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Turismo de sequía, el resurgir de los pueblos ahogados

La disminución del agua en muchos pantanos es tal que en muchos lugares están quedando al descubierto las ruinas de algunos pueblos sumergidos.

Turismo de sequía, el resurgir de los pueblos ahogados

España es la primera potencia europea y quinta mundial (por detrás de China, Estados Unidos, Japón e India) en pantanos y presas. Según datos oficiales, nuestro país cuenta con 1.300 pantanos, 515 construidos durante el franquismo. Una larga lista de grandes infraestructuras que en su día anegaron completamente de agua a cientos de pueblos y aldeas y que durante varias décadas ocultaron verdaderas reliquias.

Sin embargo, con cuatro años consecutivos de escasas precipitaciones el nivel de los embalses se encuentra al 43% de su capacidad cuando lo habitual en estas fechas es que estén en torno al 60%. Así, la disminución del agua es tal que en muchos lugares están quedando al descubierto las ruinas de algunos de estos pueblos y restos arqueológicos importantes. Ejemplo de ello es el municipio gallego de Portomarín, situado en la provincia de Lugo. En 1962 sus casas, plazas y calles quedaron sumergidas y sus habitantes trasladados al vecino Monte do Cristo, donde reconstruyeron algunos de los edificios más importantes y que fueron trasladados «piedra a piedra» de un lugar a otro.

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Portomarín inundado. 23/01/1963 | Fotografía cedida por el Ayuntamiento de Portomarín.

 

Ahora el viejo Potomarín está resurgiendo de las aguas dejando insólitas imágenes y convirtiéndose en un reclamo turístico como nunca antes había experimentado la localidad. «Los fines de semana los restaurantes están desbordados, nos cuentan que ponen entre 600 y 700 comidas», señalan a The Objective desde el Ayuntamiento gallego, que aseguran que el turismo ha aumentado un 80% tras el resurgir del antiguo Potomarín.

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Situación similar está experimentado el municipio riojano de Mansilla de la Sierra (foto principal). Enclavado en la comarca del Alto Najerilla, en 1960, «con el agua por los tobillos, los habitantes del Viejo Mansilla abandonaron, atropelladamente sus casas, para ir a un nuevo pueblo, donde aun no había luz eléctrica, las calles no estaban terminadas de asfaltar, y no existía un solo pajar donde cobijar el ganado», cuenta la web del Ayuntamiento. Hoy, con el embalse más bajo que nunca, apenas al 14,7% de su capacidad, la escasez de lluvia y las altas temperaturas han sacado a relucir estas antiguas reliquias que tanta nostalgia y recuerdos traen a sus antiguos habitantes que ahora pueden pasear por su antiguas calles empedradas con emoción.

 

Era 1972 cuando los vecinos del malagueño pueblo de Peñarrubia fueron desalojados no sólo de sus viviendas sino también de su pueblo. Franco había autorizado la construcción del embalse de Guadalteba. Las casas del municipio fueron derruidas para evitar las reocupación de las mismas, quedando sólo en pie la iglesia, el colegio y el cuartel de la Guardia Civil, que fueron usados por la Confederación Hidrográfica del Sur. Según informan medios locales, los últimos en abandonar el barco fueron un empleado de Correos, dos funcionarios municipales y la pareja de la Guardia Civil, que asistieron al naufragio hasta el final, «y escaparon con el agua en los talones». Posteriormente se procedió a la inundación del pueblo. La mayoría de los vecinos, que rondaban los 1.800, se mudaron a la barriada de Santa Rosalía en la capital malagueña.

Ahora, con todo seco, algunos de esos vecinos volvieron en octubre para celebrar la romería de la Virgen del Rosario e inaugurar la ermita.

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Vista general de las ruinas de la ermita de Peñarrubia. | Foto: Diputación de Málaga

 

En 1962, el poblado de San Romano de Saude, en Barcelona, fue engullido por las aguas cuando se construyó el embalse de Sau. Sus masías, su puente romano y su iglesia quedaron totalmente sumergidos. Con 165,3 hectómetros cúbicos de capacidad, la iglesia de San Romano de Sau queda al descubierto mostrando imponente su campanario en época de sequía. De esta forma, el legado arquitectónico y cultural de la zona merece especial atención haciendo del lugar una interesante visita.

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