Recuperar la salud de los océanos...
Poco se habla de lo que está pasando en los océanos y mares y, sin embargo, su salud es tanto o más importante que lo que ocurre en tierra para nuestra supervivencia y la de la fauna animal y vegetal.
…si queremos salvar el planeta
El calentamiento global se ha convertido en algo cotidiano para nosotros, con informes de expertos, acuerdos políticos como el de París, con activistas y ONGs alertando sobre los riesgos que implican los gases de efecto invernadero para nuestra supervivencia. Y es cierto, hay que tomar medidas urgentes para frenar el aumento de la temperatura en la Tierra. Poco se habla de lo que está pasando en los océanos y mares y, sin embargo, su salud es tanto o más importante que lo que ocurre en tierra para nuestra supervivencia y la de la fauna animal y vegetal.
En torno al 71% de nuestro planeta es agua y el 96,5% es agua salada; el resto es agua dulce procedente de acuíferos naturales del subsuelo y del hielo de los polos o las cumbres de los sistemas montañosos. Hasta hace relativamente poco, la contaminación de los océanos y mares -utilizados durante décadas como basureros– y la sobrepesca no suponían un problema a pesar de los llamamientos de los conservacionistas. En fechas recientes, por fin, los estados han comprendido que para salvar al planeta no basta con adoptar medidas en la tierra. Si no se se pone fin a la contaminación de los océanos, si no se frena la sobrepesca y la pesca ilegal, si el deshielo de los polos y de las cumbres sigue avanzando, de poco servirá haber reducido la contaminación atmosférica.
A primeros de junio, Nueva York acogió la primera Conferencia de la ONU dedicada a los océanos con el objetivo de buscar soluciones para proteger los mares de la contaminación, la sobrepesca y el cambio climático. Expertos, científicos, altos representantes de países de la propia ONU, representantes de la sociedad civil, ONGs e instituciones pusieron sobre la mesa su compromiso con el objetivo 14 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que se refiere a los océanos.
“Esta conferencia es la mayor oportunidad que vamos a tener para revertir el ciclo de deterioro de los océanos debido a la actividad humana”, dijo el presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Peter Thomson en la sesión inaugural que corrió a cargo del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, añadiendo que “si queremos un futuro seguro para nuestras especies en este planeta, tenemos que actuar ahora sobre la salud de los océanos y el cambio climático».
En el encuentro organizado por los gobiernos de Suecia y Fiyi se hizo hincapié en la necesidad de que la sociedad tome conciencia de que la salud del planeta depende, en gran parte, de la calidad del agua marina. Los océanos absorben aproximadamente el 30% del dióxido de carbono producido por el ser humano, según un informe de Naciones Unidas. De ahí la importancia que tienen los océanos en la reducción del impacto del calentamiento global. En este sentido, los participantes en Nueva York acordaron promover el avance del objetivo 14 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por los 193 Estados miembros de la ONU en 2015, que se apoyará también en las aportaciones del Acuerdo de París, textos que para Naciones Unidas son “inseparables”.
Dos semanas después de la Conferencia de la ONU, Madrid ha acogido unas jornadas bajo el título ‘El océano, clave para la sostenibilidad’. Organizadas por la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) y la Fundación Príncipe Alberto II, con motivo de la celebración este 2017 del Año de los Océanaos, los participantes analizaron cómo incide la salud del océanos en nuestra vida, en el clima, en los alimento y en nuestra seguridad.
Durante la presentación, la directora de IDDRI (Francia) y presidenta del Consejo Asesor de REDS, Teresa Ribera, recordó que Naciones Unidas, en su reunión de primeros de junio, puso de manifiesto el compromiso por parte de todos los gobiernos de asumir una responsabilidad mayor con el medio ambiente ya que la sostenibilidad de los océanos es “en una cuestión de supervivencia si se quiere sobrevivir al siglo XXI”.
“A día de hoy hemos conseguido que un espacio con tanta riqueza como son los océanos se hayan convertido tristemente en un lugar de desecho de basuras”, denunció, por su parte, Carol Portabella, presidenta de la Fundación Príncipe Alberto II, destacando también la importancia de contar con una legislación que permita frenar la explotación desmedida de los recursos que ha originado una situación “límite” en los océanos.
