Las 7 startups españolas que tienes que tener en tu radar este 2021
Desde un café con certificación ecológica hasta una plataforma para luchar contra la soledad de los mayores. Siete iniciativas que debes conocer para empezar bien el año
Buscan obtener un beneficio y generar empleo para seguir creciendo, sí, pero también quieren contribuir con la sostenibilidad del medioambiente, combatir la soledad no deseada de las personas mayores o asegurarse de que los consumidores reciben recomendaciones fiables de lo que compran. Este año, según el informe Mapa del emprendimiento, de la plataforma de encuentro de startups South Summit, «el ecosistema refleja startups maduras que han sido capaces de lanzar un producto o servicio tangible o iniciar un crecimiento decidido». Lo que no hace el documento es poner nombre y apellidos a algunas de las iniciativas made in Spain que están redefiniendo el concepto de startup de una forma u otra.
«Creo que tenemos un país maravilloso, un país lleno de talento, de creatividad», decía recientemente a The Objective la fundadora de South Summit, María Benjumea. Las siguientes son solo algunas de las startups españolas que ejemplifican su comentario y a las que debes prestar atención este 2021.
Santa y bendita
¿Qué como hoy? Es una especie de rompecabezas diario en miniatura, algo así como elegir qué pantalones combinan con qué camisa para ir cada día al trabajo, solo que en este caso lo que está en juego no es la estética, sino la salud. En Santa y bendita han cambiado la pregunta a ¿qué como esta semana? Así, cualquier cliente puede elegir qué comer durante toda la semana de entre un menú a cargo del jefe de cocina Oscar Perálvarez que se va renovando también semanalmente para tener una dieta variada y sana que llega a su casa en un tupper ecológico. Pero, además, Santa y bendita quiere, en palabras de su CEO, David Naval, fomentar entre sus clientes «una conciencia ecológica, tanto evitando el uso del plástico, como promoviendo el uso de producto más natural y de cercanía», elementos clave en esta startup. Y sin olvidar, por supuesto, la calidad de la comida, «sin ningún tipo de conservante, saborizante o similar, y con una base ecológica», explica Naval a The Objective. «El otro día nos decía un cliente que es la primera vez en años que ha dejado de tener molestias de estómago desde que ha cambiado el menú del día por nuestros tuppers», celebra.
Ethics coffee
El café cold brew embotellado no es una novedad, pero sí lo es que la empresa que lo proporciona decida asumir un compromiso ético. Es el caso de Ethics coffee. «Nos aseguramos de que el café que utilizamos para nuestras infusiones siempre tenga certificaciones ecológica y de comercio justo», informa la web de la empresa. Ethics coffee, que utiliza exclusivamente café colombiano, nació en una playa de Barcelona hace tres años, cuenta su cofundador Lucas Vidal-Ribas. «Igual que variando nuestra manera de alimentarnos podemos cambiar el mundo, pensamos que podemos mejorar la sociedad estableciendo un modelo de empresa basado en entregar la máxima calidad, mientras reducimos al máximo el impacto negativo», explica Vidal-Ribas a The Objective. Todo el café de Ethics coffee viene en botellas de plástico reciclado. «Queremos que un café ecológico sirva para activar y motivar a la sociedad para luchar por un futuro más saludable y sostenible», incide su cofundador.
ApetEat
Ingredientes 100% naturales, locales, de temporada y sin aditivos. Suena mucho mejor que recalentar un filete reseco cocinado el día anterior durante el descanso en el trabajo y esa es la propuesta que lanza ApetEat, una startup dedicada a la cocina y entrega (fundamentalmente a la empresa, pero también a domicilio) de comida basada en recetas de la saludable dieta mediterránea. Según la propia empresa, todo el packaging es 100% ecológico, sostenible, biodegradable y compostable. «Nuestra idea es poder ayudar a las empresas a cuidar de sus empleados a través de la alimentación (llegamos a acuerdos especiales con empresas para promover que estas subvencionen una parte o la totalidad de los menús de sus empleados) y también dar respuesta a la necesidad de resolver el problema de comer durante la jornada laboral a todos aquellos trabajadores de aquellas empresas con las que (aún) no tengamos acuerdo», explica a este diario David Samaranch, cofundador y director de Producto de ApetEat. Pero, además, la empresa colabora con entidades como Salto, para dar empleo a personas con diversidad funcional, u Hogar Sí, para acabar con el sinhogarismo.
