Binky, la red social que te desengancha de las redes sociales
El FOMO (Fear Of Missing Out, en inglés “mierdo a perderse algo”) se apodera de nuestras vidas digitales. Para calmarlo, las redes sociales hacen las veces de la droga más extendida en el planeta, la que causa la adicción al móvil. No importa en qué situación estemos que el móvil está siempre con nosotros. Bueno, excepto en la ducha, pero quién sabe qué será de eso dada la proliferación de dispositivos resistentes al agua.
El FOMO (Fear Of Missing Out, en inglés “miedo a perderse algo”) se apodera de nuestras vidas digitales. Para calmarlo, las redes sociales hacen las veces de la droga más extendida en el planeta, la que causa la adicción al móvil. No importa en qué situación estemos que el móvil está siempre con nosotros. Bueno, excepto en la ducha, pero quién sabe qué será de eso dada la proliferación de dispositivos resistentes al agua.
La adicción al móvil, que se revela en la fobia conocida como “nomofobia”, es definida como “el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil”. Pero es mucho más que eso. Es sentir el vacío al no mirar un feed, no dar un like, no comentar una foto o no contestar a un mensaje de WhatsApp. Un contacto inexistente con un dispositivo móvil puede generar verdaderas situaciones de estrés e incluso episodios de ansiedad en los casos más extremos.
Este no es un problema aislado, sino uno que empieza a tornarse en pandemia. Según datos del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), el 96% de los españoles tiene móvil (muchos más que en grandes países como Estados Unidos, China o Francia); entre ellos, más del 26% tiene incluso dos móviles y el 2% de la población llega a tener hasta tres. Y muchos de ellos no escapan a la nomofobia.
Tiempo ocupado y ningún contenido generado
Uno de los grandes problemas de esta adicción es que generamos más contenido del que muchos quisiéramos. Un solo ‘me gusta’ o un tuit pueden ser un pasatiempo pero quedan como contenido generado en la red para siempre. Aunque lo borres, cualquier contenido vertido sobre una red social pertenecerá a ésta durante una eternidad. Binky es la app para pasar el tiempo y saciar esa ansiedad de móvil sin generar un solo contenido. Si lo pensamos bien, muchas veces cuando cotilleamos Facebook o Instagram no buscamos nada en especial, ni siquiera prestamos demasiada atención a lo que vemos. Lo hacemos como por inercia. Binky puede darnos una alternativa a esos ratos muertos y sin aportar un solo dato sobre nosotros.
En la App Store de Apple -en la de Android estará disponible próximamente- se puede encontrar esta aplicación, cuyo lema reza “Satisfy your phone cravings” (algo así como “satisfaz tus antojos telefónicos»). Según su creador, Dan Kurtz, la aplicación nació como una sátira de las grandes redes sociales, pero su utilidad ha ido cobrando mayor relevancia. “Empezó como una broma”, asegura su desarrollador, pero ahora es mucho más que eso. “Facebook supone demasiada ira, estrés y tristeza, pero quieres hacer algo con tu teléfono. Binky resuelve este problema, es el lugar donde puedes hacer scroll down por algo, pero nada en particular”, defiende Kurtz.
Básicamente, Binky no hace nada. Es un espejismo de red social, en la que puedes hacer casi todo lo que haces en otras, como favear contenidos, comentar (de una forma muy curiosa), e incluso deslizar a izquierda y derecha si te gusta un contenido al más puro estilo Tinder. Lo tiene casi todo: sólo falta la parte en la que nosotros, usuarios, compartimos con una megacorporación nuestros datos, ideas, fotos, vídeos y casi el alma.
Su feed es una aleatoria colección de imágenes libres de derechos, sin relación aparente entre ellas, y con títulos sencillos. Algunas son muy curiosas, por lo que puede ser más divertido que dar un paseo por Tumblr. Sacia tus ganas de ver y tocar contenidos sin venderte y pasa el rato con Binky, la aplicación que no hace nada y no pasa nada.