En representación del gobierno español, intervino Alberto López-Asenjo, secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPA) que apostó por dar una mayor participación a la sociedad civil para llegar a acuerdos para introducir mejoras en cuestiones medioambientales, al tiempo que subrayó la importancia de cumplir con los objetivos marcados por el desarrollo sostenible y en el cartografiado de los océanos para tener un mayor conocimiento de los fondos marinos.
López-Asenjo denunció también la “lacra” de la pesca ilegal que genera entre 22.000 y 45.000 millones de dólares al año. En los últimos meses se han apresado en España seis barcos de pesca ilegal a quienes se les han impuesto multas por valor de más de 18 millones de euros y la prohibición de realizar esta actividad ilegal durante más de 20 años. España es, después de Estados Unidos, “una de las mayores reservas y espacios marinos” del planeta.
“Si continuamos arrasando los océanos, nos enfrentaremos a una crisis triple: ecológica, social y económica. Un 80% de las poblaciones de peces en el Mediterráneo están sobreexplotadas, y el 40% de los peces de aguas europeas en el Atlántico también. Y al llegar a estos niveles, ¿qué ha hecho la flota europea? Irse a pescar a aguas de otros continentes”. Esta es la denuncia que hace Greenpeace, que alerta de la desaparición de muchas especies de pescado que consumimos si no se adoptan acciones urgentes para acabar con la sobrepesca y la pesca ilegal. “Los volúmenes de capturas actuales y el uso de técnicas de pesca no selectivas impiden la recuperación de los stocks”. A esto, la ONG añade que las técnicas de pesca destructivas están dañando los ecosistemas marinos.
Tan importante como estos factores es la protección de las costas que, en el caso de España, ha ido en sentido inverso a lo deseable con una Ley de Costas que permite construir a pie de playa, con el consiguiente efecto negativo sobre el mar y sus fauna y flora.
Las soluciones que propone Greenpeace pasan por adquirir un modelo de pesca sostenible basado en el apoyo a los métodos tradicionales y en la recuperación de los recursos pesqueros, para lo cual es fundamental contar con la voluntad de los gobiernos para aplicar las leyes, respetar las recomendaciones científicas y aumentar la protección de los mares y océanos creando reservas marinas.
La ONG subraya también la importancia de la sociedad en su conjunto – compañías pesqueras, distribuidores, supermercados y consumidores – a la hora de actuar para recuperar la salud de nuestros mares. “Todos nosotros debemos apostar por el pescado sostenible. Así, aunque la protección del litoral debe promoverse desde la Administración, los ciudadanos como tú pueden presionar para que los gobiernos lleven a cabo leyes justas”.
España cuenta, después de Estados Unidos, con una de las mayores reservas marinas del planeta
Para Maria Svane, investigadora de la Universidad Chalmers de Suecia y miembro de SDSN Northern Europe (Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible) las soluciones para frenar la imparable contaminación de los mares pasan por “la recogida y el reciclaje de todo el plástico que hay en el mar, por reducir de forma drástica la contaminación que producen los barcos y por disminuir las emisiones que contaminan las aguas”. Tan importante como esto es “revisar los incentivos en materia de sostenibilidad o mejorar los protocolos en las mejoras de las prácticas medioambientales, y para eso se necesita financiación”, subrayó en Madrid.
Desde el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), el responsable del programa marino en España, José Luis García Varas, considera que los acuerdos alcanzados en la reciente conferencia de los océanos celebrada en Naciones Unidas son un importante paso. “Existe una necesidad imperiosa de que los políticos sean capaces de entender los problemas relacionados con el medio ambiente porque recuerdo que en los programas electorales de los partidos en las últimas elecciones apenas se hablaba de estos temas”.
Esta entidad recuerda que sólo el 4% de los mares europeos está protegido por ley y, a escala global, tan sólo el 1,5% de los océanos se consideran áreas marinas protegidas, y de éste porcentaje menos del 1% tiene planes de gestión.
