Descubre Pyeongchang, la ciudad que une a las dos Coreas por los Juegos de Invierno
A falta de días para el comienzo de los Juegos Olimpicos de Invierno en la pequeña y montañosa ciudad de Pyeongchang, situada en la zona meridional de Corea del Sur, un amplio grupo de manifestantes –alrededor de 4.000 personas– se movilizaron en la capital Seúl para protestar contra la decisión consensuada de las dos Coreas de presentar algunos equipos conjuntos en esta cita deportiva y desfilar en la gala de apertura, el 9 de febrero, bajo una misma bandera.
A falta de días para el comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno en la pequeña y montañosa ciudad de Pyeongchang, situada en la zona meridional de Corea del Sur, un amplio grupo de manifestantes –alrededor de 4.000 personas– se movilizaron en la capital Seúl para protestar contra la decisión consensuada de las dos Coreas de presentar algunos equipos conjuntos en esta cita deportiva y desfilar en la gala de apertura, el 9 de febrero –terminará el 25–, bajo una misma bandera.
Con todo, se trata de una muestra esporádica ante un hecho sustancial: Corea del Norte y Corea del Sur comparten gestos amistosos y fraternales entre sí por primera vez en muchos años. El régimen de Kim Jong-un no ha realizado ninguna prueba balística desde noviembre y las líneas telefónicas entre las naciones hermanas se reabrieron a comienzos de año. Ahora, está paz transitoria tiene a Pyeongchang como telón de fondo.
Allí, igual que en las ciudades de Jeongseon y Gangseon, todas ellas ubicadas en la provincia de Gangwon-do, se celebran unos Juegos de Invierno particularmente esperados y con un presupuesto de 13.000 millones de dólares, que pese a representar alrededor de una cuarta parte de la inversión destinada en los anteriores Juegos de Invierno, organizados por Rusia en Sochi, no deja de ser una cifra abultada.
Y si bien este es el principal atractivo de la región en estas fechas, tanto en febrero y como en marzo –cuando tendrán lugar los Paralímpicos, del 9 al 18–, tiene muchos atributos que corresponden a su zona geográfica privilegiada, con altas montañas llenas de vegetación que se elevan sobre el Mar del Este, conocido por sus costas de arena fina, tal vez más apropiadas para los meses de verano, cuando las temperaturas rondan los 20 grados. A quienes viajan ahora, les esperan temperaturas por debajo de los cero grados, tan bajas que, unidas a los fuertes vientos de las últimas horas, amenazan la normal celebración a cielo abierto de la ceremonia inaugural.
Gangwon-do es una de las provincias culturalmente más ricas de Corea del Sur. A pocos kilómetros de la sede, apenas a una hora de autobús, se encuentra el Museo Municipal de Gangneung. Allí nació una de las artistas más representativas del país, Shin Saimdang, que dedicó su vida a la literatura, principalmente, pero también a la caligrafía –un arte de gran valor en diversas culturas asiáticas– y la pintura. Lo desarrolló en su casa de madera, que ahora sirve de museo, a principios del siglo XVI, durante el periodo Joseon –que comprende entre los siglos XIV y XIX, en los que gobernó de manera prácticamente ininterrumpida esta dinastía confunciana–. En este hogar, que funciona como punto de peregrinaje, nació su hijo Yulgok Yi-l, que se erigió como maestro confunciano. La influencia de la familia en la cultura popular está presente incluso en los billetes de 5.000 y 50.000 wons –la madre en el primero, el hijo en el segundo–.
En la zona también se pueden visitar hermosos templos budistas, particularmente los de Naksansa, Woljjeongsa y Sinheungsa, donde parece que el tiempo se haya detenido. Los hoteles y resorts suelen organizar viajes guiados para conocerlos y son algunos de los principales reclamos turísticos del país. También lo son los parques nacionales de Seoraksan y Chiaksan, con picos por encima de los mil metros de altura, o la pequeña isla de Namiseom, situada en Chuncheon, una de las ciudades que salió peor parada de la Guerra de Corea (1950-1953) y tuvo que ser completamente reconstruida.
La oferta gastronómica es amplísima y además del pescado, más habitual en las zonas costeras, las carnes son la especialidad de la provincia. Destacan, así, el hoengseon hanu (carne de res coreana), que se caracteriza por su alta calidad –el frío provoca que las vacas desarrollen un depósitos de grasas mayor y, por tanto, su carne sea más tierna–, y el chuncheon dakgalbi, que es un pollo marinado en una salsa picante a base de verduras y pastel de arroz.
Los diversos atractivos de la región demuestran que, si bien es un momento perfecto para visitarla, con los Juegos de Invierno como principal punto de interés, Pyeongchang es un enclave asiático de ensueño: un epicentro turístico lleno de cultura y una amplia oferta gastronómica para visitantes de todo el mundo.