Rompiendo tabúes sobre la regla: llegan las compresas y tampones que cuidan de la mujer
¿Sabías que las mujeres usamos a lo largo de nuestra vida unos 8.640 compresas o tampones y que estos tardan unos 300 años en desaparecer?
¿Cuántos kilos de tampones y compresas usa una mujer al año?, ¿cuáles son los costes ambientales de estos productos?, ¿cuánto tardan en biodegradarse?
Aunque los productos para la regla han avanzado a lo largo de los años, mejorando la calidad de vida de las mujeres y del medioambiente, es cierto que las compresas y tampones tradicionales aún tienen mucho que mejorar.
Para que nos hagamos una idea, en cifras, hasta 100.000 millones de tampones y de compresas son desechados cada año en todo el mundo. Teniendo en cuenta que un tampón con aplicador tarda en descomponerse cientos de años y, las compresas, que en su mayoría son 90% plástico, unos 300, no estaría de más pararse a pensar qué tipo de productos para la regla usar. Aunque nos cuesten unos centimillos de más.
Y es que si seguimos haciendo cuentas y aportando datos, las mujeres tenemos de media unos 520 ciclos a lo largo de nuestra vida, esto es, durante unos 40 años más o menos. Así que, si usamos unos 18 tampones o compresas en cada menstruación, al año serían unos 216, por lo que a lo largo de nuestra vida habremos usado unos 8.640 compresas o tampones, según cálculos míos y tirando a la baja.
De esta forma, el impacto que supone para el medioambiente es demoledor teniendo en cuenta todo lo que tardan en desaparecer, pero, ¿y para la salud íntima de la mujer?
Alergias e infecciones en la zona íntima de las mujeres están a menudo relacionadas con el uso de compresas y tampones convencionales, sobre todo, con las compresas, debido al exceso de plásticos, blanqueantes, perfumes y lacas que tienen. Por su parte, los tampones están hechos de algodón blanqueado o rayón, pudiendo contener dioxinas (compuestos químicos que se producen a partir de procesos de combustión que implican al cloro), fragancias, fibras y pesticidas.
Alternativa ecológica y saludable
La exposición a productos químicos e irritantes no debe ser el precio que pague una mujer por tener la regla. En los últimos años, cada vez son más las empresas que sacan compresas y tampones ecológicos que cuidan, además, la salud íntima de las chicas.
Silver Care, Pospart u Organyc son algunas de las marcas que ofrecen productos íntimos 100% ecológicos. Una industria que, aunque lento, cada vez se va haciendo más hueco en el mercado. La última compañía en irrumpir velando por la salud íntima de la mujer con tampones y compresas fabricados de algodón 100% orgánico es MyAlma. Una marca que viene rompiendo tabús para hablarnos de la regla tal y como es y ofreciendo los productos tal y como deberían ser. «Detectamos que en este mercado hay poca transparencia. Las marcas no informan sobre los ingredientes de estos productos e, investigando, nos dimos cuenta que la mayoría están compuestos de celulosa industrial procesada químicamente, por lo que decidimos sacar un producto transparente con la mayor calidad posible», nos cuenta Iván Guillén, cofundador de MyAlma, quien también nos informa de que el plástico que envuelve a las compresas y tampones es BIO-plástico, es decir, Ácido Poliláctico, un material que, según Guillén, «se fabrica a partir de almidones vegetales (primariamente maíz y caña de azúcar), y se biodegrada en el medio ambiente en pocos meses después de ser utilizado».
La composición de las compresas y tampones tradicionales era desconocida hasta hace relativamente poco, cuando por presión popular, Procter & Gamble, publicaron de qué están hechos sus tampones: algodón, rayón (una fibra artificial hecha a base de celulosa) y poliéster o polipropileno (plasticorro puro).
De esta forma, los creadores de MyAlma se muestran totalmente transparentes y su mensaje es «decirle a la mujer que se cuide», expresa Guillén, quien fue el que tuvo la idea original del proyecto. «Tenéis la regla cada mes, durante seis días. Es una zona muy delicada del cuerpo, llena de infecciones y bacterias, y que no se le ha dado hasta ahora la importancia que se le debería dar», precisa el cofundador de esta marca que, asegura, con solo dos meses en el mercado ya han vendido miles de sus productos.
Duración y coste
En cuanto a los costes, desde MyAlma nos aseguran que sólo hay una diferencia de «unos céntimos por unidad». Por ejemplo, una caja de 14 tampones de algodón con aplicador tiene un coste de 3.95 euros, y una caja de compresas de 12 unidades, 3.50. Además, MyAlma te ofrece la opción de hacer tu kit mensual personificado que te llegará a casa cada mes por 19.90 euros con una combinación de estos productos que tardan unos seis meses en descomponerse.
En cuanto a la duración, la también cofundadora Mercedes Escoda asegura que no son unas compresas tradicionales. «Las nuestras no son tan flexibles porque son 100% algodón, no llevan productos químicos ni laca. La gran diferencia de lo nuestro es que es como un algodón para la cara pero mucho más gordo, y ese algodón solo lleva celulosa por dentro», cuenta, y agrega: «Los convencionales están todos repletos de plástico que hacen que aguanten mucho más. Nosotros vamos en contra de todo esto porque creemos que aguantar muchas horas a alta temperatura en una zona bastante delicada del cuerpo es nocivo para la mujer».
Además, los chicos de MyAlma nos revelan que en algún momento tendrán algún punto físico donde se podrán vender estas compresas y tampones. Por el momento, solo se pueden conseguir a través de la web.
De esta forma, lo cierto y más importante es que el mensaje del cuidado íntimo femenino va calando cada vez más en la sociedad rompiendo tabúes sobre la regla y los recelos a la hora de hablar sobre la higiene íntima femenina.