Se llama Alice Weidel y es la portavoz en el Bundestag (Parlamento) de Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), un partido de extrema derecha, euroescéptico, xenófobo y uno de los mejores exponentes del populismo que prolifera cada vez más en el panorama político de la mayoría de los parlamentos occidentales. Ella representa la diferencia en una formación fundada en 2013 por tres hombres – el profesor de Economía de la Universidad de Hamburog Bernard Lucke, el ex periodista del Frankfurter Allgemeine Zeitung Konrad Adam, y el exmiembro de la CDU Alexander Gauland – ya que es una destacada activista feminista, además de declarada homosexual, algo que no le impide tener un discurso claramente xenófobo, racista y nacionalista. Y eso, pese a que su mujer es suiza originaria de Sri Lanka.
En las elecciones federales de Alemania de 2017, el AfD irrumpió en el Bundestag (el Parlamento alemán) convirtiéndose en la tercera fuerza política, al recibir el 13% de los votos que se tradujo en 92 escaños. “Millones de votantes nos han confiado la tarea de realizar una labor de oposición constructiva en el Parlamento”, dijo entonces Weidel, quien lanzó una advertencia a la canciller, Angela Merkel, y a su Gobierno. “Preocupaos de que desde la oposición en este país, la ley y el orden vuelvan a tener una opción”.
Doctora en Economía y empresaria alemana, nacida en 1979, rompe moldes en el AfD por su vida personal, ya que es una rara avis en el ámbito de la derecha más rancia que defiende la familia tradicional, al declararse abiertamente lesbiana. La diputada, nacida en la localidad de Gütersloh, en Renania del Norte-Westfalia, vive con su mujer, la directora de cine y de televisión Sarah Bossard, y sus dos hijos. Hasta ahí lo que la hace distinta al político tipo de la ultraderecha.
El Brexit como reflejo de una UE en crisis
En lo que respecta al resto de cuestiones, es una de las más beligerantes con los inmigrantes, contra el euro y una UE que considera que debe llevar a cabo una reforma urgente si quiere sobrevivir. En su opinión, el Brexit no se produciría si los países del bloque no se hubieran cerrado en banda ante las propuestas del Gobierno británico, “un Brexit del que ustedes – reprochó Weidel al Gobierno de Merkel en una reciente intervención en el Bundestag – son, en parte, responsables debido a su negligencia y su fracaso a la hora de ayudar al Reino Unido”.
“¿Qué concesiones pedía David Cameron que eran tan terribles?”. Según la diputada populista, algo tan sencillo como parlamentos nacionales más fuertes, menos burocracia, pero Bruselas optó por “darse cabezazos contra un muro” cuando tuvo “la oportunidad de reformar la UE en una organización más austera centrada, principalmente en crear y mantener un mercado único». En su lugar, lo que la UE ha hecho es apostar por la unidad con el consiguiente coste económico para todos, «incluidos los contribuyentes alemanes».
Esta intervención refleja el ideario del AfD respecto al futuro de la Unión Europea que debe cambiar para que «Alemania deje de ser la que pague», mientras que con el Brexit lo que va a conseguir es el efecto contrario. «La prosperidad alemana y el empleo en Alemania están en riesgo ahora» con la salida del Reino Unido, denunció la parlamentaria, que se llevó más de un aplauso de sus compañeros durante su intervención.
La inmigración y el islam, enemigos de Alemania
“¡Los inmigrantes secuestran un barco mercante en el Mediterráneo para ingresar ilegalmente a la UE!. ‘Estos no son náufragos, son piratas’, dice el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, y tiene razón”.
+++ Migranten kapern Handelsschiff im Mittelmeer, um illegal in die EU einreisen zu können! +++
»Das sind keine Schiffbrüchigen, das sind Piraten“, meldet sich Italiens Innenminister Matteo #Salvini zu Wort und er hat Recht.#AfD #Bundestag #Maltahttps://t.co/GKuhroOWcI— Alice Weidel (@Alice_Weidel) March 28, 2019
«¡La inmigración no regulada está arruinando el futuro de nuestros hijos! Las escuelas son las primeras en sentirlo. La limitación de la inmigración es, por lo tanto, un mandamiento de la razón y la humanidad», escribe.
+++ Ungeregelte Zuwanderung ruiniert die Zukunft unserer Kinder! +++
Die Schulen bekommen es als erste und besonders schmerzhaft zu spüren.
Einwanderungsbegrenzung ist daher ein Gebot der Vernunft und der Menschlichkeit.#AfD #Bundestag
➡️ https://t.co/a2l3rJz3Fr pic.twitter.com/AKCzN5yhCV— Alice Weidel (@Alice_Weidel) March 27, 2019
Estos son sólo dos de los comentarios realizados por Alice Weidel a través de su cuenta de Twitter para criminalizar a los migrantes, a las miles de personas que a diario se juegan la vida en busca de un futuro mejor que el que les ofrecen sus países de origen, y que deja clara su posición contraria a la inmigración.
La visión crítica del papel del Islam en Alemania constituye también uno de los principales caballos de batalla del partido de Weidel. Tanto es así que en su congreso celebrado en 2015 se concluyó que el Islam no es compatible con la Constitución alemana, por lo que el AfD propuso seguir los paso de Suiza en cuanto a prohibir los minaretes y llamamientos a la oración de los muecines, y prohibir al igual que Francia el uso del velo de las mujeres en espacios públicos.
El congreso votó a favor de incluir un apartado en el manifiesto titulado «El islam no es parte de Alemania«, una frase con la que el partido se hacía eco de los comentarios de la canciller Angela Merkel y el ex presidente alemán Christian Wulff defendiendo el islam y apelando a la tolerancia.
Economía liberal sin el euro
La responsable de las cuestiones económicas en el partido Alternativa para Alemania se declara abiertamente “liberal”. Un liberalismo partidario de abandonar el euro, y la actual Unión Europea, al más puro estilo Trump, sustituyendo el “American first” por “Alemania first”. En esto, el partido y Alice Weidel con él, han sido especialmente críticos con los rescates económicos aprobados por la UE por la crisis económica que comenzó en 2008 y arrastró a Europa.
Si de Weidel dependiera, celebraría un referéndum para acabar con la moneda única.
“El euro hace un daño enorme a Europa”, decía en una entrevista concedida al diario El Español durante la campaña electoral en 2017. “El euro, desde el punto de vista económico, no tiene sentido. El euro lleva a lo que en economía se conoce como riesgo moral, donde los riesgos que corre un país son asumidos por terceros. Pero también es el responsable del aumento del paro en países como España, Portugal, Italia o Grecia. Allí se habla de una generación perdida. Todo esto es resultado del euro. La moneda única debe deshacerse”.