Una mirada crítica al juicio del procés y sus singularidades
El juicio del procés es, sin lugar a dudas, el juicio del año. Un juicio inédito en España que sienta en el banquillo de los acusados a los exmiembros del Gobierno catalán – al menos lo que no se fugaron – y otros líderes independentistas que en 2017 declararon la república catalana y celebraron un referéndum, ambos considerados inconstitucionales.
El juicio del procés es, sin lugar a dudas, el juicio del año. Un juicio inédito en España que sienta en el banquillo de los acusados a los exmiembros del Gobierno catalán – al menos lo que no se fugaron – y otros líderes independentistas que en 2017 declararon la república catalana y celebraron un referéndum que el Ejecutivo de entonces, con el presidente Carles Puigdemont a la cabeza – el mismo que ahora asiste desde la barrera de su residencia en Bruselas al juicio – declaró de «éxito». Tanto la república como el referéndum fueron declarados inconstitucionales.
El Tribunal Supremo debe determinar si los 12 imputados – nueve están en prisión preventiva (Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Joaquim Forn, Dolors Bassa, Josep Rull, Carme Forcadell, Jordi Sánchez y Jordi Cuixarta) y otros tres en libertad condicional (Santi Vila, Meritxel Borrás y Carles Mundó) cometieron delitos tan graves como el de rebelión, sedición o malversación, entre otros.
Más de 500 periodistas están acreditados para seguir las sesiones de un juicio singular que despierta no sólo interés sino también algunas cuestiones. Con objeto de aclararlas The Objective ha hablado con dos expertos, Josep María Tamarit, catedrático de Derecho Penal, y Ernesto Pascual, profesor de Ciencia Política. Ambos, de la Universitat Oberta de Catalunya y, por tanto, conocedores de primera mano también de la crisis catalana que ha provocado una brecha sin precedentes entre independentistas y constitucionalistas, no sólo en el ámbito político, también en la sociedad catalana.
1. ¿Pueden llevar lazos amarillos al juicio los acusados, sus defensas y el público?
«El tribunal tiene una potestad, concretamente el presidente, para ordenar los debates y, por lo tanto, puede tomar decisiones de cara a impedir todo aquello que pueda afectar a que el juicio no se celebre con las máximas garantías, que no pueda haber ningún elemento que pueda tener, por ejemplo, un carácter intimidante», explica Josep María Tamarit.
«Por ejemplo, alguien con un arma descargada, puede ser un elemento que coarte la libertad de los que van a declarar. No dudaríamos de que el tribunal tiene competencia para decidir decirle a una persona ‘no venga con una pistola o con un objeto que puede ser interpretado, aunque usted no lo crea, como una amenaza y, por lo tanto, está coartando su libertad y también la pulcritud del proceso’. De ahí a pensar que el lazo amarillo significa esto. Para mí, la pregunta que hay que hacerse es ¿por qué el lazo amarillo se ha podido llegar a interpretar, y eso me parece muy preocupante, como algo que pueda ser ofensivo o que pueda coartar la libertad de alguien, cuando no es mas que la expresión de una reivindicación muy concreta?».
En el caso de que el presidente del tribunal, Manuel Marchena, decida no permitir la presencia en la sala de lazos amarillos, Tamarit cree que sería una «extralimitación» .
«Tampoco diría que es muy sorprendente porque ha habido ya unas cuestiones bastantes singulares en este proceso», añade el catedrático de Derecho Penal.
2.¿Debería celebrarse el juicio en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña?
«El juicio es en el Supremo porque el tribunal ha entendido que son hechos que incluyen presuntos delitos de rebelión. El delito de rebelión sería tal porque los procesados pretendían conseguir la independencia de Cataluña y eso es algo que tendría efecto sobre toda España. Por esa vía tan indirecta vienen a decir que eso es competencia, por lo tanto, del Tribunal Supremo», explica Tamarit.
El catedrático puntualiza, sin embargo, que «esto no lo prevé la ley en ningún momento». «Estos tipos de delitos, tanto la rebelión como la sedición, la malversación, todos los delitos que se les imputan a los procesados, forman parte de las competencias de los tribunales ordinarios, no de la Audiencia Nacional y, por lo tanto, tampoco del Tribunal Supremo. Aquí ya se ha dicho repetidamente que la competencia debería haber sido del TSJC. Esta, por tanto, es una anomalía«.
3. ¿Rebelión, sí o no?
«Puede haber diversidad de planteamientos y de posiciones porque las cuestiones jurídicas no son blanco o negro siempre, normalmente no lo son y, a veces, puede haber apreciaciones distintas», explica Tamarit.