Proyecto Kulto
Poner en contacto a los agricultores locales con el cliente final. Esa es la misión de Proyecto Kulto. Es decir, reducir la huella ecológica de los tomates con los que hacer una ensalada comprándolos directamente a un agricultor que vive a pocos kilómetros en lugar de ir a un supermercado convencional, adonde han llegado tras su correspondiente viaje, por ejemplo, en avión. Los farmers markets (mercados donde los agricultores venden al cliente final los productos de su huerta) son populares en muchos lugares del mundo (además de la última moda hipster en California), pero en España es un concepto que no terminaba de calar. «Proyecto Kulto nace para apoyar e impulsar el consumo local y rural, con un uso responsable de los recursos naturales. Con nuestra plataforma, ayudamos a pequeños productores a vender sus productos ecológicos directamente a los consumidores y a un precio justo (el que ellos ponen)», cuentan a The Objective Pablo Quintero y Pablo Kaperotxipi, cofundadores de la startup. «Eliminando a todos los intermediarios conseguimos que los productores reciban el valor justo de su trabajo y los consumidores puedan elegir una forma local, ecológica y sostenible de compra».
Adopta un abuelo
En enero de 2013, Alberto Cabanes, que entonces tenía 25 años, conoció a un viudo sin descendencia de 86 llamado Bernardo. Según le confesó, su mayor deseo era tener un nieto. «No te preocupes, Bernardo, que yo te adopto como abuelo», le dijo. Ese fue el germen de Adopta un abuelo, una startup que fomenta el contacto intergeneracional y lucha contra la soledad no deseada. «El primer programa de acompañamiento intergeneracional se lanzó con 57 voluntarios en Ciudad Real y Madrid. La demanda de jóvenes superó expectativas, llegando a más de 10.000 registros en dos meses», cuenta a The Objective Ana Ponz, portavoz de Adopta un abuelo. La pandemia del coronavirus[contexto id=»460724″] ha obligado a Adopta un abuelo a reinventarse y por eso «inició un programa de acompañamiento telefónico a través de su propio sistema de llamadas en la nube», explica Ponz. Adopta un abuelo cuenta actualmente con la colaboración de más de 4.000 jóvenes voluntarios y con casi 3.000 abuelos adoptados. Además, ha recibido premios en materia de emprendimiento e innovación social tanto nacionales como internacionales.
Peoople
Existen multitud de opiniones en internet e infinidad de recomendadores de productos, pero ¿por qué fiarse de la experiencia de un desconocido cuando puedes obtener la valoración de un amigo? Con esa idea nació Peoople, una app de recomendaciones basada en la confianza entre personas. «Hay un hábito muy frecuente en nuestra vida que es, cuando necesitamos información, preguntar a nuestros amigos cosas como: ‘¿Qué restaurante me recomendáis para esta noche?’», cuenta a The Objective su fundador y CEO, David Pena. «Las tres palabras que te da un amigo, al ir embadurnadas de confianza, adquieren muchísimo valor para ti». Ese era un servicio que no existía hasta que en nació Peoople, «una plataforma donde puedes encontrar lo que necesites: un restaurante, una película, un libro, un hotel… siempre de la mano de gente de tu confianza». Es decir, con un toque humano. Eso sí, teniendo en cuenta que muchos influencers se han ganado ya la confianza de sus seguidores, Peoople también tiene un hueco para ellos. El crecimiento de Peoople ha sido espectacular este 2020. Empezaron el año con «casi millón y medio de usuarios» y, al su ampliar su foco a otros idiomas y a América Latina, actualmente tienen siete millones.
Auara
Comprar agua para uno mismo y ayudar a que también la consigan aquellos que más la necesitan. Auara es una marca de agua que nació en septiembre de 2016 con una «misión de impacto social» clara, según explica su cofundador y CEO, Antonio Espinosa de los Monteros: «Desarrollar proyectos de acceso a agua potable en países en vías de desarrollo». En Auara encuentran «en el concepto de empresa social una forma muy innovadora y una alternativa muy buena para poder hacer estos proyectos». En palabras de Espinosa de los Monteros, «la idea era, en vez de fundar una ONG y pedir donaciones o subvenciones, montar una empresa social en la que vender productos e invertir el 100% de los beneficios en los proyectos». Ahora mismo trabajan en 13 países de África. En Gambia, por ejemplo, están desarrollando «pozos que extraen agua con bombas eléctricas que funcionan con paneles solares; con el agua se abastece a las comunidades y, además, se utiliza para el regadío de los cultivos y para la economía local. Además de agua, cuya botella, por cierto, «es la primera en Europa en fabricarse con plástico 100% reciclado», Auara ha lanzado este año los refrescos Selva y Oceana.