El fin del tequila se acerca y su propio éxito es el culpable
Esta es una mala noticia para los amantes de las margaritas y los chupitos: el éxito está acabando con el tequila. Una escasez creciente de agave, la planta de la que se obtiene este licor, tiene seriamente preocupados a los productores y, si sigue así, también acabará preocupando a los consumidores.
Esta es una mala noticia para los amantes de las margaritas y los chupitos de tequila. Una escasez creciente de agave, la planta de la que se obtiene este licor, tiene seriamente preocupados a los productores y, si sigue así, también acabará preocupando a los consumidores.
Una de las peculiaridades del agave es que necesita siete años de crecimiento para estar en perfectas condiciones para que la planta pueda ser destilada correctamente. La falta de previsión sobre el gran aumento de la demanda de tequila en los últimos años ha provocado que no haya suficiente agave y no sea posible plantar más a tiempo para suplir esta demanda.
El precio del agave
La elevada demanda de tequila y la falta de agave han provocado que el precio de esta planta se haya multiplicado por seis en apenas dos años, según el Consejo Regulador del Tequila. Esto ha reducido los márgenes de los destiladores más pequeños y ha generado una gran preocupación en los agricultores, productores, jornaleros e incluso en las grandes empresas, que ven peligrar sus beneficios.
Esto está obligando a numerosos productores a utilizar plantas de cuatro o cinco años, por lo que todavía no han madurado del todo, para elaborar el licor. Estas plantas más jóvenes producen menos tequila, lo que supone que se necesitan más plantas para producir la cantidad habitual.
Es el pez que se muerde la cola. Los productores no tienen suficiente agave para cumplir con sus pedidos y, al utilizar estas plantas más jóvenes, recrudecen la escasez de esta preciada planta. Los expertos aseguran que esta recogida temprana de la planta hará que la escasez sea aún peor en el año 2018, y continuará hasta al menos el año 2021, pues las nuevas plantaciones y estrategias tardarán años en dar sus frutos.
Los robos en las plantaciones
Es cierto que el principal culpable de la escasez de tequila es su propio éxito. El crecimiento de la demanda se ha convertido en un problema, pero no es el único al que se enfrentan los productores de esta popular bebida alcohólica.
La delincuencia organizada de México ha fijado el agave como uno de sus objetivos y, según el Consejo Regulador del Tequila, en 2017 se denunció el robo de 15.000 plantas, más del triple que en 2016. Los grupos criminales llegan a las plantaciones en mitad de la noche con camiones para robar el agave, explica el Consejo.
Sin embargo, aunque hablemos de robos, la culpa es en parte también del aumento del precio del agave, que lo convierte en un bien preciado para los ladrones, que no se fijaban en él antes de su escasez.
Aumenta la demanda de otras bebidas
El aumento de la demanda, la escasez de agave, el rápido aumento de su precio y los robos no solo están afectado a los productores, sino que también lo notarán pronto en su bolsillo los consumidores.
El precio del agave hace que el tequila tenga que venderse más caro, lo que implica una competencia más difícil con otros licores como el vodka o el whiskey que, según los expertos, serán más atrayentes para los consumidores cuando los comparen con el precio del tequila.
Sin embargo, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Tequila, Luis Velasco, afirma que “no tiene sentido que el tequila sea una bebida barata porque el agave necesita una gran inversión”.
Por tanto, el futuro del tequila podría estar en convertirse en una bebida de lujo o, como apuntan los expertos, en la desaparición de algunas de las empresas de este gran mercado y una reducción de la producción de grandes empresas como Sauza o José Cuervo.