Casado no es Aznar: el PP se enfrenta al peor resultado de su historia
Aquel 26J, Mariano Rajoy sacó solo 11 diputados menos que la suma actual del PP, Ciudadanos y Vox
Son las diez de la noche del 28 de abril en Génova 13 y un coche pasa y pita y grita: “Viva España”. “Viva”, contestan desde una esquinita dos mujeres. Las únicas. Mientras en Ferraz 123 escaños aseguran la euforia y cientos de globos naranjas celebran los 57 de Ciudadanos, en el baluarte del Partido Popular no hay calles cortadas ni saludo en el balcón. Pablo Casado ha sacado el peor resultado de la historia del Partido Popular: 66 escaños, 4,3 millones de votos. Ha perdido 71 asientos y 3,6 millones de votantes. Aquel 26J, Mariano Rajoy sacó solo 11 diputados menos que la suma actual del PP, Ciudadanos y Vox.
“Ha sido muy mal resultado y al Partido Popular le gusta ganar”, ha empezado Casado en una sala de prensa en la que el calor era asfixiante hasta para los que llevaban chaleco. «Somos un partido que se crece ante las dificultades», ha dicho acompañado de sus fichajes (Adolfo Suárez Illana y el torero Miguel Abellán, entre otros) y de la plana mayor del partido. «Y seguimos siendo la mejor opción». Ese participar es lo importante de la política que ya se ha convertido en un mantra de las citas electorales —hace unos meses lo tuvo que utilizar Susana Díaz—.
El líder popular ha reconocido y ha justificado la debacle como causa de “la fragmentación del centro derecha”. “El centro derecha al fracturarse se convierte en una opción difícilmente ganadora”, ha dicho, mientras recordaba los pactos preelectorales que ofreció a Ciudadanos en el Senado y a Vox en el Congreso. Ahora mirando ya a otra cosa, les pide a estas formaciones que “reflexionen” porque quedan «días» para el 26 de mayo.
El PP no ha sido primera fuerza en ninguna comunidad autónoma. En Aragón, Andalucía, Cataluña y Madrid, Ciudadanos ha conseguido su sorpasso. En el País Vasco, el PP se ha quedado a cero y el siniestro es tal que uno de los pesos pesados partido, Javier Maroto, que iba por Álava, se ha quedado sin escaño. A nivel provincial, la formación solo gana en Ávila, Salamanca, Ourense y Lugo. También ha perdido el control del Senado donde pasa de 130 asientos a 55.
¿Dónde está la causa de esta debacle? “El efecto Vox claramente es devastador. Además, Ciudadanos ha sido sido refugio del centro derecha de aquellos que han temido lo que Vox ofrecía. Si hacemos la combinación de ambos elementos, y vamos sumándolo todo, el resultado del PP está muy impactado”, avanza un alto cargo de la formación antes de que salga Casado a hablar. «Muchos miles de votos obtenidos por Vox no se han optimizado, no han cristalizado en escaños, que es lo que decía el PP», insisten desde Génova.
Ante este panorama, alguien se atreve a lanzar la pregunta: “¿La dimisión de Casado está descartada?”. “Hombre, por favor”. La pregunta casi ofende.
A una hora de conocer el escrutinio, el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, aseguraba —en una rueda de prensa sin preguntas— que “una alta participación siempre es buena”. Este 28A, ha alcanzado el 75,75%, nueve puntos más que en 2016. Pero los datos dicen que cuando la abstención está por debajo del 30% el Gobierno casi siempre se lo ha llevado el Partido Socialista. Solo Aznar, en 1996, pudo formar Gobierno con una participación por encima del 70%. Y Pablo Casado no es José María Aznar.