Duelo al sol: Soraya vs María Dolores
Duelo al sol es una mítica película dirigida por King Vidor basada en la novela del mismo título del escritor y guionista estadounidense Niven Busch, con un argumento que, según los cinéfilos, recreaba la historia de Caín y Abel pero trasladada al far west, donde los protagonistas, los hermanos Jesse y Lewton, rivalizan por una joven. Una historia desgarradora con un final más desgarrador aún. Ambos, hijos del senador McCandless, emprenden una lucha sin cuartel que hará saltar por los aires la tranquilidad de la familia.
Duelo al sol es una mítica película dirigida por King Vidor basada en la novela del mismo título del escritor y guionista estadounidense Niven Busch, con un argumento que, según los cinéfilos, recreaba la historia de Caín y Abel pero trasladada al Far West, donde los protagonistas, los hermanos Jesse y Lewton, rivalizan por una joven. Una historia desgarradora con un final más desgarrador aún. Ambos, hijos del senador McCandless, emprenden una lucha sin cuartel que hará saltar por los aires la tranquilidad de la familia.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el Partido Popular?
Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal no son hermanas, es cierto, pero ambas han crecido políticamente bajo el manto protector del todavía presidente del PP, Mariano Rajoy, su particular senador McCandless, y las dos, como Jesse y Lewton, luchan por un mismo objetivo: en este caso, la Presidencia del partido. Al igual que los McCandless, son muy distintas, pero están unidas por la misma familia (política).
Una vez que ambas han dado el paso de presentarse como candidatas para presidir el PP, se augura una campaña sin piedad, un duelo al sol en pleno mes de julio en el que, al igual que en la película de Vidor, todo está por decidir hasta el último momento.
Es un secreto a voces que Soraya y María Dolores no se llevan bien, por decirlo suavemente. Ahora ya no tienen que fingir más, no tienen que forzar las sonrisas cuando se cruzan o saludarse con un beso ante las cámaras cuando se ven en el hemiciclo, como ocurrió cuando coincidieron en el Congreso de los Diputados apenas unas horas después de que ambas presentaran sus candidaturas para sustituir a Rajoy.
Una enemistad que ellas niegan y que nadie sabe de dónde viene, aunque teorías hay para todos los gustos. Lo cierto y notorio son los desplantes que una y otra se han hecho durante los últimos años, concretamente desde 2008 cuando Rajoy dio a una el mando del Grupo Socialista (Soraya) y a la otra (María Dolores) la Secretaría General del PP. Ahí comenzó la batalla por el poder y, lo que es más importante para ellas, la carrera por convertirse en la mano derecha de Rajoy.
Ahora comienza otra campaña, dura, en la que tanto la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, como la hasta ahora secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pueden, por fin, mostrarse a cara de perro entre ellas. El fin es el mismo: derrotar a la contrincante/enemiga, para lo cual cada una necesita lograr el mayor número de apoyos de los militantes, primero, y de los compromisarios, después.
La hora de los militantes
Para eso necesitan cumplir con lo que dice el reglamento aprobado para el XIX Congreso del PP: «Serán proclamados candidatos a la Presidencia del partido, para su elección por los compromisarios en el Congreso, los dos precandidatos que hubiesen obtenido el mayor número de los votos válidos emitidos por los afiliados».
Además de Soraya y María Dolores se han presentado otros cuatro aspirantes para presidir el partido.
El reglamento establece también que «si alguno de los precandidatos obtuviese más del 50% del total de los votos válidos emitidos por los afiliados, hubiese logrado una
diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto de precandidatos y hubiera sido el más votado en la mitad de las circunscripciones, será proclamado ante el Congreso como candidato único a la Presidencia del partido».
Todas las miradas están puestas por primera vez en los militantes. Claro que para participar tienen que estar al corriente del pago de la cuota y, según se ha publicado, sólo 80.000 de los cerca de 780.000 van a poder votar. El resto, si quiere decidir quién será la persona que presida el PP, tiene que abonar 20 euros antes de que empiece la campaña oficialmente.
Si al final la batalla se libra entre Soraya y María Dolores, una de ellas puede ser la próxima presidenta del PP y, quién sabe si, como ha dicho Cospedal, la primera presidenta del Gobierno de España.
Pero antes de las elecciones generales de 2020, el Partido Popular tiene que recomponerse. No sólo se ha quedado sin líder y en la oposición de la noche a la mañana sino que, por primera vez, va a celebrar un Congreso extraordinario -el 20 y 21 de julio- mediante unas auténticas primarias con siete aspirantes a presidente. Y el temor que existe en una parte del PP es que en este proceso congresual el partido llegue dividido, o peor aún, roto por la rivalidad entre la dos políticas.
La sorprendente decisión de Alberto Núñez Feijóo de no presentarse, algo que todo el mundo dentro y fuera del partido daba por hecho, ha destapado la caja de los truenos en el PP. La cúpula contaba con que se produjera una transición tranquila con Alberto como hombre de consenso. Un Congreso sosegado con una candidatura de integración.
