Barbie Savior, la cuenta satírica de Instagram que se ríe de los salvadores blancos
La polémica que ha desatado la bloguera e influencer catalana Dulceida en su viaje a Sudáfrica ha logrado poner sobre la palestra una problemática bien conocida por el entorno de los voluntarios y las ONG: el complejo del salvador blanco. Esta costumbre, cada vez más extendida entre los visitantes del primer mundo que viajan a países con problemas con el ánimo aprovechar el contexto del drama humano para retratarse como personas solidarias, también es conocido por el nombre de ‘volunturismo’: voluntariado a cambio de unos cuantos likes en Instagram. La dudosa ética de esta práctica, acusada de racista, irrespetuosa y narcisista, es conocida y criticada por los voluntarios que no necesitan compartir sus experiencias en las redes.
La polémica que ha desatado la bloguera e influencer catalana Dulceida en su viaje a Sudáfrica ha logrado poner sobre la palestra una problemática bien conocida por el entorno de los voluntarios y las ONG: el complejo del salvador blanco. Esta costumbre, cada vez más extendida entre los visitantes del primer mundo que viajan a países con problemas con el ánimo aprovechar el contexto del drama humano para retratarse como personas solidarias, también es conocida por el nombre de volunturismo: voluntariado a cambio de unos cuantos likes en Instagram. La dudosa ética de esta práctica, acusada de racista, irrespetuosa y narcisista, es conocida y criticada por los voluntarios que no necesitan compartir sus experiencias en las redes.
Con el ánimo de criticar y acabar con este complejo del salvador blanco, el Fondo de Asistencia Internacional de los Estudiantes y Académicos Noruegos (SAIH) lanzó en 2016 el proyecto Radi-Aid, que cuenta con numerosas acciones para concienciar sobre el voluntariado responsable. La que más éxito ha tenido ha sido el de la cuenta en Instagram Barbie Savior, que cuenta ya con más de 153.000 seguidores.
La cuenta narra las vivencias de una Barbie voluntaria en diversas zonas empobrecidas de África. De manera satírica, este perfil simula a la perfección el día a día de numerosos voluntarios blancos al llegar a cualquier país africano. Con extrema frivolidad, la Barbie es la cara de todos esos presuntos buenos samaritanos que buscan hacerse muchas fotos con la miseria humana de telón de fondo.
“Una de las mejores lecciones que he aprendido a lo largo de los años es que hacerse selfies en África NO es para los débiles de corazón … es una forma de arte. Uno que he perfeccionado, junto con mis muslos súper tonificados”, dice en el título de uno de los montajes fotográficos obra de los autores de la cuenta.
Los creadores de este perfil aseguran en su página web que llevan “más de una década estudiando, viajando y trabajando en el extranjero”. La cuenta “comenzó como una broma”, dicen. “Comenzó como un lugar para expresar nuestras frustraciones. Nuestra pequeña cuenta de Instagram, sin embargo, causó bastante revuelo. Estaba claro que tocábamos un nervio en el viejo tema del complejo del salvador blanco”, explican.
La denuncia de la cuenta Barbie Savior se completa con un proyecto que toma un cariz más serio: The Social Media Guide. Consiste en una guía en la que se explican los cuatro principios básicos que una persona debe seguir a la hora de embarcarse en un voluntariado sin caer en el ego y en la falta de respeto que suponen las prácticas que critican.