Amaya Valdemoro: "Me ha costado asimilar que ya no soy siempre la número uno"
El cometido de Amaya Valdemoro es ayudar a concienciar a los españoles sobre lo importante que es una dieta sana y el ejercicio físico. Una tarea sencilla para la mejor jugadora de baloncesto de la historia de España.
Amaya Valdemoro sonríe sin parar mientras forma un corazón con las manos. Posa y posa otra vez para las fotos. «Estoy muy orgullosa de que hayan pensado en mí para esto. Algo bueno habré tenido que hacer», dice entre risas en una entrevista a The Objective en la sede de la Fundación Española del Corazón en Madrid, que participa en un encuentro organizado por Sonae Sierra para el Día Mundial del Corazón. Han elegido a Amaya como embajadora de la campaña Cuida tu corazón para contribuir en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Su cometido es ayudar a concienciar a los españoles sobre lo importante que es una dieta sana y el ejercicio físico. Una tarea sencilla para la mejor jugadora de baloncesto de la historia de España.
«Es muy fácil para mí decir que rutinas o qué métodos tenemos que seguir para llevar una vida sana. Lo primero hay que decir no a la vida sedentaria, no podemos estar siempre viendo pelis y series en casa. Hay que salir a caminar, ir a bailar, al gimnasio o al campo, no hace falta hacer miles de horas de deporte. Las rutinas que me ha dejado el deporte me vienen muy bien para la prevención de enfermedades cardiovasculares», nos cuenta.
Amaya Valdemoro se retiró hace ya cuatro años. Puso el broche final en el Eurobasket de 2013 y lo puso de oro. España ganó el campeonato y Amaya se quedó con el reconocimiento de haber sido 258 veces internacional absoluta con la selección. Un récord que ninguna jugadora había podido superar hasta que lo hizo Laia Palau este año. Amaya es rubia y hoy lleva el pelo recogido en una coleta. Ha ganado tres anillos de la WNBA (la liga de baloncesto femenina de Estados Unidos) y ha participado dos veces en los Juegos Olímpicos con la camiseta de España. Todo con el 13 a la espalda. Hoy se sorprende de los zapatos de tacón que lleva una de sus compañeras de charla y admite riendo que ella no podría. Admite también que sigue siendo tan competitiva como antes. Solo que ahora compite en otras cosas: «Ahora soy la mejor paseando a mi perro». Y se ríe.
Estos años de retirada han cambiado su forma de ver el deporte y a través de él su vida. Ahora sus horas en el gimnasio son un placer que no implica «seis horas de entrenamiento diarias». «Me he notado, que cuando toca un día duro, la gente se pone ahí a sufrir y yo como que me lo tomo con mucha más pausa, y les digo yo ya he sufrido todo lo que tenía que sufrir». Pero, la parte de la jugadora que seguía luchando y peleando por cada canasta sigue ahí. «La gente en el gimnasio está a tope y entonces me ha costado asimilar que estoy por debajo y que me de igual. Eso parece una tontería, pero ha sido un cambio importante no ser la número uno siempre».
Amaya Valdemoro es la mejor jugadora de la historia de baloncesto de España. Y no lo dice ella. Lo cuentan todos sus títulos.
– ¿Fue una presión llevar ese título?
«Es un título que pesa. Pero yo en eso tengo algo muy bueno, que cuando dicen ese título digo, bueno para mucha gente, para otra no. Eso es para gustos los colores. Pero más que una presión para mí ha sido una motivación. De seguir. Una motivación de seguir intentando llegar a la excelencia, a lo máximo posible. Una cosa está clara, yo cuando jugaba había días que lo hacía muy bien, otros días que lo hacía mal, pero siempre me dejaba la piel y en eso no hay nadie que me pueda rebatir. Me dejaba la piel y creo que cuando una va al trabajo, o en mi caso el baloncesto, tiene que dejarse el alma y la piel. Y eso es lo que hice yo durante todos los años y el cuerpo, porque luego, he acabado cómo he acabado…». Se ríe.
Eso es otra de las cosas más importantes que ha cambiado. Ahora sí escucha a su cuerpo. «Ahora que he vuelto de vacaciones, en vez de ir todos los días entre semana al gimnasio, pues ahora voy un día y descanso uno o dos y veo si estoy más cargada, que lo estoy, tengo agujetas por todos lados y le escucho, le hago caso». A su cuerpo y a los consejos de los médicos. Especialmente en lo relativo a las enfermedades del corazón. «Mi padre tuvo dos anginas de pecho y mi tío sufrió una muerte súbita, aunque gracias a Dios se recuperó y está perfectamente. Pero, en nuestra familia somos bastante responsables porque está visto que somos propensos a tener enfermedades cardiovasculares», explica.
Consejos para un corazón sano
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en nuestro país: uno de cada tres españoles fallece por enfermedades cardiovasculares(29,39%). Está por encima de las muertes por cáncer (26,36%) y por enfermedades del sistema respiratorio (12,27%). «El 70% de las muertes por enfermedades del corazón y hasta el 80% de los infartos podrían prevenirse si integrásemos hábitos de vida saludable en nuestro día a día como caminar durante 30 minutos o comer cinco piezas de fruta al día«, ha explicado la doctora Petra Sanz, jefa de servicio de la unidad de cardiología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y portavoz de la Fundación Española del Corazón. No hay duda de las claves: ejercicio, dieta sana, chequeos y, sobre todo, no fumar.
La tarea de Amaya es lograr transmitir este mensaje. «Yo ando todos los días entre ocho y 10 kilómetros. Además, como soy tan competitiva me pico conmigo misma para conseguir igualar o mejorar la distancia del día anterior, no me hace falta nadie», se ríe. «Diré en mi defensa que esto lo hago también para pasear a mi perro». Ejercicio: tick.
«Siempre voy con el tupper que yo me preparo. Evito comer en restaurantes. Prefiero cocinarme yo y evito las frases. A veces, me dicen que tengo el estómago triste», dice la jugadora entre risas. Dieta sana: tick.
Pero, la concienciación de Amaya sobre la importancia de cuidar nuestro corazón viene de atrás. De hecho, la propia Amaya sufrió púrpura con menos de un año de edad. «No sabemos cómo la contraje, sí que estuve a punto de morir. Le dijeron a mi padre que mi cuerpo no generaba plaquetas. Afortunadamente mi cuerpo reaccionó y sobreviví. He tenido un montón de percances y este es uno, que no me acuerdo, solo recuerdo que tengo fotos que luego me daban cortisona y estaba ahí gordita». La jugadora saca la sonrisa también con este tipo de historias. Por esa razón, la jugadora reconoce que es «un poco friki» y que, aunque esté retirada sigue yendo muchas veces al consejo superior de deportes para que le hagan revisiones médicas. Chequeos: tick.
Para facilitar las revisiones médicas, en siete centros comerciales de Sonae Sierra se harán los días 28, 29 y 30 de septiembre chequeos gratuitos.