El 'croissant', la batalla que se ganó en Austria gracias a los panaderos
Dicen que los cruasanes se llaman así porque croissant en francés quiere decir «creciente». La leyenda más divulgada sostiene que nace como uno de los actos festivos cuando la ciudad de Viena se salva del sitiado otomano, también conocido como Imperio turco otomano, a finales del siglo XVII.
Dicen que los cruasanes se llaman así porque croissant en francés quiere decir «creciente». La leyenda más divulgada sostiene que nace como uno de los actos festivos cuando la ciudad de Viena se salva del sitiado otomano, también conocido como Imperio turco otomano, a finales del siglo XVII.
Según la tradición, los panaderos, que trabajaban por la noche en la capital austriaca, escucharon cómo los enemigos excavaban un túnel para entrar en la ciudad y, por estar despiertos, dieron la voz de alarma.
El cruasán simula la forma de luna creciente que aparece en la bandera turca. Algunos dicen que los austriacos le dieron esa forma para burlarse de ellos por haber logrado evitar la conquista otomana, y buscaba demostrar su fuerza, ya que “se comían a sus enemigos”.
También se dice que, tras la derrota turca, el rey de Polonia y Lituania Juan III Sobiesky encargó a los panaderos la elaboración de unos panecillos con la forma del emblema de los turcos que inmortalizaran la victoria.
Otra curiosidad detrás de esta historia es que, como se puede ver, los croissants no son franceses, aunque muchos creen lo contrario. Esto se debe a que la reina María Antonieta, de origen austriaco, hizo llegar a la corte de Versalles el bollo junto con otros productos y dulces que acabaron por formar parte de la cultura culinaria francesa.
El croissant corre peligro de desaparecer en Francia debido al encarecimiento un 92% en el último año debido a la falta de leche en el país como consecuencia de una baja producción y de una alta demanda de los países asiáticos, especialmente de China, que está afectando a la producción del bollo, al estar hecho en una cuarta parte con este ingrediente.