Por qué España sigue a la cola en la rehabilitación energética de los edificios
Un informe reciente de la Fundación Naturgy señala que España debería multiplicar por 25 la tasa de rehabilitación de edificios para cumplir con los objetivos de eficiencia energética
Cuando hablamos de neutralidad climática, aquella que los grandes organismos internacionales pretenden alcanzar para el año 2050 –con el objetivo de atajar la emergencia climática[contexto id=»381816″]–, hay decenas de factores a tener en cuenta. El fin último es lograr la neutralidad de carbono, que se consigue cuando se emite la misma cantidad de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera de la que se retira por distintas vías, lo que deja un balance cero, también denominado huella cero de carbono.
A pesar del aumento imparable del uso de energías renovables, de la proliferación de políticas de descarbonización de la industria y de las iniciativas de gestión de recursos naturales como los bosques, entre otros muchos aspectos, la neutralidad climática todavía parece una quimera. La eficiencia energética es uno de esos factores fundamentales para conseguir el objetivo de neutralizar nuestra huella de carbono; los edificios, un punto clave para que nuestro consumo energético sea más eficiente.
España está a la cola europea en rehabilitación energética de edificios. Así se desprende de un reciente estudio publicado por la Fundación Naturgy, que analiza casos de éxito de Estados Unidos, Australia y Europa. El informe, titulado Iniciativas y modelos de negocio para la rehabilitación de edificios. Una comparativa global, indica que la tasa de renovación de edificios en Europa debería ser del 2-3% anual para poder cumplir con los objetivos de neutralidad climática en 2050. No obstante, la media europea está actualmente en el 1% y España está a la cola –es la última– en este ranking.
Este informe, que analiza hasta 16 experiencias de rehabilitación energética en Estados Unidos, Australia y Europa, sostiene que el modelo de interlocutor único es el más adecuado para dar un impulso a la mejora de la eficiencia de los edificios europeos, un 75% de los cuales es ineficiente energéticamente debido a su antigüedad.
El impacto medioambiental del parque inmobiliario
El parque inmobiliario es el responsable del 40% del consumo de energía de la Unión Europea (UE), del 36% de las emisiones de CO2 y del 55% del consumo de electricidad, según sostiene el estudio, que recoge que más del 40% de los edificios fueron construidos antes de 1960 y el 90% antes de 1990. Por ello, la rehabilitación energética, en la que «la administración local va a tener una función decisiva», será «imprescindible para alcanzar la descarbonización establecida en el Pacto Verde europeo».
Es el caso de España. «En nuestro país, tendríamos que multiplicar por 25 el ritmo de rehabilitación», afirma Mikel Lasa, consejero delegado de España y Portugal de EIT InnoEnergy. Además, Lasa especifica que en el análisis de casos realizado se ha detectado «la existencia de demasiados intermediarios y pocos profesionales formados, y se ha constatado también un exceso de burocracia, en muchos casos agravada por la falta de continuidad en las ayudas».
Edificios antiguos y demasiadas trabas
Por su parte, el subdirector general de Eficiencia Energética de Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Juan Jacobo Llerena, explica que en España «tenemos un parque inmobiliario antiguo, ineficiente energéticamente. De 20 millones de viviendas, 9,4 necesitan una reforma urgente». «Es necesaria la colaboración público-privada y una inversión inteligente en el marco de la transición energética», afirma.
En los modelos analizados, «a pesar de la variedad de planes de subvención para promover la eficiencia energética, la adopción de una rehabilitación profunda o incluso superficial es todavía limitada», según defiende el estudio. Esto se da por las múltiples barreras con que topan los propietarios: complejidad del proceso, falta de conocimiento sobre cuestiones técnicas y poca concienciación sobre los beneficios de la rehabilitación, además del coste y las ineficiencias en el mercado. En este sentido, el estudio destaca la existencia de demasiados intermediarios, entre los cuales se encuentran pocos profesionales formados, y constata además un exceso de burocracia, en muchos casos agravada por la falta de continuidad en las ayudas.
En cualquier rehabilitación intervienen muchos actores: propietarios, inquilinos, constructores, fabricantes, entidades públicas, además de los suministradores de energía. Sobre este punto, el responsable de Ciudades y Edificios Sostenibles de EIT InnoEnergy, Lucienne Krosse, denuncia que «hay que coordinar gestiones con cinco, seis o incluso más partes interesadas». Por lo que un interlocutor único se revela indispensable para agilizar el proceso.
Facilitar la financiación e incentivar la rehabilitación
Uno de los grandes retos de la rehabilitación de edificios en Europa, pero especialmente en España, es dinamizar todo el proceso. Poner el acelerador en la rehabilitación de edificios pasa también por incentivarla a través de la reducción de impuestos, por ejemplo.
Además de la burocracia, está la financiación, no siempre al alcance del propietario. Sin embargo, existen modelos alternativos, como los contratos de suministro de energía a largo plazo con capitalización de los ahorros. «Con esta fórmula», explica Mikel Lasa, «el propietario no tiene que hacer frente al coste de la rehabilitación en el momento inicial, sino que lo va pagando poco a poco, a través de los ahorros de energía y mediante una cuota mensual similar a la que ya pagaba antes de la rehabilitación».
El estudio demuestra que este tipo de modelos, basados en un interlocutor único, son los que más éxito logran. Además, los autores constatan que tanto las empresas suministradoras y distribuidoras de energía, como las administraciones, tienen un papel fundamental a la hora de identificar clientes potenciales. El documento aboga también por el desarrollo de plataformas colaborativas que permitan aunar esfuerzos entre empresas tradicionalmente competidoras, para reducir el riesgo técnico y financiero, y lograr mejores costes para el propietario.
Todos estos planteamientos teóricos empiezan a palparse en la práctica. Por ejemplo, el Colegio de Arquitectos de Madrid ha creado una oficina de rehabilitación como ventanilla única para desarrollar este tipo de proyectos, que pueden no solo atraer empleo, sino solucionar un problema que se acentúa con el paso del tiempo y que es fundamental atajar para llegar a 2050 en buena forma.