Las distintas formas de adentrarse en el universo Harry Potter

La cosa empezó hace hoy 20 años, cuando J. K. Rowling publicó Harry Potter y la piedra filosofal bajo el sello Bloomsbury. La novela había sido rechazada previamente por editoriales de más peso y es precisamente el mago el responsable del crecimiento del sello durante las últimas dos décadas. Pero el éxito masivo no es cosa de magia, sino de saber adaptar la misma historia a distintos soportes. En concreto, los siguientes.

Libros

Fueron siete: La piedra filosofal, La cámara secreta, El prisionero de Azkabán, El cáliz de fuego, La orden del fénix, El misterio del príncipe y Las reliquias de la muerte. Fueron la primera toma de contacto de toda una generación con un mago huérfano que vivía en una alacena debajo de una escalera en casa de sus tíos. El libro vio la luz gracias a una niña de ocho años, Alice. Su padre, Nigel Newton, era editor en Bloomsbury y no estaba convencido de si merecía la pena publicar la historia. Le dio el primer capítulo a su hija y, como esta pidió más, el libro vio la luz. Se tiraron apenas 500 ejemplares. El resto es historia.

Películas

Con cuatro libros ya en el mercado, el fenómeno Harry Potter ya tenía proporciones mundiales y las productoras de cine vieron el negocio. Finalmente fue Warner Brothers la que consiguió los derechos y fueron Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint quienes dieron vida a Harry, Hermione y Ron. Las películas nunca fueron tan respetadas como sus competidoras, las de El señor de los anillos, que estuvieron nominadas al Oscar a la mejor película (premio que finalmente ganó El retorno del rey), pero esa diferencia también dividía a la crítica de los libros. Con todo, las del mago son, según Forbes, la segunda franquicia de cine más exitosa de la historia, solo superada por «el universo cinematográfico de Marvel».

Juegos

Nacidos al calor del éxito de las películas, los videojuegos que ha dado la idea original de J. K. Rowling se cuentan por decenas. Estos introdujeron un novedoso hechizo, Flippendo, que no existía en las películas ni en los libros y cuya función era básica a la hora de traducir la historia a un videojuego de éxito: atacar al enemigo. Pero también fuera de la pantalla los jugadores han podido continuar las aventuras de su mago preferido, como un Cluedo edición Harry Potter o piezas de Lego inspiradas en la saga. A esto hay que sumar infinidad de merchandising (se venden hasta varitas) y Pottermore, una experiencia online creada codo con codo con la propia autora que iba desvelando datos de los personajes desconocidos hasta entonces.

Parques de atracciones

Los beneficios que obtuvieron tanto J. K Rowling como Warner Brothers fueron tales que decidieron abrir un parque temático en Orlando, Florida, donde los fans pudieran recrearse en las aventuras de su personaje. The wizarding world of Harry Potter (El mundo mágico de Harry Potter) abrió sus puertas en 2010 y pronto se expandió con otros dos parques, uno en Osaka y otro en Hollywood. Una de las atracciones más populares es Harry Potter and the forbidden journey (Harry Potter y el viaje prohibido), un recorrido por Hogwarts, el colegio en el que tiene lugar la mayor parte de la saga.

Spin-offs

Son tres los libros relacionados con la saga que han salido al mercado: Animales fantásticos y dónde encontrados, Quidditch a través de los tiempos y Harry Potter y el legado maldito. Los dos primeros aparecen mencionados en los libros originales (los lee el mago) y el 80% de sus beneficios fue donado a la organización Comic relief (el primero de ellos, de hecho, ya ha sido adaptado al cine). El tercero es una secuela de los siete originales y no está escrito por J. K. Rowling sino por Jack Thorne. Difiere de los demás en que no está escrito en prosa, sino que es una obra de teatro, originalmente estrenada en el West End de Londres.

Y la historia no ha terminado. Poco después de la publicación del séptimo libro, la autora, convertida ahora en la escritora más rica de la historia, prometió redactar toda una enciclopedia en la que se contaran los detalles de la historia que no habían cabido originalmente en los libros. Y al calor del éxito de Harry Potter, hay organizaciones de quidditch, el deporte que practican los magos. Incluso el mismísimo Michael Jackson le propuso a la escritora adaptar la historia para convertirla en un musical, pero fue ahí donde la británica puso el punto final.