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España

Así abdicó Don Juan Carlos

“El Rey abdica” fue el gran titular en la mañana del lunes. La noticia saltó pronto a la prensa nacional y también internacional, en diarios como The Guardian o The New York Times. 34 palabras fueron suficientes para comunicar la decisión. Los achaques de salud de Don Juan Carlos, el debate sobre Cataluña, y, especialmente, el Caso Noós, habían minado la estabilidad de la Casa Real. Estabilidad es también lo que se ha exigido a los dos grandes partidos ahora. Mientras, partidarios de la república salen a las calles para pedir un referéndum y en diferentes ayuntamientos ondean ya banderas republicanas.

El Rey abdica

El rey Juan Carlos abdica tras 39 años al frente de la monarquía. (Uncredited/AP)

El profesor Lars Hovbakke Sørensen, experto en casas reales de la Universidad de Copenhague, lo predijo el pasado verano. «No me sorprendería, si el Rey Juan Carlos optara por dimitir en los próximos meses” y dejara “el trono al príncipe heredero Felipe, en un intento de salvar la monarquía”. Lo explicaba en declaraciones a The Daily Beast. Su tesis era que el Caso Urdangarín terminaría con la estabilidad del monarca: “Cristina es percibida como muy próxima al rey; sus problemas son problemas del rey”. Los constantes achaques de salud del Rey, y sus múltiples intervenciones quirúrgicas en los últimos años, también han disparado en más de una ocasión los rumores. Sin embargo no ha ocurrido hasta este lunes 2 de junio: “El rey abdica”.

34 palabras para abdicar

“A los efectos constitucionales procedentes, adjunto el escrito que leo, firmo y entrego al señor Presidente del Gobierno en este acto, mediante el cual le comunico mi decisión de abdicar la Corona de España”. Estas son las 34 palabras empleadas por el rey Don Juan Carlos I de Borbón para comunicar oficialmente por escrito su abdicación al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El presidente del Gobierno había anunciado este lunes su comparecencia de urgencia desde La Moncloa para las 10:30 de la mañana. No se aceptarían preguntas y la cita era de “máxima relevancia institucional”, un matiz que disparó los rumores sobre la posible abdicación del Rey. Rumores confirmados a las 10:30, ni un minuto más, por el propio Rajoy, que a su vez señaló que los motivos los expondría el monarca en su intervención de la 13:00.

Máxima expectación en toda España para escuchar las palabras de Don Juan Carlos, emitidas por todas las cadenas de televisión y multitud de canales de internet. A pesar de la gigantesca cobertura, algunas webs como la de la Casa Real o Televisión Española sufrieron caídas o cortes temporales durante la emisión debido a la gran demanda de usuarios.

En su discurso, tras hacer un repaso a sus casi cuatro décadas de reinado, Don Juan Carlos desplegó el argumento central de su decisión: “hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías”. “Guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles”, añadió el monarca, “y una vez recuperado tanto físicamente como en mi actividad institucional, he decidido poner fin a mi reinado y abdicar la Corona de España, de manera que por el Gobierno y las Cortes Generales se provea a la efectividad de la sucesión conforme a las previsiones constitucionales”.

Tras expresar su gratitud al pueblo español y a la Reina, despidió el mensaje institucional con estas palabras: “Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón”.

Por entonces, la noticia ya había saltado también a la prensa internacional. Muy pronto sería recogida en portada por diarios como The Guardian o The New York Times.

Un “martirio” para la Corona

Que el caso Nóos estaba minando la estabilidad monárquica es un secreto a voces, reconocido incluso el pasado mes de enero por Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey. Sorprendió a todos cuando en el programa Audiencia Abierta de Televisión Española, pidió que el Juez Castro “termine pronto” con la instrucción del caso, ya que después de “tres años largos” abierto, estaba resultando “un martirio” para la Corona.

El 5 de enero de 2014 Don Juan Carlos celebraba en privado su 76 cumpleaños y tomaba una decisión histórica para España: abdicar. Su hijo Felipe sería pronto Rey de España. Desde ese momento, asegurados todos los resortes, se puso en marcha en La Zarzuela la operación para elegir el mejor momento para hacerlo. Desde el primer instante decidieron esperar a que pasaran las elecciones europeas del 25 de mayo para ejecutar y anunciar la abdicación.

Indagando en las causas de la decisión de Don Juan Carlos, fuentes próximas al Gobierno aseguran a Investigations que “el problema de Cataluña”, en alusión a la batalla por su independencia, habría minado también la propia estabilidad de la Corona y se convertiría “desde ahora en el gran obstáculo a librar” por Felipe VI.

La estabilidad política

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, conocen la decisión desde finales de marzo. Según fuentes del Gobierno, el delicado proceso que rodea a la abdicación del monarca, habría aconsejado al líder de la oposición no realizar formalmente su dimisión, aunque haya dado paso en su partido a la carrera por sucederle retirándose de cualquier posible candidatura. Desde el Gobierno sugieren que el propio presidente habría pedido a Rubalcaba que no abandonase el liderazgo del PSOE en un momento «tan delicado» para España.

