El "asesino silencioso" se lleva siete millones de vidas cada año
En España se producen en torno a 10.000 muertes al año relacionadas con la contaminación del aire
Más de 6.000 millones de personas, un tercio de ellos niños, inhalamos regularmente un aire tan contaminado que pone en riesgo nuestra vida, nuestra salud y bienestar. Este es uno de los alarmantes datos dados a conocer por David R. Boyd, experto en Derechos humanos y Medio ambiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con motivo de la presentación en Ginebra del informe anual 2018 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
¿Por qué esto es importante? El aire es vital para el ser humano y el aumento de la contaminación supone un riesgo para la supervivencia del planeta, por lo que las acciones y medidas para mejorar la calidad del aire se han convertido en una prioridad de nuestra sociedad.
En su intervención, el relator lanzó una seria advertencia: la contaminación del aire, tanto dentro como fuera de las casas, es un asesino silencioso, a veces invisible y prolífico, responsable de la muerte prematura de 7 millones de personas cada año, incluidos 600.000 niños.
La contaminación atmosférica continúa produciendo estragos en la salud de los humanos y se calcula que afecta ya al 90% de la población mundial, según los datos de Boyd. «Sin embargo, esta pandemia recibe una atención inadecuada ya que estas muertes no son tan trágicas como las causadas por otros desastres o epidemias».
Sorprende esta atención insuficiente, teniendo en cuenta que «cada hora, 800 personas se están muriendo, muchas después de años de sufrimiento, de cáncer, enfermedades respiratorias o del corazón causadas directamente por respirar aire contaminado».
Todo esto es aún más llamativo considerando que la polución es un problema que se puede prevenir y que los Gobiernos están obligados a «cumplir con sus mandatos jurídicos de garantizar un aire limpio», una condición básica para el disfrute del derecho a la vida, la salud, el agua y el saneamiento, una vivienda adecuada y un medio ambiente saludable.
Este último derecho – un medio ambiente saludable – incluso está reconocido legalmente por 155 países “y debería ser asumido a nivel mundial”, en opinión de Boy, profesor asociado de Derecho, Política y Sostenibilidad en la Universidad de British Columbia.
With air pollution resulting in 7 million premature deaths a year, including 600,000 children, failing to ensure clean air is a violation of people's fundamental rights, says @UNHumanRights expert. https://t.co/A7I4Er3D1J #BreatheLife pic.twitter.com/48Ez6gpG9S
— United Nations (@UN) March 4, 2019
Como factores relacionados con la mala calidad del aire se incluye la presencia de los contaminantes atmosféricos ocasionados principalmente por la quema de combustibles fósiles para la producción de electricidad, el transporte, la calefacción, la actividad industrial o la mala gestión de residuos.
Entre las posibles soluciones al problema de la polución atmosférica, Boyd enumeró varias medidas que deberían ser adoptadas por cada Estado: vigilar la calidad del aire y sus efectos en la salud de las personas; determinar las fuentes de contaminación atmosférica; informar al público sobre la situación atmosférica; promulgar leyes, reglamentos y normas sobre la calidad del aire, y establecer y aplicar planes locales, nacionales, e incluso regionales sobre la calidad del aire; cumplir las normativas, y evaluar los progresos.
«Hay muchos ejemplos de buenas prácticas, como los programas en India e Indonesia, que han ayudado a millones de familias pobres a cambiar las técnicas de cocinar hacia modelos más ecológicas (evitando la contaminación causada por la quema de combustibles sólidos dentro de su hogar), y como los Estados que están eliminando el uso de las centrales eléctricas de carbón con grandes resultados», dijo Boyd.
Estos datos corroboran lo que ya se dijo a finales de octubre durante la Primera Conferencia Mundial sobre Contaminación del Aire y Salud organizada por la ONU celebrada en Ginebra por la participación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Meteorológica Mundial, la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, entre otras organizaciones.
“Nadie se escapa, desde el vientre materno hasta la tumba” a la contaminación, manifestó gráficamente el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al describir el peligro que entraña respirar aire tóxico.
Informe del PNUMA
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), por su parte, en su informe anual 2018 recoge una amplia lista de iniciativas beneficiosas con nuestro entorno como la lucha contra la contaminación aérea y marítima, o la ayuda proporcionada a los países para alcanzar sus objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El informe, publicado antes del inicio de la 4ª Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente que se celebra en Nairobi, Kenia, entre el 11 y el 15 de marzo, muestra que se está acelerando el ritmo de acción en muchas cuestiones ambientales interconectadas.
El estudio destaca avances como el compromiso de India de renunciar a los productos plásticos de un solo uso para el año 2022; la propuesta de la Unión Europea de prohibir 10 de esos artículos, que representan el 70% de todos los desechos marinos, para 2025; y el compromiso de 57 países, que abarcan el 60% de las costas del mundo, con la campaña ‘Mares limpios’, la mayor iniciativa mundial para combatir la basura marítima.
En relación con la financiación del desarrollo sostenible, en 2018 se logró que 45 bancos o instituciones financieras apoyaran los principios de banca ética elaborados por la Iniciativa Financiera del PNUMA y se lanzó el primer Bono de Paisajes Tropicales, por valor de 95 millones de dólares, que servirá para restaurar 80.000 hectáreas de bosques en Indonesia. También se consiguió que la emisión de bonos verdes creciera de 11.000 millones de dólares en 2013 a 155.000 millones de dólares en 2017.
El Programa de Colaboración de la ONU para Reducir las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación Forestal en los Países en Desarrollo (UN-REDD) celebró, además, el pasado año su décimo aniversario y destacó que más de 30 países presentaron estrategias o planes de acción nacionales REDD+, y que 17 de ellos los adoptaron, informa la propia organización.
España ante la contaminación atmosférica
En España, el 3% de la mortalidad anual es atribuible a la contaminación atmosférica, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Ministerio de Transición Ecológica.
Pese a ello, grandes ciudades como Madrid y Barcelona, «siguen incumpliendo sistemáticamente la normativa europea referente a la contaminación ambiental», denuncia la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), con motivo de una ‘Jornada informativa formativa sobre contaminación ambiental y salud para profesionales de la información’ celebrada a finales de febrero.
En España, el 35% de la población respira aire contaminado, y se producen en torno a 10.000 muertes al año relacionadas con todos los contaminantes atmosféricos. Esta mortalidad asociada debida a la contaminación del aire es muy superior a la provocada por los accidentes de tráfico, que causan 1.700 muertes al año, según datos del Instituto de Salud Carlos III.
«La contaminación ambiental es uno de los principales factores de riesgo de enfermedad, que afecta a todo el organismo humano, pero, como neumólogos, debemos recordar que el aparato respiratorio, al estar más expuesto, es su órgano diana». Son palabras de la doctora Isabel Urrutia Landa, neumóloga y coordinadora del Área de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Medioambientales de SEPAR. «La contaminación es la causa del desarrollo o empeoramiento de graves enfermedades respiratorias como el cáncer de pulmón, las neumonías, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o el asma, de infecciones respiratorias agudas y de otros muchos efectos dañinos para la salud».