El voto de una mujer trans en Leganés, manchado por la intolerancia este 26M
El candidato a alcalde Carlos Delgado se dirige a una vecina de la localidad como «caballero»
Este mismo mayo ha cumplido dos años de terapia de sustitución hormonal. Ya tiene su nuevo nombre registrado en el DNI, pero lo que le falta a Diana Cardo es cambiar su sexo registral. Estas eleciones del 26M es la primera vez que esta madrileña afincada en Leganés, de ideología comunista, acude a votar a unos comicios municipales, autonómicos y europeos como mujer abiertamente trans. Ha acudido a depositar sus papeletas al Colegio Francisco de Quevedo de Leganés por «dos razones», cuenta a The Objective. «La primera es que siempre he querido tener a alguien en el gobierno de mi ayuntamiento y de mi comunidad autónoma que me represente, que lleve mis mismas ideas y también porque, con la irrupción ahora de una fuerza política de extrema derecha, por no decir fascista, voto para evitar que lleguen a los ayuntamientos y a la comunidad autónoma». Cardo habla abiertamente de su temor por el aumento de la intolerancia.
Sin embargo, no ha hecho falta esperar al recuento de votos para que Cardo sufriera un incidente desagradable al acudir a votar este 26M. Tras encontrarse con el concejal y candidato a alcalde por Unión por Leganés, Carlos Delgado, este se despidió de ella con un «hasta luego, caballero». Cardo y Delgado se conocen personalmente. «Sabe perfectamente quién soy y lo que soy», explica. También cuenta que las desavenencias entre ambos no son nuevas: «Este concejal me llevó a juicio porque creía que le había faltado al respeto y ahora no duda un segundo en ser un tránsfobo porque le parece bien humillar a los vecinos de Leganés». En conversación telefónica con The Objective, Delgado se ha defendido de la acusación. «Yo estaba hablando con los apoderados, esta señora me increpó y yo le dije ‘hasta luego’ y ella después siguió gritándome». Habiendo presenciado la escena, este diario puede confirmar que las palabras de Delgado fueron «hasta luego, caballero» y que Cardo no levantó la voz durante el encuentro.
Olvidado el incidente, Cardo subraya la necesidad de que el gobierno que salga de las urnas del 26M en la Comunidad de Madrid haga efectiva la ley trans de esta autonomía. «Tenemos una ley trans muy progresista y muy moderna, de las más modernas de toda Europa, que quiero que se lleve a cabo, tanto en la Comunidad como en los ayuntamientos, porque, a pesar de tener la ley escrita, el Gobierno del Partido Popular la ha estado bloqueando». Lamenta, como muchas otras personas trans, que su suerte a la hora de lidiar con la administración, depende «de la buena disposición del funcionario» que la atienda.
Ilustra esta situación con un ejemplo: «El nombre de la tarjeta sanitaria nos costó muchísimo. Montamos una manifestación delante de la Consejería de Sanidad, nos cambiaron el nombre, pero resulta que no nos cambiaron el nombre en el sistema informático, con lo cual el problema no se solucionaba. Me dieron una tarjeta con mi nombre y me dieron otra tarjeta con mi nombre de chico diciendo que esa la tenía que utilizar cuando saliera de Madrid porque, en el sistema, no tenía cambiado mi nombre. ¿A mí de qué me sirve que me des un trozo de plástico con mi nombre si luego ese trozo de plástico no lo voy a poder usar porque no se corresponde con el nombre que tengo en el sistema? Lo más curioso es que, cuando me cambié el nombre en el DNI y fui a la Seguridad Social a cambiarlo, tardaron un minuto y 45 segundos de reloj, cuando la explicación que me habían dado es que el sistema era muy complicado y que había que llamar a un informático».
Hablando sobre las elecciones del 28A[contexto id=»383899″], Cardo tiene un deseo claro para la nueva legislatura: la sustitución de la ley trans de Zapatero de 2007 por la que tiene actualmente Madrid. Pero, volviendo a los comicios autonómicos de este 26M, teme por la supervivencia de la ley autonómica. «Que ganen las derechas y que formen un gobierno con Vox dentro significa la derogación de esa ley y convertirme a mí en una paria, en alguien a quien la ley no contempla, y volver a épocas de hace 40 o 50 años».