La necesidad de una cierta estabilidad política en los próximos meses habría sido la primera condición de La Zarzuela para ubicar en este momento la abdicación. Por vez primera se ha hablado de forma seria –y en repetidas ocasiones- de un posible pacto de los dos grandes partidos. En los últimos días hasta han corrido rumores -quizá excesivos- de un hipotético Gobierno presidido por Mariano Rajoy y cuya vicepresidencia recaería sobre la futura líder del PSOE. Cualquiera de estas operaciones respalda la idea de la necesaria estabilidad política para que la transición de la Corona se encuentre protegida de sobresaltos.

Felipe VI

Según el actual reglamento, el Príncipe de Asturias podría ser rey en dos semanas. El propio príncipe adelantó a primera hora del lunes a sus próximos la noticia que iba a confirmarse a las 10:30. Uno de ellos fue José Antonio Alcina del Cuvillo, General de Brigada de Infantería de Marina en la reserva, y encargado de la educación y formación del Príncipe Felipe y su Ayudante-Secretario hasta 1993.

En una columna especial para El Subjetivo de The Objective titulada ‘Felipe VI’, Alcina confirmaba que había recibido un SMS de “SAR el Príncipe de Asturias” adelantándole la “noticia de la inminente abdicación”. El ex profesor del Príncipe de Asturias y autor también del libro ‘Felipe VI: Así se formó el Príncipe Heredero’, se ha mostrado en primer lugar agradecido al Rey por “el honor” de confiarle “estar tan cerca de su hijo Don Felipe durante aquellos años de su amplia y detallada formación humana, académica, y castrense”. “Don Felipe, nuestro nuevo Rey, constituye un ejemplo de formación integral, dedicación y sentido de la responsabilidad”, afirma, “todo ello, junto con la experiencia posterior a su periodo formativo, nos hace, a los que bien le conocemos, sentirnos seguros y esperanzados en el futuro de España”.

Por su parte, el periodista y colaborador de The Objective José María Íñigo, desvelaba hoy a Investigations estas palabras que le confió Don Antoni Durán i Lleida, sobre el momento en el que el Príncipe se convirtiera en Rey: “que el Príncipe, como Jefe de Estado tenga muy en cuenta que nuestra Constitución acepta una realidad plural de España y que en nuestro Estado conviven lenguas, culturas y naciones diferentes, sin que ello tenga que mermar la unidad del Estado si en él se ve reconocida esa realidad plural”.

La oportunidad de La III República

El momento de la abdicación resulta preciso para que quienes defienden el advenimiento de una Tercera República salgan a la calle. El lunes, pocos minutos después del mensaje televisado de Don Juan Carlos, líderes de partidos republicanos convocaban concentraciones a favor de la República y exigiendo la celebración de un Referéndum.

Uno de los partidos en difundir más rápido su comunicado en esta dirección es el joven Podemos, liderado por Pablo Iglesias. “Proponemos la apertura de un proceso de debate abierto y plural”, afirman, “en el que todos los argumentos sean escuchados y en el que las decisiones se tomen democráticamente en procesos en los que puedan participar toda la ciudadanía. En democracia decide la gente. No somos súbditos, somos ciudadanos”.

Además, numerosos ayuntamientos sacaron en la mañana del lunes la bandera republicana, como el de Altafulla, Buñol, o Paterna. En su cuenta en Twitter, Eddy Sánchez, coordinador de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid, convocaba a una concentración en Sol a las 20:00 horas “por la tercera”, y anunciaba a las 12:56, instantes antes de la comparecencia de Rey: “la bandera republicana ya ondea en nuestro Grupo Municipal”. Sánchez añadía además una fotografía de las ventanas del Ayuntamiento de Madrid como prueba.

En toda España se han convocado concentraciones para exigir un votación sobre la monarquía. Desde Granada, pidiendo un “referéndum”hasta Vigo donde el BNG llamó a la concentración con el lema “No nos vale ni uno, ni otro. República de Galicia”.

En Twitter, la batalla entre partidarios y no de la monarquía se ha percibido desde el primer momento en la lucha de hashtag: desde #ElReyAbdica o #APorLaTerceraRepublica hasta #VivaElRey.

¿Un estallido en las calles?

Fuentes policiales muestran su preocupación a Investigations por el «posible estallido en las calles tras la abdicación». «Es el momento que llevan esperando desde hace mucho tiempo los antisistema y anarquistas para pedir la desaparición de la monarquía y reivindicar una Tercera República», afirma Alfredo Perdiguero, portavoz del sindicato policial SIPE, «se echarán a la calle y veremos que, como siempre que salen a reivindicar cualquier cosa, hay ocupación de espacios públicos, alteración del orden público y enfrentamientos con nosotros, a los que en esta ocasión se apuntaran los partidos políticos de izquierdas que se suponen constitucionalistas, para darle un ligero toque de legalidad, que como tal, no lo será».

En cuanto al recurso de algún protocolo especial, Perdiguero asegura que «no existe a nivel de Seguridad Ciudadana, ningún protocolo para cuando el Rey de España abdica. Pero evidentemente, ante la previsión de ocupaciones de plazas y altercados para evitar esa sucesión, tenemos que emplear los recursos policiales para que estos incidentes sean los menos posibles». «Que todos tengan claro que la Constitución española, está para cumplirse», sentencia, «y si no, que utilicen los medios legales que hay para ello. Nosotros haremos lo que tengamos que hacer para intervenir contra el que esté fuera de la ley, empleando la fuerza mínima imprescindible y de forma congruente y proporcional, con los medios legales a nuestro alcance».

Por el momento, la consigna policial es «no intervenir» en las concentraciones que piden la Tercera República.

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