Tríos, sexo anal y juguetes sexuales, la generación Z cumple las fantasías eróticas de los Millennials

Todo empezó cuando las generaciones empezaron a clasificarse (Baby Boom, Millennials, generación Z…). A partir de ese momento, aspectos que nos definían tales como las aspiraciones laborales, la adaptación a la movilidad geográfica o por qué no, las rutinas y actitudes sexuales, parecían ya estar en cierta forma preestablecidas. Para averiguarlo, Control ha querido ir más allá e investigar hábitos y tendencias que tenían los Millennials (o generación Y) a principios de la década, y cuál es la respuesta de los jóvenes de hoy en día, ya bautizados como generación Z. ¿Sabías que el trío era una fantasía por cumplir de más de la mitad de los Millennials, y hoy en día cerca del 10% de los jóvenes de la generación Z ya lo ha experimentado? Los primeros, reconocidos por haber impulsado la vida sana, y los segundos tildados de emprendedores e inconformistas, pero ¿cómo hablan y practican sexo ambas generaciones?

Radiografía sexual

• ¡Larga vida al dormitorio! O eso han pensado los jóvenes de ambas generaciones. Y es que, aunque otras localizaciones como el sofá o la ducha sigan siendo las favoritas por los jóvenes para practicar sexo, la cama encabezaba la lista de Millennials y continúa siendo elegida, por cerca del 75% de jóvenes pertenecientes a la generación Z, según el barómetro realizado por Control ‘Los jóvenes y el sexo’.
• Posturas multigeneracionales: el misionero y el perrito entre las más practicadas.

Irremediablemente, el paso de los años hace que algunos temas tabúes se vayan extinguiendo y el sexo sea tratado de una forma mucho más abierta. En este sentido, el 40,3% y el 14,9% de los Millennials eligieron el misionero y el perrito como posturas más practicadas, respectivamente; mientras que, si preguntamos a la generación Z, aunque el misionero se sigue manteniendo en cabeza como la postura más conservadora (36%), el perrito duplica el número de jóvenes que lo practican (29%).

• ¿Lo que antes era una fantasía ahora es una realidad? El estudio así lo confirma.

Si algo ha aprendido la generación Z de aquellos Millennials es que soñar es gratis y los sueños se hacen realidad. Así, el trío, por ejemplo, que era una fantasía por cumplir de más de la mitad de los Millennials y, hoy en día, cerca del 10% de los jóvenes de la generación Z ya lo han practicado. Además, entre las fantasías más realizadas por de estos últimos, se encuentra el sexo anal, con un 36,7%, y cerca del 30% usa vibrador.

Sexo 2.0

Lo cierto es que, aunque los Millennials fueron los que protagonizaron los inicios de la digitalización, el 55,5% de los encuestados aseguraron que las redes sociales aumentaron sus probabilidades de tener relaciones sexuales, cerca del 70% seguían prefiriendo los bares y las discotecas para ligar.

Hoy en día, aunque la generación Z sigue utilizando esta técnica (el 22,8% de los jóvenes eligen estos locales nocturnos para encontrar a su pareja), está claro que ellos han sido los que han revolucionado la tecnología, ¡también al campo sexual! Así, el 50% de estos jóvenes recurren a Internet para informarse sobre posturas sexuales, el 40,9% han mantenido en alguna ocasión relaciones sexuales con alguien que han conocido por internet, y ¡hasta un 35% de los jóvenes de la generación Z asegura haber practicado cibersexo!

 Uso del preservativo

Baby Boom, generación X, Y, Z… Los jóvenes de todas ellas han ido adaptando determinadas prácticas sexuales según su tiempo. Sin embargo, la precaución a la hora de realizarlas es algo que se ha ido manteniendo. Si comparamos ambas generaciones, el 50% de los Millennials utilizaban el preservativo masculino como método anticonceptivo, mientras que, hoy en día, el 62% de los jóvenes de la generación Z confirman usarlo. En este sentido, si bien el uso del preservativo está más extendido entre las nuevas generaciones, en los últimos años se ha detectado un ligero descenso en su uso y todavía es necesario seguir concienciando sobre la importancia del preservativo ya que se trata del único de doble barrera, protector frente a embarazados no deseados y frente a contagio de ETS.