En el caso del procés, «la Fiscalía ha mantenido el criterio de siempre, que ha tenido desde el principio, de considerar el delito de rebelión, mientras que la Abogacía del Estado puede haber sido más sensible, en tanto que es un órgano directamente dependiente del Gobierno, a un cambio de Gobierno y, por tanto, a un cambio de orientación o a la directriz que se le haya podido marcar» a favor de la sedición.
«La rebelión, la sedición y la malversación forman parte de las competencias de los tribunales ordinarios» – Josep Mª Tamarit, catedrático de Derecho Penal
Para el catedrático de la UOC «lo más preocupante es que se siga sosteniendo una acusación por un delito como es el de rebelión que, de acuerdo con la ley, no es posible atribuir esta relevancia a los hechos».
Tamarit añade: «Que el mismo Tribunal Supremo ya se haya pronunciado en el sentido de que pueden ser procesados por un delito de rebelión o, en su caso, sedición, es una anomalía porque prácticamente todos los especialistas que nos hemos pronunciado sobre ese tema hemos coincidido, casi todos, en que la rebelión no es posible fundamentarla porque falta el elemento de violencia, que es exigible. Aquí, en ningún caso puede razonablemente atribuirse que se hayan cometido actos de violencia salvo que extendamos el concepto de violencia hasta cosas que no lo son, con lo cual está claro que es una manipulación de lo que es el concepto de violencia».
4.Prisión preventiva
«Que se sostenga la prisión preventiva tanto tiempo para personas que, en principio, no tienen por qué representar un peligro público, no hay indicios razonables de que puedan sustraerse a la acción de la Justicia, porque algunos de los que están en prisión preventiva estaban en el extranjero y volvieron expresamente para someterse al tribunal».
Esto «muestra muy claramente» – subraya el catedrático de Derecho Penal – «que hay una determinada forma de ver las cosas que coincide con quienes creen que hay un ánimo vengativo» que se compadece con «una posición que está muy extendida en un sector muy importante de actores del Estado y de la sociedad española».
5. ¿Pueden ser juzgados en ausencia los políticos fugados?
«En este caso no se permite que haya un juicio en ausencia porque son delitos que conllevan penas muy graves y no pueden ser juzgados en ausencia», explica el experto en Derecho Penal. De modo que el juicio no afecta ni a Carles Puigdemont ni al resto de los encausados por el juez Llarena fugados. «Se inició un procedimiento contra ellos, hubo una orden de detención que luego fue retirada por el propio magistrado instructor y, por lo tanto, respecto a ellos, en estos momentos no hay un proceso pendiente. No son enjuiciados en este procedimiento ni se prevé que vayan a ser enjuiciados en la medida en que las autoridades judiciales españolas no puedan tener un poder efectivo sobre ellos».
6. Carles Puigdemont: ¿testigo o investigado?
Tamarit explica que «una vez que Carles Puigdemont no está entre los procesados en este juicio, sí puede declarar como testigo«, como se ha ofrecido. «Podría ser testigo, lo cual plantearía también, una situación muy chocante en este caso» y «entiendo que el tribunal no lo va a aceptar porque está ante una persona fugada de la Justicia y podría ser investigada en este mismo caso, aunque no lo sea ahora, en otro proceso que se podría abrir por los mismos hechos».
«No sé en lo que está pensando Puigdemont, si piensa en testificar por videoconferencia – el expresidente, en el momento en el que pise España tiene una orden de detención -; «está claro que eso no lo aceptaría el Tribunal Supremo, porque si estuviera de acuerdo con que comparezca, él tendría que decidir si comparece y se somete a la detención», indica el catedrático. «En este caso, el tribunal no admitiría que fuera como testigo porque está claro que podría ser investigado por los mismos hechos. La condición de imputado, de investigado, siempre predomina sobre la de testigo porque el investigado tiene derecho a no declarar contra sí mismo y, por lo tanto, no presta juramento de decir verdad, mientras que el testigo sí, debe prometer o jurar decir la verdad. Por eso, quien va como investigado tiene una mayor protección porque se le protege de las consecuencias que puede tener su declaración. Ese estatuto de investigado prevalece procesalmente sobre el de testigo».
7. ¿Observadores internacionales?
El anuncio hecho por varias organizaciones independentistas de pedir que al juicio asistan observadores internacionales y nacionales, «es un claro objetivo de propaganda de los que están acusados en el procés», opina Ernesto Pascual. «Primeramente, porque el Tribunal Supremo sabe que es un camino intermedio al Tribunal de Derechos Humanos europeo y, por lo tanto, va a ser extremadamente escrupuloso en los derechos de los procesados; y en segundo lugar, porque es televisado, va a ser abierto y público, con lo cual, todo el mundo va a ver la actuación de los letrados, de los jueces, va a haber una atención máxima, con lo cual, el hecho de que estén en la sala o no es más un discurso político, una propaganda», añade el profesor de Ciencia Política de la UOC.
