6 startups españolas que están cambiando nuestra relación con la comida
El sector foodtech recibió en 2020 la cifra récord más de 17.000 millones de euros en inversión a pesar de la pandemia
Un nuevo paso en la forma en la que los seres humanos entienden la alimentación. Inicialmente, el hombre obtenía sus alimentos a base de recolectar frutas y cazar animales. La aparición de la ganadería y la agricultura abrió un nuevo capítulo en la nutrición humana en el que las personas preparaban con meses de antelación su dieta al plantar, por ejemplo, el maíz que comerían al año siguiente. La revolución industrial trajo consigo la velocidad de los nuevos medios de transporte, que hacían que un europeo pudiera comprar especias recién traídas de oriente, y la ventaja de poder almacenar sus alimentos en latas de conserva. La nueva revolución es digital y está ocurriendo en los albores del siglo XXI.
Se trata de la industria foodtech, un sector que ha recibido más de 65.000 millones de euros en inversión desde 2010, según datos del informe The state of global foodtech report. Además, en el año 2020 la inversión llegó a la cifra récord de más de 17.000 millones, a pesar del lastre que ha supuesto la pandemia para las inversiones. El sector foodtech incluye empresas que se dedican a la agricultura, al reparto o a la gestión de residuos alimentarios, pero también a desarrollar nuevas tecnológicas para la restauración e incluso a la creación de nuevas comidas y bebidas. En este aspecto, España tiene mucho que traer a la mesa, literalmente, y también aquí proliferan las startups que ya diseñan la forma en que nos alimentaremos en un futuro cada vez más cercano. Estas son algunas.
Wetaca
Dos compañeros de universidad, pasión por la gastronomía y el descubrimiento de que «no hay una solución para comer bien todos los días». Este es el origen de Wetaca, explica a The Objective Efrén Álvarez, CEO —junto a Andrés Casal— de la empresa. La idea es a priori sencilla: un servicio de entrega de comida sana para cada día previamente seleccionado por el cliente. «Tenemos un producto que está centrado en la recurrencia y en que el cliente repita y lo convierta en un hábito», explica. La pandemia ha tenido un impacto muy significativo en Wetaca. Con el cierre de la restauración y de muchas oficinas, la compañía creció «de golpe un 40% las primeras cuatro o cinco semanas del confinamiento». Además, la empresa es neutra en plástico gracias a su colaboración con la organización Plastic bank, que recoge residuos plásticos de los ríos para que no lleguen al mar. «Lo que nosotros acordamos con ellos es ayudarles económicamente para retirar tantas toneladas de plástico como nosotros generemos al año», explica Álvarez.
Noweat
Cuando termine la emergencia sanitaria, las oficinas volverán, presumiblemente, a operar al mismo ritmo que antes y lo que Noweat propone es una solución de comida sana que las empresas pueden ofrecer a sus empleados. ¿Cómo? Mediante «una nevera con unos sensores con inteligencia artificial que cada día nosotros reponemos con productos que nosotros cocinamos», explica la CEO y cofundadora del proyecto, Meritxell Ventura. Tanto ella como su socio chef llevan 11 años en el sector foodtech y, al fundar Noweat, apostaron por darle «la capa de valores» que «siempre» les acompaña, es decir, la sostenibilidad. De sus proyectos empresariales anteriores aprendieron «la cantidad de envases que se utilizan al año y, aunque sean biodegradables, no se deja de generar un residuo». Por eso, los envases de la nevera de Noweat son reutilizables, de cristal. La respuesta ha sido tal que Noweat tiene ahora mismo lista de espera ya que, como explica Ventura, «las oficinas están en un momento de búsqueda».
Santa y bendita
Una alternativa culinaria en la que cambiar de menú cada siete días. Lo que propone Santa y bendita es que el usuario elija su menú de toda la semana en un día. Cada viernes, el jefe de cocina Oscar Perálvarez rediseña el menú para que el cliente tenga siempre opciones nuevas y reciba una nutrición variada (y, de paso, rompa con la monotonía). En el epicentro del proyecto, explica su CEO, David Naval, está la «buena comida, cocinada desde cero y sin ningún tipo de conservante, saborizante o similar, y con una base ecológica». Lo que busca Naval es «aportar [a sus clientes] buena alimentación en su día a día, con la ventaja de llevarla en un tupper ecológico y poder consumir en casa o la oficina, solo con calentar, y sabiendo que no genera plástico», ya que se la comida se entrega en «envases 100% sostenibles. Como empresa, Santa y bendita nació durante la pandemia. Es por esto que a Naval le «ilusiona mucho el generar empleo estable, teniendo en cuenta cómo están las cosas ahora».
Reimagine Kitchen
Pensar en cómo comer en el día a día no supone olvidar el salir a un restaurante. Y ahí también existen oportunidades de negocio que la tecnología puede aprovechar. Una de las alternativas más interesantes que se están gestando en España es la de Reimagine Kitchen. En este entorno, «las cocinas son como eran hace 50 años y no ha entrado nada de tecnología», lamenta la CEO de la empresa, Cristina Querol. Fundamentalmente son dos los productos de Reimagine Kitchen, una cocina digitalizada y un software llamado Kitchenbot. Aún en fase de desarrollo, Querol prevé que Reimagine Kitchen llegue al mercado «en el último trimestre del año». En una prueba de concepto previa, «fuimos capaces de hacer 180 raciones de arroz por hora, que en un restaurante es absolutamente imposible», celebra Querol. Así, la CEO calcula que, si actualmente la media de beneficio de un restaurante es del 5%, se puede aumentar esta cifra al 20% porque esta tecnología hace frente también a dos problemas históricos del sector: «La falta de personal cualificado y la elevada rotación del personal».
Bûmerang
Uno de los problemas derivados el sector de la restauración (como de cualquier otro tipo de actividad industrial) es la generación de residuos y también ahí la tecnología tiene mucho que ofrecer. Atacar este obstáculo es el objetivo de Bûmerang. «En Europa, la comida para llevar genera más de 20.000 toneladas de residuos al año», explica la página web de la startup. Buena parte de estos residuos los genera el reparto a domicilio, de modo que Bûmerang ha creado envases de polipropileno que el cliente puede devolver al establecimiento después de consumir el producto. La empresa proporciona un beneficio doble para los restaurantes en los que está presente ya que reduce sus gastos de packaging y, según la web de Bûmerang, «el 50% de los usuarios realizan una compra al devolver el envase». La idea surgió, cuenta el CEO de Bûmerang, Oriol Segarra, «al ver que las empresas solo se volcaban en cambiar materiales y no en cambiar sistemas, que es lo que realmente hace falta».
Ethics Coffee
Un café cold brew embotellado en envases de plástico reciclado. Es la propuesta de Ethics Coffee, una marca de bebida nacida hace tres años en Barcelona. ¿Por qué ethics? Porque la empresa asume compromisos éticos como que el café que se emplea en la elaboración de las bebidas «siempre tenga certificaciones ecológica y de comercio justo», según la web de la empresa. «Igual que variando nuestra manera de alimentarnos podemos cambiar el mundo, pensamos que podemos mejorar la sociedad estableciendo un modelo de empresa basado en entregar la máxima calidad, mientras reducimos al máximo el impacto negativo», explica a The Objective Lucas Vidal-Ribas, cofundador de la empresa. Así, Ethics Coffee apuesta por un funcionamiento apoyado en la economía circular, que convierte «un residuo como el plástico usado en un recurso: una botella nueva». Además, la empresa es neutra en carbono ya que planta árboles por todo el planeta para ayudar a combatir el calentamiento global.