Bao, el bocadillo chino que desbancará a la hamburguesa
Originario del norte de China, este bocadillo se come en todo el mundo y es probable que se convierta en la nueva hamburguesa
La historia del bao se remonta a los tiempos de los Tres Reinos (siglo III). Zhuge Liang, canciller del estado de Shu Han, regresaba victorioso junto a su ejército en una campaña en las lejanas tierras de Nanman cuando se encontró con un río de corrientes peligrosas que desafiaba el regreso a casa. Después de tantos intentos –todos infructuosos-, Zhuge preguntó en los pueblos cómo atravesar sus aguas rápidas. Preguntó y preguntó hasta que un hombre viejo le contó que, antiguamente, los bárbaros ofrecían 49 cabezas de entre sus hombres para satisfacer a la deidad del río y atravesarlo así con paso tranquilo. Liang, que no fue partidario de la propuesta, decidió maquinar una ofrenda tramposa: sus hombres mataron a los animales que llevaban consigo y utilizaron su carne para rellenar unos bollos a los que dieron forma de cabeza humana. Una vez las lanzaron al río, sus aguas se amansaron y las tropas pudieron cruzarlo sin esfuerzo.
Aquella masa recibió el nombre de mantou y hoy día se mantiene como la base del bao. Sin este, el bao no tiene sentido. Es el ingrediente ineludible: el arroz de la paella. No se produce con una levadura que deba ser horneada, como nuestro pan, sino que se hace al vapor. Luego se mezcla con una pasta de azúcar –convierte cada bocado en un placer inmenso- y el resultado es una masa muy tierna, esponjosa, tan suave que es irresistible.
Si bien los baos son originarios del norte de China, la realidad es que se come en todo el país y en todo el mundo. Uno puede recorrer las calles de Pekín y ver en cada parada, a cada paso, cómo los chinos se lo comen mientras caminan, a todas horas, aunque preferiblemente por la mañana y siempre con las manos. En este sentido, han nacido todo tipo de locales en Madrid y en otras ciudades de España especializados en esta delicia china y se las ingenian con recetas imaginativas y sorprendentes: papada de cerdo ibérico, panceta con salsa china, entraña de cebón con ajos crujientes, mollejas de ternera y chimichurri. Y un largo etcétera que incluye recetas vegetarianas como el bao relleno de frijoles, excepcional.
Pero como el más común tiene cerdo, dejamos a los más aventurados la receta para preparar, según The Guardian, el mejor bao del vecindario.
Ingredientes esenciales
Para el mantou:
2 cucharaditas de levadura
275ml de agua tibia
30 g de azúcar
500 g de harina
½ cucharadita de sal
1 cucharadita de aceite de oliva
Para la carne de cerdo rojo cocido:
500 g de panceta de cerdo
1½ cucharadas de azúcar
2 cucharadas de aceite de oliva
2 dientes de ajo pelados
1 rebanada jengibre pelado
Un trozo de corteza de casia (o una pequeña rama de canela)
2 cebollas
2 frutos de anís estrellado
1 ½ cucharadas de salsa de soja
50ml de arroz chino
300ml de caldo vegetal o agua
Preparación
Para el mantou:
1. Mezclar la levadura con el agua tibia y una pizca de azúcar y dejar que se active.
2. Una vez activado, combinar la mezcla con el resto del azúcar y de los ingredientes en un tazón o bol y remover hasta conformar una masa suave.
3. Amasar durante unos diez minutos.
4. Hacer de la masa una bola, colocarla en un bol con aceite y cubrir el bol con un paño limpio y dejarlo en un lugar caliente hasta que doble su tamaño (alrededor de una hora).
5. Perforar la masa y volver a amasarla durante unos minutos para luego devolverlo al bol, taparlo y dejarlo reposar en un lugar cálido durante 20 minutos.
6. Estirar la masa hasta formar un rectángulo largo y delgado.
7. Enrollar la masa y y dividirla en 10 piezas.
8. Poner una olla con agua fría para prepararla al vapor.
9. Alinear la olla de vapor con muselina o papel de cocina y colocar unos pocos bollos -nunca más de cuatro- en la parte superior, pues se expandirán durante la cocción.
10. Cubrir la olla y dejarlo al vapor durante 20 minutos; luego apagar el fuego y dejar en el vapor de agua durante 2 minutos.
11. Retirar los bollos de uno en uno.
Para la carne de cerdo:
1. Colocar la panceta en una cacerola, llenarla con agua fría y ponerla en ebullición.
2. Cocinar a fuego lento durante unos 20 minutos, retirar la espuma que comenzará a salir.
3. Retirar la carne de cerdo y dejar que se enfríe. Desechar el agua de cocción.
4. Trocear la carne una vez se enfríe.
5. En una sartén a temperatura media, derretir el azúcar con aceite vegetal. Tras un par de minutos y con el azúcar caramelizando, añadir la carne de cerdo. Mantener la fritura durante 5 minutos.
6. Añadir todos los ingredientes en una sartén y cocinar a fuego lento, tapado, durante 45 minutos, removiendo con frecuencia.
7. Retirar la cubierta, desechar la rodaja de jengibre, la corteza de casia, los frutos de anís estrellado y reducir la salsa hasta que se vea espesa y la carne brillante.
8. Recalentar el mantou en el vapor y luego servir.