El intercambio de ropa, una solución sostenible contra el derroche vacacional de los jóvenes
Los jóvenes compran una media de cinco prendas nuevas cuando se van de vacaciones y después no se vuelven a poner dos tercios de ellas
Los jóvenes de entre 18 y 35 años forman parte de generaciones sostenibles en casi todos los aspectos de su vida, pero no tanto cuando hacen la maleta para unas vacaciones. Así lo determina un informe de la agencia de viajes Contiki, que analiza los hábitos de consumo de ropa de los millennials y parte de la generación Z cuando preparan un viaje.
Una encuesta realizada a 1.000 personas de entre 18 y 35 años muestra que los jóvenes compran una media de cinco prendas nuevas cuando se van de vacaciones y después no se vuelven a poner dos tercios de ellas.
Para tratar de ayudar en la lucha contra este desperdicio, Contiki ha organizado un intercambio de ropa para las vacaciones “motivado por los impactantes informes que declaran que la industria textil es de las más contaminantes del mundo”.
132 millones de prendas sin usar cada año
La industria textil ha sido criticada en numerosas ocasiones por los elevados niveles de contaminación que genera. Si a esto le sumamos los millones de prendas que se compran y no se utilizan cada año, el impacto de la moda en el medio ambiente es verdaderamente preocupante.
Cada año, de toda la ropa que se compra, 132 millones de prendas no son usadas, según el informe de Contiki. Además, de todas ellas, al menos 35 millones acaban en los vertederos, según un informe de European Clothing Action Plan.
La gran cantidad de ropa que los jóvenes compran para sus vacaciones contribuye a esta fiebre de la moda rápida que hace que cada año millones de prendas acaben en la basura.
Un 27% de las personas encuestadas afirman que compran ropa más barata para las vacaciones y un 17% está más interesado en encontrar un buen precio que en la sostenibilidad de la prenda o la marca.
“Somos conscientes de que nuestros viajeros quieren verse bien en las vacaciones, pero esto no debería ser a costa de la Tierra”, afirma la directora de ventas y marketing de Contiki en Reino Unido, Donna Jeavons.
Hábitos sostenibles a diario
A pesar de no ser sostenibles a la hora de consumir moda, los jóvenes de Reino Unido, donde se realizó la encuesta, sí lo son en su vida diaria, o al menos lo intentan.
Un 97% de los millennials británicos está haciendo pequeños cambios en sus hábitos diarios para tratar de llevar una vida más sostenible. Por ejemplo, un 72% usa bolsas reutilizables para hacer la compra, el 58% ha comprado tazas y botellas reutilizables y el 46% usa más métodos de transporte además del público para ser más sostenibles.
Sin embargo, estas pequeñas prácticas no se aplican a la hora de comprar ropa. De hecho, alrededor de un 30% de los jóvenes afirma que no saben cómo contribuir a frenar el impacto en el medioambiente de la industria de la moda.
El evento de intercambio
Lucir modelito nuevo cada vez que nos vamos de vacaciones es posible sin contaminar el medioambiente ni hacer un gasto extra. Para demostrarlo y con el objetivo de contribuir a frenar el impacto negativo en el medioambiente, Contiki organizó un intercambio de ropa de vacaciones al que acudieron más de 150 personas, cada una de ellas con una bolsa llena de ropa para intercambiar.
Solo un 3% de los jóvenes de entre 18 y 35 años encuestados afirman haber intercambiado o cogido prestada ropa para sus vacaciones, pero Contiki cree que esta es una solución que, además de ser sostenible, puede ayudar a la gente joven a cumplir sus necesidades.
En total, el evento salvó más de 1.700 prendas de acabar en el vertedero. De todas ellas, casi 1.000 encontraron un nuevo hogar. El resto han sido donadas al proyecto #LoveNotLandfill, que reciclará las prendas para evitar que se tiren a la basura.
Además, su intención es generar una conversación en torno a la contaminación que generamos con la ropa que no usamos para tratar de concienciar a los consumidores, a través de expertos en el mundo de la moda, de la necesidad de llevar a cabo prácticas sostenibles.