Un británico hace Newcastle - Londres desde Mallorca porque le sale más barato
Un británico hace Newcastle – Londres desde Mallorca porque le sale más barato
Las tarifas ferroviarias en Gran Bretaña son, sin duda, algunas de las más desorbitadas de la Unión Europea. De hecho, hace unos meses, se publicaba un informe que reflejaba como los viajeros de ferrocarril británicos gastan seis veces más en las tarifas de tren que sus homólogos europeos. Así, por un viaje de Luton a Londres pagan un promedio de 387 libras al mes, esto equivale a un 14% de los ingresos mensuales. Un porcentaje significativamente mayor al 2% de Francia, el 3% de Alemania o el 4% de España.
Llegados a este punto, no es de extrañar que algunas personas busquen otras formas de viajar para así evitar esas infladas tarifas y, por supuesto, de esta forma también librarse de asientos incómodos y retrasos inexplicables.
Joe Furness, un joven de 21 años de edad, actualmente con residencia en Newcastle es una de esas almas inventivas. «Una vez volé de Newcastle a Manchester a través de Suiza porque era 20 libras más barato. Así que pensé que tendría que haber vuelos más baratos desde cualquier parte del mundo», cuenta en un vídeo publicado en su canal de YouTube que ha sido posteriormente bloqueado, y en el cual, explica, «quería mostrar el ridículo de las tarifas de tren en Reino Unido».
Y así lo hizo. Furness quería viajar a Londres desde Newcastle, un recorrido que en tren le costaría unas 78.50 libras. Así que se puso manos a la obra, y tras un rastreo en diferentes buscadores de vuelos encontró que podía realizar Newcastle – Mallorca – Londres por tan sólo 26 euros, lo que le supuso un ahorro de 50 libras. «He podido pasar una noche en una isla española, alquilar un coche, tomar un cóctel en la playa y coger un vuelo de vuelta a Londres y todavía me han sobrado 40 libras», ha publicado en su cuenta de Instagram junto a una foto en la que se puede ver al joven en una playa de la isla mallorquina.
Sin embargo, la hazaña de Furness no ha sido la única de este tipo. En enero dos amigas británicas, Zara, de Birmingham, y Lucy, de Newcastle, decidieron quedar en Málaga porque les salía más barato que ir a verse en tren. Así, en lugar de coger un ferrocarril para recorrer los 320 kilómetros que separan sus ciudades, tomaron un avión y se encontraron a unos 2.000 kilómetros de distancia. Los billetes en avión para dos personas costaban 37 euros menos que el de tren para una.