Guam, la ex colonia española amenazada por Corea del Norte
Guam, la ex colonia española amenazada por Corea del Norte
Palmeras, arena blanca, agua cristalina… Guam es un área de tierra de 550 kilómetros cuadrados, más o menos equivalente a la isla de Ibiza, situada en el Océano Pacífico. A pesar de esta descripción postal, propia de un paraíso coralino, esta isla, propiedad de Estados Unidos desde que en 1898
se la arrebatase a España, se ha convertido en el blanco de todos los ataques, hasta el momento verbales, entre Estados Unidos y Corea del Norte. Lo último han sido las amenazas del régimen norcoreano que ha confirmado que está examinando “seriamente” lanzar cuatro misiles a la isla para ejecutar un “ataque envolvente”.
Pero, ¿cuál es la importancia de Guam en toda esta escala de violencia?
Siendo la más grande de las islas Marianas, ubicada en la Micronesia, al norte del infinito conjunto de diminutas islas que conforman el Pacífico Sur, su posición es estratégica, ya que tan sólo se encuentra a 3.370 kilómetros de la península de Corea, siendo lo ojos de Estados Unidos en este enclave geopolítico. Sin embargo, su situación también la sitúa al alcance de misiles de medio y largo alcance provenientes de Corea del Norte.
Además Guam cuenta con dos enormes bases, una naval y otra aérea (que ocupan alrededor del 30% de la tierra), del ejército de Estados Unidos, que tiene desplegados unos 6.000 soldados y tres submarinos nucleares, de acuerdo con el medio de comunicación australiano ABC. En la década de los 60 y 70, la base aérea se convirtió en el aeropuerto militar con más tráfico del mundo. De allí salían los B-52 que aniquilaban Vietnam.
Los habitantes de Guam, preocupados por su seguridad
La isla cuenta con 160.000 habitantes, principalmente chamorros, etnia mayoritaria. “Si algo sucede, todos tenemos que estar listos, estar preparados, y rezar a Dios que no suceda”, cuenta Daisy Mendiola, de 56 años, al diario Honolulu Star Advertiser, después de terminar de almorzar con su familia en un restaurante cerca de Agaña, capital de Guam. “Todo el mundo tiene miedo, porque estamos tratando con poderes que están más allá de nosotros”.
Si bien los 160.000 habitantes de la isla son ciudadanos de Estados Unidos, no han adquirido todos los derechos: ni tienen representación en el Congreso, ni pueden votar al presidente, aunque sí pueden enviar delegados en su nombre y tienen cierto grado de gobierno autónomo.
De esta forma, si por un lado tienen ciudadanía estadounidense, con todo lo que ello implica, por otro no pueden votar sobre asuntos que les afectan directamente.
Así, en medio de este ambiente hostil, las elucubraciones sobre un revival atómico florecen cuando se cumplen 72 años de los ataques nucleares a Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945), cuando más de 246.000 personas murieron y 130.000 resultaron heridas.