Love is in the earth
¿Y si generamos un cambio de paradigma integrando una energía tan transformadora como es el amor?


¿Qué es lo mejor que nos podemos regalar en un día como hoy? Yo lo tengo claro, hoy quiero vivir un día amable. Amable (del latín amabilis) = «digno de ser amado», «que merece amor». Cada vez que hablo de amor en un entorno profesional genera tensión. No he identificado aún si es un rechazo absoluto hacia el tema o tal vez es una necesidad inconsciente que tenemos todos de adentrarnos en la profundidad de lo que realmente significa el AMOR.
(Sí, con mayúsculas). Y es que esto de hablar de AMOR en cualquier entorno me está fascinando, porque nunca deja indiferente. Tal vez todo se activase en el momento que descubrí que dentro de la revolución está incluído el amor.
rEVOLución
¿Y si generamos un cambio de paradigma integrando una energía tan transformadora como es el AMOR? Mi deseo a lo largo de los últimos años de poner toda mi energía en generar transformación encontró una luz en esa posibilidad.
Algo que me perturbaba hacía tiempo era la frustración al ver que los mensajes alarmantes de futuros catastróficos con los que estamos enfocando la crisis climática generaban un rechazo en parte de la sociedad y una triste eco-ansiedad para muchos otros, entre los que me incluyo. Mil preguntas llegaban a mi cabeza, ¿cuál sería la manera de hacer conectar a las personas con algo tan importante que está cambiando completamente las reglas del juego de nuestra sociedad, el cambio climático? Y no sé si esto conectará contigo en este momento, pero para mí tiene mucho sentido empezar ese cambio desde el AMOR. Y no, no hablo de nada cursi ni positivismo tóxico.
Más allá de amarnos a nosotros mismos (empecemos por aquí, por favor), a nuestros seres queridos, no se me ocurre nada más amable que nuestra madre Tierra. Ese ecosistema mágico capaz de autorregenerarse, autorregularse, capaz de mantenerse en una armonía mágica de movimiento constante hacia el equilibrio.
Un equilibrio que nosotros los humanos hemos conseguido romper al dejar de ser parte del ecosistema y comenzar a utilizarlo como si los recursos naturales fuesen algo con lo que podemos comercializar, algo que nos pertenece. Y es que esta visión individualista del ser humano de mirar solo por su propio beneficio me hace pensar si no estamos tratando a nuestra madre Tierra como unos niños malcriados, caprichosos incapaces de ver la realidad, exigiendo a la madre mucho más de lo que puede dar.
Porque la realidad es que la madre Tierra está llegando al límite de sus posibilidades y nosotros seguimos pidiendo más y más. Y si hay alguna duda de que esto es real tenemos científicos cada año informando en el IPCC sobre los posibles escenarios futuros si superamos el 1,5ºC de temperatura global, cosa por cierto que ya hemos superado por primera vez el año pasado.
Por otro lado, Johan Rockström nos muestra cómo año tras año estamos superando los límites planetarios, alterando así su equilibrio del planeta, poniendo en riesgo la manera en la que hemos vivido hasta ahora. ¿Cómo sería madurar como humanidad y asumir nuestra responsabilidad y vivir de una manera más acorde a nuestras posibilidades?
¿Cómo sería devolver a la madre Tierra todo aquello que nos ha dado y crear sistemas regenerativos? ¿Cómo sería aceptar que nuestras necesidades no están por encima de las suyas y centrarnos en vivir con menos, apostando por calidad vs cantidad?
Honrar la tierra que nos alimenta. Honrar el agua que nos da vida. Honrar el aire que respiramos. Consumir y vivir de manera responsable es un acto de respeto y AMOR, hacia el planeta, hacia nuestros hijos, nietos y futuras generaciones.
Cada acción, cada decisión, cada compra puede convertirse en un acto de revolución. El AMOR es probablemente la energía más poderosa y transformadora, es la energía de la creación, la energía que da vida.
¿Quieres ser parte de la revolución?
Hoy, y todos los días, regala AMOR.