¿Es el fin de los coches diesel en Alemania?
El país que vio nacer al automóvil moderno quiere ahora verlo desaparecer. O al menos esos son los pasos que parece estar dando la canciller de Alemania, Angela Merkel, que ha dejado caer que el coche con motor diésel tiene los años contados en su país. En una entrevista con la revista berlinesa SUPERillu, Merkel ha dicho, sin especificar fechas, que se avecina un cambio para el sector automovilístico de la primera economía de la Unión Europea. «Todavía no puedo decir un años exacto, pero en enfoque es correcto porque si invertimos rápidamente en más tecnología e industria de carga para coches eléctricos, estructuralmente será posible un cambio general».
El país que vio nacer al automóvil moderno quiere ahora verlo desaparecer. O al menos esos son los pasos que parece estar dando la canciller de Alemania, Angela Merkel, que ha dejado caer que los coches con motor diésel tienen los años contados en su país. En una entrevista con la revista berlinesa SUPERillu, Merkel ha dicho, sin especificar fechas, que se avecina un cambio para el sector automovilístico de la primera economía de la Unión Europea. «Todavía no puedo decir un año exacto, pero el enfoque es correcto porque si invertimos rápidamente en más tecnología e industria de carga para coches eléctricos, estructuralmente será posible un cambio general«.
Y esa inversión ya ha comenzado. Hace unas semanas, la empresa tecnológica e industrial alemana Siemens anunció el inicio de la construcción de una línea eléctrica para camiones híbridos en un tramo de la A5, una autopista del centro del país, por encargo del Estado de Hesse. La eHighway, como ha bautizado la compañía a la nueva infraestructura, suministrará electricidad a los camiones entre el aeropuerto de Fráncfort y la ciudad de Darmstadt. Entre las características que destaca Siemens de las autopistas eléctricas están un ahorro en combustible de 20.000 euros (a precio de 2014) por cada 100.000 kilómetros que recorra un camión de 40 toneladas, una reducción anual de seis millones de toneladas de dióxido de carbono si el 30% del tráfico de camiones en las autopistas alemanas está electrificado y es alimentado por energías renovables y el hecho de que un acondicionamiento eléctrico no contamina el aire.
Pero la inversión en nuevas infraestructuras no es el único aliciente para la automoción eléctrica en Alemania, sino también los retos climáticos a los que se enfrenta el país. «También está claro que los objetivos climáticos que nos hemos puesto para 2050, a saber una reducción de CO2 de un 80-95%, son muy ambiciosos incluso si se reducen de forma significativa las emisiones de CO2 de los vehículos», explicó la canciller a SUPERillu.
Alemania, pionera en el sector automovilístico
Si el Reichstag reconduce su sector automovilístico hacia la electricidad, no es descabellado pensar que Europa siga sus pasos con lupa, habida cuenta de la historia de la automoción del país. En los años 80 del siglo XIX, el Benz Patent-Motorwagen de la casa alemana Rheinische Gasmotorenfabrik Benz & Cie. (lo que hoy es Mercedes Benz) fue el primer coche propulsado con un motor de combustión interna. Es decir, está considerado el primer automóvil de la historia. Y ya no está solo el hecho de que los germanos hubieran sido los pioneros de la automoción decimonínica: actualmente, la industria automovilística alemana es la primera del país y también la que más dinero genera en exportaciones, según la CNN. Tanto la propia Mercedes como Volkswagen, BMW y Porsche son alemanas.
Las declaraciones de Angela Merkel se producen a escasas semanas de las elecciones generales, que se celebrarán el 24 de septiembre. El Gobierno de la canciller había sufrido presiones para que tomara más medidas para eliminar la contaminación. El pasado febrero, la Comisión Europea había lanzado a Alemania, entre otros países, una “última advertencia” por no haber “remediado las infracciones repetidas a los límites en materia de contaminación atmosférica fijadas por el dióxido de nitrógeno (NO2)”. Además, en esta legislatura, el Gobierno de Merkel ha recibido críticas por el escándalo de las manipulaciones de las emisiones de gases en los coches de Volkswagen.