La respuesta de Facebook a quienes piden que elimine los vídeos con torturas a migrantes
Un vídeo ha reabierto el debate. En él, un grupo de migrantes suplica clemencia y pide ayuda. Uno de ellos exclama: “¡Mi hermano, estamos muertos!”. Son más de 200 personas que proceden del Cuerno de África y están atrapados en Libia. El vídeo se ha viralizado en Facebook y han sido muchos los usuarios que han protestado por la violencia de las imágenes. Tanto es así que la Organización Internacional para la Migración se ha dirigido a la compañía de Mark Zuckerberg para que lo retire. En el comunicado añade que Facebook anima a los terroristas a mantener sus prácticas.
Un vídeo ha reabierto el debate. En él, un grupo de migrantes suplica clemencia y pide ayuda. Uno de ellos exclama: “¡Mi hermano, estamos muertos!”. Son más de 200 personas que proceden del Cuerno de África y están atrapados en Libia. El vídeo se ha viralizado en Facebook y han sido muchos los usuarios que han protestado por la violencia de las imágenes. Tanto es así que la Organización Internacional para la Migración se ha dirigido a la compañía de Mark Zuckerberg para que lo retire. En el comunicado añade que Facebook anima a los terroristas a mantener sus prácticas.
Estas imágenes, que son obra -aparentemente- de un periodista somalí, comenzaron a difundirse en junio. Los secuestrados aparecen hacinados en una sala. “Llevo aquí un año”, dice uno de los cautivos. “Me pegan todos los días. No tengo comida. Tengo el cuerpo magullado por los golpes”.
En otra escena se puede ver a un hombre cargando una roca con su espalda. El castigo duró tres días. Se lo impusieron después de que su familia no pudiera pagar a los mafiosos una deuda de 8.000 dólares.
Tras recibir cientos de denuncias, incluso de organizaciones caritativas, Facebook ha argumentado sus razones para no eliminarlos de su plataforma. “Ese vídeo en concreto fue publicado para denunciar el contrabando y concienciar sobre el tema, eliminarlo sería una violación de nuestras políticas”, explica Facebook en un correo electrónico dirigido a la revista Quartz. “Nos dimos cuenta de que el vídeo es inquietante. Añadimos una pantalla de advertencia y se limitó la visión del vídeo a los mayores de 18 años”.
Otra razón que da la Organización Internacional para la Migración reside en que los victimarios emplean estos vídeos para chantajear a las familias de las víctimas. Comparten las imágenes por Whatsapp y Messenger y piden un rescate. Las Naciones Unidas secundan esta petición.
Si uno se adentra en la red social y une las palabras “migrantes” y “Libia” puede encontrarse con todo tipo de vídeos violentos. Desde torsos que evidencian palizas hasta cuerpos sin vida frente al mar. En muchas ocasiones estos vídeos los difunden los propios medios.
En cualquier caso, no es la primera ocasión en que sale a la palestra el debate sobre la idoneidad de publicar imágenes violentas en las redes sociales o en los medios de comunicación. Los atentados terroristas de Cataluña han alimentado la discusión. Después de que los principales medios catalanes y españoles publicaran fotografías y vídeos de víctimas tendidas en el suelo, incluso de un niño fallecido en medio de la Rambla, los lectores manifestaron opiniones de todo tipo en las redes sociales. También lo hicieron los propios periodistas.
En el plano mediático, la mayor parte de cadenas y diarios apostaron por mostrar la realidad, tan cruda. El periodista Cristian Campos escribió que el único límite verdadero para la publicación de imágenes es poner en peligro una operación policial en curso. De no haber sido así, incontables fotografías se habrían perdido para siempre. El niño famélico arrodillado y un buitre en tierra y a pocos metros de distancia. La frialdad de la ejecución de un prisionero de guerra en Saigón, Vietnam, con la cámara a poco más de un metro. Un artículo de Cecilia de la Serna reúne muchas fotografías que han terminado por convertirse en el símbolo y el recuerdo de guerras y hambrunas.