La red Natura 2000 es la principal herramienta para proteger especies y hábitats en Europa. Sin embargo, más de dos décadas después de su creación, las áreas marinas protegidas apenas cubren el 4% de las aguas europeas, lejos del objetivo del 30%.
¿Cómo responder a los retos?
Para WWF la protección de los océanos y mares del planeta pasa por “aumentar la superficie marina protegida. En el caso de España con mayor urgencia si cabe, teniendo en cuenta que “la mayor biodiversidad de Europa se esconde bajo los mares españoles, que abarcan tres regiones muy diferentes entre sí, como son el Mediterráneo, Canarias o el Atlántico Noreste”. “Allí se encuentran ecosistemas de altísimo valor como los arrecifes de coral, que contribuyen a reducir los efectos del calentamiento global por su capacidad de fijar CO2, o las praderas de Posidonia oceánica, la joya del Mediterráneo, fundamentales para su equilibrio y salud, así como las montañas y cañones submarinos, a las que numerosas especies se acercan en busca de alimento”.
En las jornadas celebradas en Madrid, diferentes expertos aportaron posibles soluciones y medidas adoptadas hasta el momento para poner fin al deterioro de los océanos y mares. En el caso de España, Iciar Martín, directora Técnica de la División para la Protección del Mar en el Ministerio de Administraciones Públicas y Medio Ambiente (MAPA), subrayó que las estrategias marinas suponen la “principal” herramienta de planificación en su departamento, destacando la implantación de un plan para conservar orcas en el Estrecho y en Golfo de Cádiz, “el primero que se hace para salvaguardar a los cetáceos” o la futura publicación de una lista de más de 11.000 especies marinas con el fin de identificar a cada una de ellas.
El gran reto para científicos, sociedad civil y políticos es limpiar los mares de la gran cantidad de basura marina que hay
Pero, sin duda, el principal reto para los científicos, la sociedad civil y la clase política es “limpiar los mares de la gran cantidad de basura marina que hay en los océanos”, en opinión de Cristina Panti, coordinadora del proyecto Plastic Busters, SDSN Mediterráneo, de la Universidad de Siena, Italia. “En el caso del Mediterráneo, esta contaminación ha provocado efectos devastadores en la fauna marina como en las tortugas; hay especies en las que el plástico supone un 80 por ciento de la comida que digieren”, denunció Panti, que relató el caso de un animal marino que llegó a una playa del Mediterráneo con cinco kilos de plásticos en su organismo.
Para Panti la solución a este grave problema pasa por “un plan de acción contra la basura marina acordado por los 33 países bañados por el Mediterráneo” y “potenciar las ayudas al desarrollo sostenible de la acuacultura”.
Rémi Parmentier, director de Varda Group, tiene claro que “sin un océano no hay vida terrestre”. Resulta inexcusable, en su opinión, eliminar para el año 2020 las ayudas públicas que contribuyen a la sobrepesca y la pesca ilegal. Invitó a la Organización Mundial del Comercio a tomar cartas en el asunto. De hecho, aportó como dato que anualmente se destinan unos 18.000 millones en subvenciones “dañinas” y que podrían ser utilizados para cubrir otras necesidades. “Las grandes flotas industriales reciben 187 veces más ayudas públicas que los pescadores a pequeña escala y por eso siempre están en desventaja”, denunció.
En la inauguración de la Conferencia sobre Océanos celebrada en Nueva York entre el 5 y el 9 de junio de 2017 se presentó el siguiente vídeo producido por la BBC. Una muestra de que “los océanos definen nuestro planeta, forman parte de nuestra vida y en ellos viven más de la mitad de los seres vivos de la tierra en la actualidad. Necesitamos unos océanos sanos, así que debemos cambiar nuestra forma de actuar y recuperarlos”, el es mensaje de la conferencia de la ONU a través de este vídeo.
En este otro vídeo, el director de cine James Cameron, nos muestra que hay muchas personas comprometidas trabajando para recuperar los océanos y los mares, animándonos a no perder la esperanza aún.