Tanto Sáenz de Santamaría como Cospedal coincidieron en una cosa: no moverse hasta saber qué hacía Feijóo, porque si éste se presentaba, ambas estaban decididas a no entrar en la carrera presidencial y competir contra el llamado «delfín» de Rajoy. Y es que una cosa está clara, la lealtad de ambas hacia su presidente es indiscutible y aunque Rajoy dejó claro que no iba a entrar en el debate sobre su sucesor, estaban dispuestas a aceptar al presidente del PP de Galicia.
Una vez fuera de juego Feijóo, no había motivo para no presentarse. Cospedal lo tenía claro: ‘si se presenta Soraya yo también’. Y Soraya se presentó. Los cimientos del PP comenzaron a temblar. Y empezaron los mensajes.
Los primeros mensajes
El de Soraya, en su primera intervención al anunciar su candidatura, fue algo tímido, retraído, como tanteando el terreno. Habló de «humildad, responsabilidad», de un proyecto «abierto» y de «integración» que se basará en el diálogo y en escuchar. La exvicepresidenta es la que más apoyos públicos recibió en un primer momento pero no ha querido desvelar el número de avales presentados. Compañeros del Consejo de Ministros como Álvaro Nadal y Fátima Báñez o Íñigo Méndez de Vigo; el también exministro Alfonso Alonso y el exsecretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, que la acompañaron hasta la sede nacional del PP en la calle Génova para presentar los avales. Incluso el exministro de Fomento Íñigo de la Serna dio una rueda de prensa para expresar públicamente su apoyo a Soraya, de la que dijo que es la persona que mejor representa al PP y con gran capacidad para llevar al PP de nuevo al Gobierno.
Soraya, nacida en Valladolid en 1971, apenas tiene peso en el partido, donde sólo ha sido miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP. Además, mientras estuvo en el Gobierno, siempre trató de distanciarse de todo lo que tuviera que ver con temas de partido – sobre todo, con los casos de corrupción y la financiación irregular. Su actividad política, después de ser portavoz del Grupo Popular en el Congreso durante la IX Legislatura, ha estado vinculada a las tareas de gobierno donde, durante seis años (2011-2018), ha ejercido de vicepresidenta, convirtiéndose en el principal apoyo del presidente Rajoy.
@Sorayapp;“Nos presentamos con el aval de lo hecho y con ese aval hay que mirar al futuro. Ofrezco unidad, responsabilidad e integridad, si hacemos buena oposición, volveremos al gobierno, ¡Creamos en ello! #YoConSorayaPP pic.twitter.com/OS9cYW7JZT
— Soraya Presidenta PP (@YoConSorayaPP) 19 de junio de 2018
María Dolores de Cospedal, sin embargo, fue tajante en su primer mensaje; más dura, dejando ya claro que va a por todas, sin miramientos. “Me presento para ganar, para ganar y para ganar”, dijo ante los miembros del PP de Castilla-La Mancha del que es presidenta. Porque «yo sí sé lo que es ganar elecciones«, subrayó, quien en 2011 ganó los comicios autonómicos y se convirtió en presidenta del Gobierno de Castilla-La Mancha desbancando al eterno barón socialista José Bono. Sí, Cospedal sabe ganar elecciones y conoce bien el partido. «He defendido el partido y me han partido la cara varias veces», dijo sin rubor, para a continuación añadir con contundencia que «siempre me he vuelto a levantar». En efecto, ella fue la que dio la cara ante los escándalos de corrupción del PP, la que se enfrentó a Bárcenas, y a la que le tocó explicar por qué el extesorero implicado en el caso Gürtel despedido había seguido cobrando del PP, con esa famosa intervención que superó a todos los trabalenguas de Rajoy juntos.
«La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido, y como fue una indemnización en diferido en forma, efectivamente, de simulación de lo que hubiera sido en diferido en partes de…lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la seguridad social», dijo en 2013. Para entonces ya llevaba cinco años como secretaria general del PP.
Nacida en Madrid en 1965 pero con sus raíces familiares en Albacete, Cospedal ha ocupado también cargos de relevancia en los gobiernos del PP, primero como secretaria de Estado en Interior cuando Ángel Acebes era ministro, y después como ministra de Defensa en el último gabinete de Rajoy. «Quiero ser la primera mujer que presida el PP» y «la primera que presida el Gobierno de España», dijo el día que presentó su candidatura para sustituir a Rajoy.
Esta es la candidatura de los militantes, de los afiliados, de todo ⁰el partido, de los hombres y mujeres que están todos⁰ los días en los pueblos, en las juntas locales… pic.twitter.com/3ORtyF2kRU
— Mª Dolores Cospedal (@mdcospedal) 20 de junio de 2018
Cospedal o Sáenz de Santamaría, María Dolores o Soraya, estas dos abogadas del Estado, preparadas, batalladoras, políticas con mayúscula, ambiciosas, se encuentran frente a frente en una lucha por el poder, en su particular duelo al sol del que sólo una puede salir vencedora, como en la película de King Vidor.
