando en campo. Me ha sorprendido ser yo el que caiga, lo han hecho rápido y rastrero«, concluye.
Por su parte, la abogada laborista Beatriz Marín Bella, apunta a este periódico que, en estos momentos, el trabajador debería pedir siempre «el auxilio jurídico de un profesional, abogado o graduado social, que le asesorará sobre las posibles opciones» para que no se produzcan situaciones abusivas. Así, Marín recuerda que la empresa no podrá acudir al procedimiento de suspensión temporal de los contratos por motivos económicos, de producción, técnicos y organizativos derivados del coronavirus. «Cualquier actuación empresarial que opte por otras medidas de reestructuración (despido objetivo o disciplinario) deberán considerarse improcedentes por falta de causa», matiza la experta.
Por otro lado, si bien cabe recordar que con esta nueva medida, aplicable a partir del 28 de marzo, momento en el que fue publicada en el BOE, los despidos no se han impedido, sino que se han encarecido. Es decir, si un trabajador es despedido sin ser parte de un ERTE, la indemnización correspondiente será de 33 días de paga por cada año que se haya trabajado en la empresa, además del finiquito, y no 20 días como lo estipulado hasta entonces.
«Están aprovechando las renovaciones para despedir»
Sin embargo, a esta medida tampoco pudieron acogerse ni Lola ni Emi, de 23 y 26 años, de Granada y de Sevilla; una, periodista, la otra, profesora de infantil, porque sus despidos tuvieron lugar días antes del 28 de marzo.
La primera trabajaba en una agencia de publicidad con un contrato de prueba de un año con la mala suerte que su renovación debía producirse en abril. Sin embargo, el pasado 24 de marzo le comunicaron que no iba a ser posible la continuación de su contrato: «Dos semanas antes me dijeron que pensaban hacerme indefinida, ahora me han dicho que quizá a la vuelta me avisen. Pero la situación es de incertidumbre», nos relata la granaína, que ahora reside en Madrid «con dificultad para pagar el alquiler».
«Nos han despedido, pero nos exigen videollamadas de auxilio con los padres»
Por su parte, Emi, que desde octubre trabaja en una escuela infantil con un contrato por obra y servicio, también ha sido despedida sin posibilidad de retorno. «La directora nos dijo que el ERTE no era una posibilidad», nos explica con algo de enfado desde el otro lado del teléfono. Y es que la sevillana asegura que aunque han prescindido de su trabajo y el de otras cinco compañeras aún tienen que seguir trabajando desde casa, sin remuneración y sin contrato.
«Diariamente estamos en contacto con los padres a través del grupo de Whatsapp, subimos recursos a redes sociales y cuando lo necesitan hacemos videollamadas de auxilio con los padres para explicarles las actividades», confiesa la joven de 26 años, que aunque asegura no importarle hacer este trabajo porque se siente bien ayudando a las familias y a los niños, también espera que «la buena fe de todas sirva para algo y cuando todo esto pase volvamos a recuperar nuestro trabajo».