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Perros en pediatría: Hospital Sant Joan de Déu

El Hospital Sant Joan de Déu (HSJD), situado en Esplugues de Llobregat, Barcelona, está considerado como uno de los centros pediátricos de alta especialización más importantes de Europa y fue el primero de España en crear una unidad de intervenciones asistidas con perros. El objetivo es trabajar, mediante la interacción con el animal, los aspectos psíquicos, físicos o sociales de los niños tratados en el hospital y mejorar así su calidad de vida.

Perros en pediatría: Hospital Sant Joan de Déu

El Hospital Sant Joan de Déu (HSJD), situado en Esplugues de Llobregat, Barcelona, está considerado como uno de los centros pediátricos de alta especialización más importantes de Europa y fue el primero de España en crear una unidad de intervenciones asistidas con perros. El objetivo es trabajar, mediante la interacción con el animal, los aspectos psíquicos, físicos o sociales de los niños tratados en el hospital y mejorar así su calidad de vida.

Todo comenzó en 2010 con una colaboración entre el HSJD y el Centre de Teràpies Assistides amb Cans (CTAC) para desarrollar una prueba piloto en el Servicio de Psiquiatría y Psicología. Poco a poco las terapias asistidas con perros se fueron extendiendo a las distintas áreas del hospital y desde 2012 están plenamente integradas tanto en el ámbito hospitalario como en consultas externas, urgencias y odontología. La experiencia ha sido altamente positiva, así lo recoge el informe ‘Intervenciones asistidas con perros en pediatría. Ámbitos de intervención en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona’, elaborado por el HSJD con el apoyo de PURINA.

La sonrisa de los niños es la mejor prueba del funcionamiento de las TAA. | Foto: FAROS/Hospital Sant Joan de Déu

El estudio asegura que “el uso de animales puede proporcionar resultados positivos para un paciente siendo la intervención beneficiosa y complementaria al plan de cuidados.” Ahora bien, el verdadero beneficio de este tipo de actividades no puede traducirse a cifras exactas por lo que resulta muy complicado demostrar los resultados obtenidos a lo largo de estos años. “Pese a esto, el entusiasmo de los niños y sus familias, y la mirada de aquellas otras instituciones que se han acercado a ver esta tarea, ha proporcionado el impulso para compartir con la comunidad sanitaria y con la sociedad, el trabajo cotidiano.” Afirman los autores del estudio. Y explican: “Cada uno de los dispositivos que se realizan tienen el objetivo de favorecer la estancia de los niños en el hospital, mejorar el ajuste frente a los procedimientos, entender los procesos sanitarios a los que se ven sometidos, etc.”

Todo parece indicar que funciona. Por ejemplo, cada día se realizan en el HSJD casi mil consultas externas, para valorar los efectos que los padres perciben de las Actividades Asistidas con Animales (AAA) respecto al estado emocional propio y al de sus hijos durante la espera para ser atendidos, el equipo del hospital realizó una encuesta. El estudio de los resultados obtenidos refleja que el 95% de los padres entrevistados percibe a su hijo más contento, relajado y sonriente durante la interacción con los perros y el 96,5% considera que después de dicha interacción, su hijo entra más relajado a la consulta. En otras áreas del hospital ocurre algo parecido. Los autores concluyen: “La presencia y visita del perro es algo inesperado y novedoso; despierta a menudo sonrisas en el niño y también en sus familiares”. ¿Qué más se puede pedir?  

Terapia vía Facetime

Hasta hace poco, los niños ingresados en cámaras de aislamiento, que son pacientes con inmunodepresión, no podían recibir la visita de los perros. Pero las técnicas de Terapias Asistidas con Animales (TAA) han avanzado y la tecnología también, lo que permite que las sesiones en streaming sean ya una realidad en el HSJD. A través de videoconferencias periódicas, los niños pueden conocer y relacionarse con los perros de manera virtual. “Un profesional entra en la habitación donde está ingresado el niño y conecta mediante ‘Facetime’ con un equipo de la unidad que está ubicado físicamente en otro espacio del hospital para que, a través de un dispositivo móvil como una tablet, el niño pueda ver al animal e interaccionar con él.” Explican los responsables.

Estar aislado tiene consecuencias psicológicas, emocionales y de comportamiento. Con este tipo de TAA se ayuda al niño “a reconectar con el mundo exterior”, generando sin duda un mayor bienestar. La duración de la videoconferencia es de unos veinte minutos, pero se adapta a la edad y el interés que muestra cada paciente. Se intenta que el primer contacto entre el niño y el perro sea antes de su ingreso a la cámara y como apunta Francesc Ristol, director del CTAC, “siempre que es posible, cuando el paciente sale de la situación de inmunodepresión se encuentra presencialmente con los perros de terapia”.

Actualmente, la Unidad Funcional de Intervenciones Asistidas con Perros (UFIAP) del HSJD cuenta con 12 perros de terapia acreditados, perros que, como se lee en el informe, son “animales que han sido seleccionados, socializados y adiestrados para esta tarea desde sus primeros meses de vida y que de forma periódica y constante, se someten a unos rigurosos protocolos sanitarios.” Jordi Bosch, director general de PURINA España, convencido de que la presencia de perros de terapia representa una ayuda fundamental para muchos niños ingresados, asegura que uno de los objetivos de la marca es ”dar visibilidad al rol cada vez más relevante que tienen las mascotas en la sociedad”. Con este objetivo, cada año desarrollan campañas de concienciación social y apoyan a protectoras y asociaciones como el hospital.

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