Los otros candidatos
Pablo Casado: A sus 37 años se presenta como el representante de la renovación del partido. Le avala su labor como vicesecretario general de Comunicación del PP y haber sido jefe de gabinete de José María Aznar. «Esta es la candidatura de integración, de las bases, de la militancia, queremos tocar al afiliado, hacer calle y que sepan que en el PP tienen su casa. Vamos a recuperar a los que se fueron y que se sumen a un proyecto de unión y ganador», ha escrito en su cuenta de Twitter en la que informa puntualmente de sus movimientos.
Diputado en Cortes, este palentino de nacimiento se ha visto salpicado por el escándalo Cifuentes que acabó con la carrera política de la expresidenta del Gobierno de Madrid.
Tras hacerse público que la Universidad Rey Juan Carlos había falsificado las actas del máster de Cristina Cifuentes y abrirse una investigación judicial, la misma universidad envió recientemente un informe a la juez que investiga los títulos de la exdirigente de Madrid y de Casado en el que asegura que no hay actas del tribunal que supuestamente aceptó la convalidación de 18 asignaturas al candidato a la Presidencia del PP. Tampoco encuentra los documentos que prueben que el diputado del Partido Popular solicitara dichas convalidaciones.
Pablo Casado, que lo niega todo – como diría Joaquín Sabina – asegura que todas estas informaciones son juego sucio para impedirle ser presidente del PP y está seguro de que saldrá airoso. ¿Le afectará a Casado tanto como a la expresidenta de Madrid este asunto? Sólo los militantes dirán si es o no importante para el futuro político de quien afirma representar la candidatura de la unidad y la renovación. Por lo pronto, se presentó en el PP con 5.000 avales para inscribirse como precandidato y ya ha comenzado su viaje por España.
Muchas gracias a mis compañeros de @nnggmadrid por la camiseta que me han regalado.
Más de 5000 avales por España #IlusiónPorElFuturo pic.twitter.com/hAHQEqbxrx— Pablo Casado Blanco (@pablocasado_) 20 de junio de 2018
José Manuel García-Margallo: Ha sido ministro de Asuntos Exteriores, y frente a lo que pueda suponerse de quien ha sido jefe de la diplomacia española, no es muy dado a morderse la lengua. Tampoco oculta sus diferencias con Soraya y su decisión de presentarse al Congreso extraordinario del PP no fue tanto, en un primer momento, para ser presidente del PP como para frenar las aspiraciones de la exvicepresidenta. A los ministros sorayistas se ha referido públicamente como «los apostólicos».
El exministro no oculta su animadversión hacia la exvicepresidenta a quien hace responsable, entre otras cosas, de la falta de diálogo entre el Gobierno central y los independentistas catalanes. Margallo siempre fue partidario de abrir una vía de diálogo para evitar, según él, la crisis institucional y política actual.
De hecho García-Margallo lideró el llamado G8, un grupo de ministros amigos de Rajoy que se definían como opositores a Soraya que se reunían con sus respectivas parejas a comer en casa de uno de ellos cada vez, encuentros que aprovechaban para hacer un traje a la entonces vicepresidenta. Reuniones a las que no asistía Rajoy, todo hay que decirlo, a quien todos expresan su más absoluto respeto.
Soraya «no es mi candidata. Respeto su personalidad, su trabajo, su capacidad de orden, pero estratégicamente, coincidimos muy poco», ha dicho el exministro, quien parece haberle cogido el gustillo a esto de las primarias y ha asegurado que se presenta para ser presidente del PP y del Gobierno.
Muchas gracias por los avales que he recibido y por los tantos mensajes de apoyo y cariño que me están llegando. Soy consciente del reto que esto supone, pero con vuestra confianza y ayuda haremos un @PPopular abierto pic.twitter.com/MZLUJJVqDf
— JM GARCIA-MARGALLO (@MargalloJm) 21 de junio de 2018
José Ramón García-Hernández: El diputado y secretario ejecutivo de Relaciones Internacionales del Partido Popular, fue el primero en saltar a la arena para presentar su candidatura a la Presidencia del PP. Nacido en Ávila en 1971, este diplomático de carrera presentó su avales dentro de una «caja de la ilusión» asegurando llevar apoyos de sobra desde todas partes de España.
Hoy presento los avales de la libertad, de todos los rincones de España. En la sede nacional del @PPopular, la de todos los afiliados. #PPrimarias #Renovar #Recuperar #Reunir pic.twitter.com/zZ26PjFKg2
— José Ramón Gª-Hdez (@JoseRa_Ghdez) 20 de junio de 2018
Elio Cabanes: fue el último en presentarse a la carrera presidencial. Concejal de La Font de la Figuera, Valencia, desconocido del gran público, lo poco que se sabe de él es que ha sido muy crítico con Rajoy, que presentó 140 avales y que no tiene Twitter.