Funambulista: "El nuevo Gobierno debería echar un ojo a la SGAE y controlar que todo esté bien"
Funambulista: «Al nuevo Gobierno le diría que echase un vistazo a la Sociedad General de Autores (SGAE) y controle que todo esté bien por ahí.»
Su primera composición la creó pensando en una chica que veía día tras días en la calle Trapería de su pueblo natal, Molina de Segura, Murcia, el que le ha visto nacer, crecer y brillar. Ella vendía pañuelos, él cantaba. Se llama Libertad. La última habla de la España de los 50. Una fotografía en blanco y negro de la sociedad de esa época. Quizá la podamos escuchar en su próximo disco. Entre una y otra han pasado más de 20 años. Decenas de canciones más. Puñados de composiciones y melodías. Actuaciones con sólo siete u ocho personas. 20 ó 30, después. Luego vinieron los éxitos, no sin antes haber recibido varios ‘noes’ y portazos que, sin duda, y sin saberlo, le abrieron las puertas del éxito. Porque en todo este camino, Diego Cantero, Funambulista, iba conjugando el verbo trabajar a la perfección.
Estamos en la terraza del club privado Argo, en plena plaza de Santa Ana, en el emblemático barrio de Las Letras de Madrid. Las vistas son espectaculares, y el tiempo acompaña. Sólo alguna nube nos interrumpe momentáneamente para recordarnos que el verano aún no ha llegado. Cantero tararea varias de sus canciones hasta que comenzamos la entrevista: Eres Aire, Fiera, Volver a empezar... Acaba de dejar a su hija, de sólo nueve meses, en la guardería, y asegura estar viviendo uno de los momentos más dulces de su vida. Se nota. Y es que para quien una vez apenas conseguía reunir un puñado de personas en pequeños bares y salas de música, ahora asegura estar viviendo un «remanso», al ver cómo ese camino recorrido lentamente y pasito a pasito le ha llevado a llenar grandes recintos y teatros. «Yo era feliz tocando en bares, con lo cual todo lo que me viene ahora es un regalo con el que disfruto muchísimo y me sorprende gratamente», se sincera el murciano.
Ahora, Diego Cantero se prepara para su concierto «más especial». Será el próximo 12 de julio en Noches del Botánico, Madrid, y con él cerrará este ciclo Dual que le ha llevado a cantar con algunos de los artistas más importantes y reconocidos a nivel nacional e internacional. En él ha temblado con Bebe, ha vuelto a empezar con Leire Martínez, ha tenido suerte con David Otero, se ha inventado con Dani Martín o ha sido sólo luz y aire con Pablo Alborán y Rozalén.
Algunos, como no podía ser de otra forma, le acompañarán en esta «fiesta» donde interpretará canciones de sus trabajos más actuales y del ayer. Andrés Suárez, India Martínez, Leire y Efecto Pasillo son ya artistas confirmados. «Llevamos meses preparando este concierto y hay mucha expectación. Es un reto importantísimo para nosotros«, asegura Cantero, que ha escrito canciones para artistas como Malú, el argentino Abel Pintos o Raphael.
Al preguntarle por quién ha sido el artista que le ha faltado en este último trabajo, el vocalista de Funambulista lo tiene claro: «Joaquín Sabina, sin duda. Aunque nunca se lo pregunté».
—¿Y cuál sido la colaboración más especial para ti?—le pregunto.
—(Risas) No, no puedo decir un artista en concreto porque ha sido un disco que me han regalado 14 personas a las que admiro, algo que un día deseé con tanta fuerza que acabó por cumplirse. Todas las colaboraciones han sido especiales.
—¿Fue difícil que aceptaran?
—Para nada. Pensé que iba a hacer muy difícil. Pero no fue así. Todos conocían el proyecto, sabían quién era y en cosa de tres meses teníamos todas las colaboraciones grabadas.
–Eso muestra que hay compañerismo en la industria musical…
–Sí, mucho y me enorgullece. Todo el mundo está para todo el mundo. Ahora es habitual que los artistas quedemos para ver cómo llevamos nuestras composiciones, ayudarnos… Las canciones cada vez son mejores porque hemos dejado de ser impermeables y nos dejamos aconsejar. En mi caso, toda la gente que se ha ido sumando por el camino han sido personas que han querido ayudarme. Maldita Nerea me llevó de gira cuatro años con ellos; Antonio Orozco me llevó a tocar con él y permitió que su colaboración fuera el primer single de Dual, algo que es muy complejo… He recibido generosidad por parte de todos y no lo digo por quedar bien, es lo que he vivido. Yo estoy donde estoy gracias al apoyo de mucha gente.
–Sin embargo, en Dual hay colaboraciones con grandes artistas pero echo en falta alguna colaboración con algún músico novel para, de esta forma, devolver también la generosidad recibida…
–Tienes toda la razón y te acepto la reflexión porque fue la misma que hice yo cuando salió el disco. Lo que hice después fue invitar a toda esa gente novel que me gustaba a distintos conciertos donde no sólo cantaron mis canciones sino que les presté el escenario para que hicieran su música—admite generoso.
«Anárquico» y «metódico» en sus creaciones, ya se encuentra sumergido en su nuevo trabajo que saldrá a la luz a principios del próximo año, aunque, asegura, habrá algún adelanto a finales de 2018. «Es el mejor disco que he hecho hasta el momento», cuenta orgulloso. «Aún no están todas las canciones, de momento llevo siete grabadas», apunta Cantero revelando que en ese próximo álbum hay «un cambio de dirección ligado a una evolución personal» que ha consistido en quitarse «prejuicios». «Al final para crecer en la música, al igual que en la vida, debemos quitarnos esos prejuicios que tenemos y atrevernos a hacer cosas que antes no nos atrevíamos a hacer no sabemos muy bien por qué».
Y es que para este «artesano del pop», como a él mismo le gusta definirse, la música es un «juego» que lleva practicando desde los cinco años cuando sus padres lo apuntaron a una academia para estudiar piano. «Cuando mis compañeros querían ser bomberos y astronautas yo quería ser músico», recuerda.
Comprometido con su tierra, hace un llamamiento al nuevo Gobierno y pide una solución para las miles de familias que se han visto perjudicadas por la construcción del muro del AVE que les partirá en dos: «Es una pena y tristeza gigante lo que está pasando en Murcia, estuve hace poco y pude ver físicamente las obras. Hay gente a la que le están tapiando la puerta de su casa con un muro de cinco metros que divide la ciudad en dos con la promesa de un soterramiento futuro. Ojalá los políticos nos hubiesen enseñado que podemos creerlos y dentro de tres años esos señores puedan cruzar tranquilamente. Pero dado los precedentes, dudo…».
—¿Tienes alguna esperanza en el nuevo Gobierno?
—Bueno… Es que cualquier cosa es mejor que lo que había. Lo que sí les pediría es que tuviesen a los artistas un poquito más en cuenta y que echasen un vistazo a la Sociedad General de Autores (SGAE) y controlen que todo esté bien por ahí.
—¿A qué te refieres?
—Deberían dejarnos más tranquilos a la gente que vivimos de la música y que muchas veces vemos cómo por dentro todo está confuso y hay que andarse con pies de plomo.