La difícil situación del colectivo LGTBI en el fútbol ruso
La ley rusa sobre «propaganda gay» impide que las personas LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales) puedan manifestar su condición de la misma forma que el resto de los rusos. Bajo el pretexto de no exponer a los niños a la homosexualidad, una persona que realice una protesta LGTB puede ser castigada con hasta 50.000 rublos (algo más de 680 euros). El Partido Comunista del país llegó incluso a proponer una multa para todo aquel que salga del armario. El clima político que se respira en Rusia hace que la población LGTBI sufra más discriminación que en otros países. La asociación FARE (Football Against Racism in Europe o Fútbol Contra el Racismo en Europa) es consciente del problema y ha elaborado un informe, de cara al Mundial de Fútbol de Rusia 2018, en el que da cuenta de la situación. «El número de muestras homófobas está en aumento, como resultado de una amplia homofobia institucional en la sociedad, legitimada mediante la legislación», alerta la FARE.
La ley rusa sobre «propaganda gay» impide que las personas LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales) puedan manifestar su condición de la misma forma que el resto de los rusos. Bajo el pretexto de no exponer a los niños a la homosexualidad, una persona que realice una protesta LGTB puede ser castigada con hasta 50.000 rublos (algo más de 680 euros). El Partido Comunista del país llegó incluso a proponer una multa para todo aquel que ‘salga del armario’. El clima político que se respira en Rusia hace que la población LGTBI sufra más discriminación que en otros países. La asociación FARE (Football Against Racism in Europe o Fútbol Contra el Racismo en Europa) es consciente del problema y ha elaborado un informe, de cara al Mundial de Fútbol de Rusia 2018, en el que da cuenta de la delicada situación del colectivo LGTB. «El número de muestras homófobas está en aumento, como resultado de una amplia homofobia institucionalizada en la sociedad, legitimada mediante la legislación», alerta la FARE.
«En el corazón del trabajo de FARE está aplacar la discriminación, incluyendo el racismo, el nacionalismo de extrema derecha, el sexismo, transfobia y homofobia y la discriminación hacia las personas minusválidas», expone el organismo. Su informe, elaborado entre junio de 2017 y mayo de 2018, llega a distintas conclusiones sobre la situación del colectivo en el fútbol ruso.
Los casos de homofobia son, según el informe, el segundo supuesto más frecuente de discriminación en el fútbol en Rusia, empatados con el racismo en contra de los negros y solo superados por los símbolos y eslóganes neonazis y de extrema derecha.
«La atmósfera del Mundial y la composición y variedad de los seguidores en los estadios diferirá significativamente del ambiente en la liga nacional. Pero, si los representantes de grupos de seguidores activos están presentes en los stands y en las cercanías de los estadios, el riesgo de incidentes homófobos y racistas aumentará«, se preocupa FARE. Es decir, las personas LGTB están en un riesgo mayor de sufrir un ataque discriminatorio durante el Mundial.
El informe también apunta a casos concretos de discriminación, como insultos a los jugadores, cánticos ofensivos, pintadas discriminatorias o carteles con consignas homófobas.
Y no son solamente los seguidores los que lanzan mensajes homófobos, sino que estos ataques también incluyen, de forma más o menos velada, a los propios profesionales del fútbol. «Durante el partido del Zenit-2 contra el FC Sibir Novosibirsk en la Liga Nacional de Fútbol,el centrocampista francés del Zenit Yohan Mollo fue sometido a insultos homófobos por parte de los seguidores de su propio equipo. El jugador reaccionó haciéndoles un corte de manga y fue suspendido durante dos partidos por parte del comité disciplinario de la RFU [Unión Rusa del Fútbol, el organismo que gobierna el fútbol en el país]. Después del pitido final, el jugador contó a Sport Express que los cánticos y el gesto eran una broma entre él y los seguidores y se abstuvo de dar más explicaciones. ‘Solo fue una broma, estaban jugando conmigo y yo hice lo mismo. Lo siento, pero no tiene sentido discutir un problema que no existe’, dijo Mollo. Los cánticos homófobos en contra de Mollo llegaron después de que el jugador subiera un vídeo en Instagram en el que recibe un beso en la frente por un hombre en la cama. El post recibió una oleada de abuso homófobo en la red social por parte de seguidores del club y fue eliminado posteriormente. El hombre del vídeo fue identificado después como el padre de Mollo».
E incluso los cargos de responsabilidad directiva atacan al colectivo LGTBI, alerta el estudio. «En octubre, en una entrevista con el periódico Sport Express, el director ejecutivo del FC Amkar, Denis Maslov, dijo que no había conocido a ningún gay en el fútbol ruso y que esperaba no conocerlo, haciendo declaraciones en contra de la ‘propaganda’ de las relaciones homosexuales, y ‘jurando’ que todos los jugadores del Amkar son heterosexuales. Estas afirmaciones no se incluyeron en la versión impresa de la entrevista, pero permanecieron grabadas en una versión en vídeo publicada en YouTube. Las afirmaciones de Maslov no recibieron ninguna respuesta de la RFU», expone la FARE.