8. Presencia de Vox
«Es totalmente distorsionante«, comenta Pascual. «Esto parte de que la acusación particular puede ser ejercida por cualquiera que se considere perjudicado y es una anomalía tremenda que un partido con representación política sea consentido a ejercer la acusación particular».
«Es una anomalía tremenda que un partido con representación política ejerza la acusación particular« – Ernesto Pascual, profesor de Ciencia Política
«Ahora», añade el politólogo, «el letrado de VOX va a tener tres meses de publicidad gratuita antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, lo cual no es lo mejor para el sistema político español».
9. ¿Repercutirá el juicio en las elecciones de mayo?
Para el profesor de Ciencia Política, «concretamente en Cataluña los bloques están bastante estabilizados de antemano, quien está a favor del juicio y de que sean encausados lo tiene muy claro, y quienes están en contra de ello y son independentistas también lo vienen demostrando consolidadamente desde las elecciones; llevamos 10 años de elecciones con los bloques prácticamente de la misma manera».
Aparte, añade, «las municipales son unas elecciones realmente muy especiales en el sentido de que la marca del partido pesa, pero pesa todavía más el candidato, de ahí que la fundación de la Crida se produce ahora, pero es sabido que quien va a optar a los ayuntamientos va a ser el PEdCAT, la marca del PEdCAT y no la Crida, con lo cual queda muy claro que el resultado para el independentismo no va a variar con el juicio. El profesor Pascual considera que «cuando acabe el juicio, probablemente veremos un enfrentamiento muy potente entre un sector de la antigua Convergencia y Esquerra Republicana de Cataluña».
10. ¿Interesa a los acusados que se prolongue el juicio?
“El juicio tiene su propia dinámica y el presidente marcará el calendario. Nuestro sistema de Derecho es muy garantista y las defensas tienen la posibilidad de pedir los testigos que quieran» como medida para retrasar el inicio del juicio, por ejemplo, con peticiones como la del rey Felipe VI, el expresidente Mariano Rajoy, entre otros. «Yo creo que no va tanto en el sentido de alargar el juicio como sí de politizarlo con el tipo de personas que se ha pedido que testifiquen». En opinión de Ernesto Pascual «hay dos estrategias clarísimas de defensa: quienes van a defender técnicamente la inocencia de sus defendidos, y quienes lo van a hacer políticamente y estas dos estrategias de defensa también las vamos a ver en el juicio».
«No sé si se pretende alargar el juicio porque no veo los beneficios a corto plazo en las municipales. Hombre, si el juicio estuviera en marcha durante la campaña electoral, siempre sirve de efecto movilizador para los independentistas, sin duda, pero dudo que el tribunal llegue hasta este punto y entiendo que la pretensión es acabar el juicio antes de la campaña electoral», añade.
Sobre los testigos también se pronuncia Tamarit. “Las partes pueden proponer libremente los testigos que consideren y luego el tribunal puede aceptar o no, y eso puede dar lugar a una discusión. Todo puede tener trascendencia en este caso porque lo que está claro es que las defensas, ante una previsible sentencia condenatoria, van a acudir al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, y cualquier decisión del Tribunal Supremo que hayan podido considerar que sea lesiva a sus derechos, será invocada ante Estrasburgo». «Por ejemplo», añade, «si piden un testigo y el tribunal no lo acepta, eso va a ser utilizado como argumento para decir que se ha violado su derecho a un juicio justo. Cualquier decisión será escrupulosamente tenida en cuenta y tendrá trascendencia, y luego se verá qué consecuencias puede tener en Estrasburgo, pero está claro que debemos prever que va a haber una sentencia condenatoria, un proceso luego en Estrasburgo y habrá que ver cuál es resultado final de todo esto.
10. ¿Y después qué?
«Llevamos mucho tiempo aquí en Cataluña con esto, pero el lío más grande va a ser cuando Puigdemont y Junqueras hablen entre ellos, aunque no en este tono suave que están teniendo ahora mismo. Esto va a acabar siendo una explosión total y absoluta». El experto en Ciencia Política recuerda que «Puigdemont ya ha dejado claro que se calla hora porque está el juicio pero después ‘ya hablaré lo que tenga que hablar’, ha venido a decir. Todo esto viene de la famosa reunión en la que no se convocan elecciones – Junqueras las quería, Marta Rovira no – con lo cual esto va a ser tremebundo».
Pascual tiene claro que «lo que aquí está pasando realmente es una lucha intestina por el poder que siempre ha existido en Cataluña desde hace ya mucho tiempo, pero que sí que vio por primera vez la posibilidad de conquistar ese poder, y ahora todo esto se ha envenenado con el juicio, pero está clarísimo, todos los movimientos de la antigua Convergencia son para intentar arrebatar el poder a Esquerra Republicana y a partir de aquí, ya veremos».